Los adelantos transitorios del BCRA al Tesoro en marzo fueron de $ 200.000 millones. La base monetaria mostró en el mes que terminó un crecimiento del 70% interanual. La autoridad monetaria prendió fuertemente la maquinita en el último mes para dar respuesta con efectivo a las demandas sociales y económicas de cara a la crisis del coronavirus. Si bien esta tendencia es muy fuerte, la misma no es reciente sino que se aceleró en octubre y más aun con la asunción del nuevo Gobierno.
En un contexto de crisis económica mundial producto de la pandemia, los países buscan manera de evitar un colapso total de sus respectivas economías. La falta de acceso al crédito en los mercados de deuda internacional hacen que el Gobierno opte fuertemente por la emisión monetaria para financiar las demandas de distintos sectores de la sociedad y de la economía. Lo grave es que los datos de emisión son realmente elevados y según los analistas, traerán consigo mayores presiones inflacionarias.
Está claro que el presidente, Alberto Fernández, debe dar respuesta a las demandas de la sociedad, aunque lo que más preocupa a los analistas es la mayor presión sobre los precios que se espera hacia adelante.
El economista Fernando Marull remarcó que en marzo, el BCRA le prestó $ 200.000 al Tesoro para cubrir sus necesidades financieras, correspondiendo $ 80.000 a utilidades. Opinó que a la autoridad monetaria todavía le queda disponible un "bazuca” de $ 1 billón para emitir (casi 3.5% del PIB).
“Esto surge de las ganancias cambiarias del BCRA de 2019. Gran parte de esta “bazuca” se va a usar en el segundo trimestre. Es decir, la base monetaria puede subir 100% en mayo por este impacto (hoy sube 66% anual). Así, en todo 2020 el BCRA financiaría en total casi 5% del PIB, es decir, cerca de 70% de la base monetaria. Los motivos de la emisión hoy parecen justificados. Evitar que se rompa la cadena de pagos y apuntalar a la actividad. Pero más adelante, cuando la actividad encuentre el piso, el BCRA deberá retirar esos pesos. No veo por ahora riesgos de una hiperinflación ya que hay cepo, monetización aun baja y necesidad de pesos transaccional. Pero el riesgo es creciente”, advirtió.
Por su parte, Juan José Vázquez, head de research de Cohen anticipó que el coronavirus va a terminar agravando fuertemente el desequilibrio fiscal que vienen presentando las cuentas nacionales. En un informe presentado a sus clientes, agregó que, al 27 de marzo pasado, por adelantos transitorios del BCRA al Tesoro Nacional, se emitieron $ 392.000 millones desde el comienzo del mandato de Alberto Fernández y $582.000 millones desde su victoria en las PASO .
“El margen de emisión que el actual Gobierno contaba luego del congelamiento de la base monetaria aplicado en los últimos dos años de Macri se disipa y toda nueva emisión puede generar riesgos de mayor presión inflacionaria y suba de brechas del tipo de cambio una vez que el shock económico por el coronavirus termine de asimilarse”, señaló Vázquez.
Desequilibrios en el balance del BCRA
Hay consenso generalizado de que los riesgos sobre la actual emisión monetaria recaen fuertemente sobre la mayor presión en los precios de la economía. A su vez, uno de los factores que resaltan los analistas es que el BCRA está incrementando sus pasivos vía emisión, pero sin ingresos del lado del activo. Es decir, hay un desequilibrio importante en el balance del BCRA en este proceso de emisión y por eso será importante ver si se da algún ingreso que fortalezca el lado del activo y equilibre la balanza.
Con una visión similar, Leonardo Chialva, director de Delphos Investment señaló que en condiciones normales, el Gobierno no tiene espacio para emitir, aunque claro está, que estamos en condiciones excepcionales y Argentina no tiene otra forma de enfrentar los costos de una pandemia
“En un contexto como el actual se requiere mayor cantidad de dinero en función de la caída de la velocidad y cuando este termine, habrá que hacer lo soportes. Algún calmante de todo esto, seria de que el FMI nos estaría por prestar u$s 3500 millones. Incluso, la parte del Stand By que nos “adeudan”. Es importante ya que lo que vemos es una ampliación del pasivo del BCRA sin respaldo. El potencial ingreso de esos dólares podría servir para equilibrar la balanza entre activo y pasivo del BCRA. Aun así, una vez emitido los pesos, habrá que ver la forma en que comiencen a circular esos billetes y su potencial impacto en la brecha, dada la existencia del cepo”, indicó Chialva.
El economista resaltó que hoy todo el mundo, al anual que en EE.UU. y Europa, se está poniendo la urgencia en salvar vidas y con eso, algunos países que tienen acceso a deuda emiten bonos y otros emiten dinero, como el caso argentino.
“Esto seguro va a tener repercusiones en precios y en brecha. No es directa, dependerá de las decisiones que deberían ser ortodoxas que se tomen una vez que la pandemia haya finalizado”, adelantó. Por su parte, Mateo Rescihini, head de research de LBO, explicó que esta gran expansión monetaria viene en un momento no óptimo por la gran inercia inflacionaria que cargamos y la baja de actividad que tomaría este excedente de pesos.
“Esta emisión indudablemente en algún momento va a ir a precios (inflación ) y ya vemos como impacto en los mercados de tasas en pesos. Luego de que los bancos reciban mucha liquidez por baja de stock de Leliq y que bajen las tasas de las cuentas remuneradas cuantiosamente, la liquidez que no se rescató para financiar el parate de actividad fue a fondos comunes de inversion Money Market que luego trataron de caucionar esos saldos. Esto llevo rápidamente a las tasas de caución a un día a un dígito. Por lo que se ve lo fuerte que es ese monto de liquidez en el mercado”, apuntó.
Una crisis diferente
Claramente el mundo se enfrenta a una crisis nunca antes vista en la historia. Por ello es entendible que los distintos países del mundo se encuentren inyectando grandes cantidades de dinero para sostener a sus respectivas economías. Si bien el efecto del coronavirus esta impactando de lleno en la economía local, desde el mercado señalan que esta crisis tiene características importantes que resaltar. Alejandro Kowalczuk, head de Asset Management de Argenfunds explica que esta crisis no se resuelve con política monetaria expansiva ya que la misma tiene sus inicios en la economía real, que luego genera consecuencias en el lado financiero.
“Lo primero que debemos entender es que esta no es una crisis que comienza por el lado de la demanda o de sector financiero y luego impacta en la economía real, sino que se da justamente lo opuesto: comienza por el lado de la economía real e impacta en lo financiero. El problema que el Covid-19 genera en lo inmediato sobre la producción de bienes y servicios, es resultado de la cuarentena y aislamiento social y no puede solucionarse con medidas de política monetaria”, afirmó.
Dado que para el especialista, la caída en el PBI es por el shock de oferta y no se resuelve con política monetaria expansiva que busque incentivar la demanda.
“Si bien son necesarias políticas de asistencia y contención social, hay que tener en claro que solo sirven como paliativos para los sectores más desprotegidos. La solución se dará con el levantamiento de la cuarentena y por eso es importante evitar un segundo shock sobre la economía real, el derivado de la quiebra de numerosas empresas y pérdida de puestos de trabajo. Es allí donde debería poner foco el BCRA”, señaló Kowalczuk.
Mirando hacia abril
Los números de emisión monetaria de marzo siembran preocupación hacia adelante. Así, con la economía parada también preocupa el impacto en la actividad de corto plazo y en los precios y la brecha cambiaria paralos meses que viene.
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI), esperan que el BCRA emita $ 391.000 millones (20% de la Base Monetaria de marzo) a partir de abril –solo por COVID-, donde $ 177.000 millones serían “emisión pura” y los restantes $ 215.000 millones por compra de reservas.
Desde PPI realizaron una estimación dada por una combinación de 3 meses de “parate” de actividad (extensión del confinamientos y lenta vuelta a la normalidad) y 40% de caída de la actividad en el periodo, surge que el Gobierno Nacional perdería ingresos en los próximos meses por u$s 4.600 millones, o el equivalente a 1.2% del PBI.
“El gasto de base crecería poco más 0,3% del PBI que, sumado a la baja del 1,2% en los recursos cíclicos, significarían un aumento “transitorio por COVID” del déficit primario de 1,5%. Lo que podría llevar a cerrar el año, tomando en cuenta la guía inicial estimada antes del COVID por el Gobierno y el financiamiento posible de organismos internacionales (FMI y BM), a un déficit primario del orden del 2% del PBI –dentro de una visión conservadora-. De esta forma, la pandemia no solo es un problema sanitario muy grave, sino que producirá la caída del PBI en el 2020, y cambiara la tendencia de la inflación de los últimos meses a claramente una creciente por el diluvio monetario que se avecina”, alertaron desde PPI.
Por su parte, Alejandro Kowalczukl head de asset management de Argenfunds cree que se emitirán todos los pesos necesarios para cubrir gastos sin tener demasiado reparo, porque las alternativas de acudir a recursos genuinos o financiamiento están cerradas y ante ello optarán por el mal menor. Para Kowalczuk, esto traerá mayor presión en la inflación
“Con caídas por el lado de la oferta, el ajuste necesariamente vendrá por el lado de los precios, pero creen que es el costo que se deberá asumir y esperan que no toda la emisión se traslade a precios y para ello utilizarán controles sobre productores y comercios. Creo que, llegado el caso en que la canasta de bienes de primera necesidad tenga subas mensuales de dos dígitos, se incrementarán los controles antes que disminuir la emisión asociada al gasto. Lo que debemos tener presente, en este particular contexto, es que no se está eligiendo entre una alternativa buena y otra mala, sino entre alternativas que todas generaran efectos negativos y tienen sus costos”, alertó.