El PJ mendocino vive por estos momentos diferentes duelos internos de cara a lo que será la elección de los candidatos que llevarán en su boleta para ocupar los cargos que se elegirán en nuestra provincia en 2019.
Así, además de las postulaciones de nuevas caras, también ex líderes del partido - que ya han ocupado diferentes roles institucionales - están volviendo a escena. Uno de ellos es el ex gobernador Rodolfo Gabrielli, que buscará ser jefe del estado provincial otra vez, pero no es el único. El ex mandatario provincial Celso Jaque no descarta ser candidato este año y aunque anticipó que ocupará "el lugar que el peronismo necesite", crecen las posibilidades de que pelee por ser otra vez intendente de Malargüe.
"Me lo están pidiendo los vecinos, algunos compañeros y otros que están lejos de serlo. No lo descarto", se sinceró en diálogo con Los Andes el hombre que le entregó la banda de gobernador en 2011 a su entonces ministro, Francisco Pérez.
No se anima a confirmarlo pero reconoce que ha mantenido reuniones informales con distintos referentes del peronismo mendocino. Es más, a algunos los asesora cada vez que lo llaman o le escriben.
Dice no estar preocupado por las internas dentro de su partido sino "todo lo contrario". Le gusta que sean varios los hombres y las mujeres que quieran presentarse para que la "gente pueda elegir". Según su visión, hay muchas y buenas alternativas en el PJ. Destaca la reaparición del experimentado Gabrielli, de los hermanos Bermejo y también habla muy bien de la senadora Anabel Fernández Sagasti. Pero remarca que su probable candidatura no es una "ambición personal" sino que en caso de concretarse debe ser pensada y consensuada dentro de un proyecto común.
"Sueño con la unidad en el partido, pero no que haya un solo candidato. Sino que todos los que tengan proyectos se presenten en las PASO y que la gente elija", agregó.
Volviendo a Malargüe, siente que la gente está "desilusionada". "En 2015, los votantes de Cambiemos tenían muchas expectativas que hoy no se condicen con la realidad", sostiene y si bien aclara que quiere que al actual cacique, el radical Jorge Vergara Martínez, termine "bien" su mandato, él aspirar a volver a tener un municipio "activo, en el que se hagan obras y que mejore la calidad de vida de los habitantes".
"Aún falta mucho, todavía ni se sabe cuándo van a ser las elecciones, pero quiero trabajar dentro de un proyecto provincial y nacional que le sirva a los malarguinos. Voy a ocupar el lugar que el peronismo y la gente quiera que ocupen. Puede ser en la comuna, en la Legislatura o en mi casa", finaliza.
El asesor de clase alta
Aunque Jaque está confiado, pero no se quiere lanzar. Divide su tiempo entre su librería y sus viajes a Buenos Aires. Después de haber sido embajador en Colombia, ahora asesora en el Congreso de la Nación a un senador nacional.
Cuenta con una planta temporaria al servicio del senador jujeño Guillermo Snopek, con una categoría A-1, la más alta del escalafón.
De acuerdo a la información publicada en el sitio web del Senado nacional, esa categoría cobra $ 62.859,55 en concepto de dedicación funcional y $ 26.939,81 en concepto de sueldo básico.
A eso hay que agregarle $17.959,87 por el título universitario. En total 107.758 pesos en bruto, es decir sin los descuentos de ley. Y tampoco sin antigüedad.