Se termina pagando por un crédito el cuádruple de lo solicitado

La suba de tasas impulsada por el Banco Central encareció las líneas de crédito para consumo por encima del 58% anual.

Se termina pagando por un crédito el cuádruple de lo solicitado
Se termina pagando por un crédito el cuádruple de lo solicitado

Las altas tasas de interés y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, obligan a pensar dos veces antes de sacar un préstamo. Es que por cada $ 100.000 que se solicitan en un banco, se pueden llegar a devolver más de $ 400.000 en un plazo de seis años.

Dicho de otra forma, saldar un préstamo en el plazo máximo permitido significa hoy adquirir una deuda que supera cuatro veces el capital inicial, cuando a principios de 2016 la misma operación implicaba pagar 2,5 veces el monto solicitado. Es que las tasas de interés en los bancos públicos y privados oscilan entre el 58% y el 65%, pero el Costo Financiero Total (CFT), que es lo que finalmente se paga, va del 98% al 118,6%, lejano al 60% que se abonaba hace poco más de dos años por el mismo concepto.

Por ese motivo, la mayoría de los créditos que se toman en la actualidad no se utilizan para consumo directo, sino pagar pagar deudas.

Claro está, que no todas las familias están en condiciones de acceder a un préstamos personal. Para solicitar $ 100 mil se necesitan ingresos netos (no deben estar afectados para el pago de tarjetas de créditos, alquileres, pagos de vehículos y otros pagos mensuales habituales) de $ 20.000.

Cuánto dinero se devuelve

En la banca pública es donde menos costoso resulta devolver el préstamo (a excepción de tasas promocionales que pueden ofrecer los bancos a sus clientes en fechas especiales y que pueden incluso ser inferiores). Sin embargo, por cada $100.000 que se solicitan, con un interés anual del 58% y un sistema de amortización Francés, el cliente pagará una cuota promedio de $ 5.685,63 y al cabo de seis años habrá devuelto $ 409.365,38.

La misma cantidad de dinero en un banco privado, con una tasa de interés del 65%, implicará la devolución total de $ 461.720,59. Esto, con un Costo Financiero Total (con IVA) de 114,20% y el pago de una cuota de $ 6.412,78 en promedio. En ese caso, el tomador deberá disponer de al menos $ 21.000 en ingresos netos.

Los montos a devolver disminuyen cuando se consideran plazos más cortos. Así, quienes soliciten $ 100.000 a tres años, terminarán devolviendo $ 234.400 en la banca pública, con un interés del 58% y un CFT anual del 97,84%. En el caso de los bancos privados, con tasas de interés superiores al 60%, el número superaría los $ 256.400.

Lo mismo sucede con los créditos de montos superiores. Solicitar $ 300.000 al 65% anual, con un CFT anual del 114,20% implica la devolución de $ 615.587,58 en 36 meses; o de $ 1.228.095,69 en 72 cuotas.

El riesgo de endeudarse

El Banco Central estableció la tasa de rendimiento para las Letras de Liquidez en el 63,87% y en torno a ese número se mueve todo el sistema financiero. De acuerdo con Alejandro Bianchi, economista de InvertirOnline, con esas tasas "resulta prácticamente imposible obtener un financiamiento que resulte accesible".

"Hoy inclusive la gente que tomó Créditos UVA (a tasas menores al 10% y con una actualización mensual por inflación), con el fracaso del sistema de metas de inflación hoy tiene una tasa de crecimiento de su capital muy elevado. El sistema ha resistido porque las propiedades se valuaron en dólares y por tanto también subieron, pero la cuota mensual superó las estimaciones", señaló.

Aún así, Bianchi entiende que en la actualidad el gobierno viene cumpliendo con las metas de política monetaria, y aunque la inflación arrastra atrasos por la actualización de tarifas y por la última corrida cambiaria, podría tender a bajar. "Si la cantidad de pesos no supera las reservas, la inflación debería volver a parámetros normales y podría ser un buen momento para volver a considerar los préstamos indexados como una buena opción", observó.

Pago de deudas

Por su parte, el economista Daniel Garro, de Value International Group, señaló que hoy no es conveniente tomar préstamos. Por el contrario, señaló que es momento de pagar deudas. "Si la persona tiene liquidez o excedentes (ahorros), con el mundo camino a una recesión hacia 2020/2021 y la Argentina con un año 2019 'ya jugado', sin importar quien gane las elecciones, es momento para quedarse quieto y 'pagar para ver' en el mejor de los casos", consideró.

El especialista señaló que sería conveniente, si se está muy endeudado en tarjetas de crédito (y se está pagando el mínimo por no poder afrontar el pago total), sacar un crédito para ordenar las finanzas personales y evitar costos de refinanciación. "Seguramente la tasa que pague por ese préstamo será mucho más baja que la que está pagando hoy en tarjetas", justificó.

También dejó su opinión el economista a cargo de Evaluecon, José Vargas, quien advirtió que la situación es más que compleja. "Existen préstamos para cancelar deudas -dependiendo de la entidad financiera, mutual o bancaria- pero en ningún caso van a tener tasas por debajo del 45%. A eso hay que sumarle el costo financiero, que dependiendo del tipo de entidad puede estar entre el 130% y el 230%", apuntó.

Vargas explicó que en el escenario más pesimista, la inflación estimada para este año se ubica por debajo del 50%, por lo que la probabilidad de ganarle al aumento de los precios cancelando pagos, con intereses que superan el 60%, es muy baja. "Hay que tener en cuenta que por más que se consiga una tasa de interés accesible, el costo financiero no es fijo y los bancos ajustan con eso para ganarle a la inflación", apuntó el economista.

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