Se revelaron los resultados de la evaluación psicológica de Nahir Galarza, la joven que está imputada por el asesinato de su ex novio Fernando Pastorizzo en Entre Ríos. De acuerdo a los profesionales que la examinaron, la muchacha padece "disregulación emocional" y se irrita constantemente, lo que perjudica sus relaciones interpersonales.
Alicia Paday, la perito que realizó el examen psicológico solitado por el abogado defensor José Ostolaza, compartió una serie de determinaciones que sorprendieron a los que estuvieron presentes en la sexta audiencia del juicio por el crimen de Pastorizzo.
La personalidad de Nahir denota trastornos graves, con una conducta desganada, además de mostrarse fría, distante y excéntrica. De acuerdo a lo recogido por diario El Día de Gualeguaychú, Galarza tiene una conducta compulsiva y se muestra "perfecta hacia el otro, buena y pulcra". Uno de sus tic es lavarse las manos, pero no encuadra en los Trastornos Obsesivos Compulsivos (TOC).
En consecuencia, su "disregulación emocional" la llevó a no tener "control sobre su propia expresión afectiva en distintas situaciones sociales".
Por sus alteraciones en los patrones de pensamiento, apariencia y comportamiento, la joven tiene una incapacidad para construir una relación sana con el otro. Sin embargo, el deterioro de su personalidad se debería al presunto padecimiento de "hechos traumáticos", como mencionó Paday.
La perito señaló que Pastorizzo ejercía una violencia psicológica sobre ella e, incluso, alentaba a otros chicos a la descalificación verbal. "Existe un vínculo patológico y tiene todas las características de una víctima de violencia de género", aseguró Paday.
Para reforzar sus argumentos, la especialista dijo que Galarza presenta indicadores de haber sido abusada sexualmente, por lo que “se pone a la defensiva todo el tiempo”. Respecto a la sangrienta noche del 29 de diciembre, una de las frases de la perito fue contundente: “Se trató de un accidente”.