Un grupo de geólogos dio con uno de los descubrimientos más impactantes de los últimos tiempos: una inmensa reserva de litio escondida bajo un antiguo supervolcán en el oeste de Estados Unidos. El hallazgo podría cambiar para siempre la carrera por la energía limpia y convertir a esta región en el nuevo epicentro del oro blanco.
Una caldera olvidada que podría cambiarlo todo
Lo que parecía una zona geológica sin demasiada importancia ahora es protagonista mundial. La caldera McDermitt, ubicada entre Nevada y Oregon, es un cráter de 45 por 35 kilómetros que surgió hace 16,4 millones de años tras una erupción brutal.
Después, se formó un lago que acumuló cenizas volcánicas y sedimentos ricos en minerales, dando origen a algo totalmente inesperado.
La combinación única de cenizas, agua alcalina y actividad magmática generó una concentración excepcional de litio en forma de illita, una arcilla poco común que superó todas las expectativas de los investigadores.
Concentraciones que no se habían visto nunca
Las muestras tomadas en el sitio de Thacker Pass son simplemente impresionantes. Según el estudio publicado en Science Advances, se detectaron niveles de litio de hasta 2,4 % en peso, mientras que el promedio mundial en yacimientos arcillosos rara vez supera el 0,4 %.
"Esto no es normal. Estamos ante un proceso geológico muy poco común", señalaron los expertos.
¿La clave? Un proceso en dos etapas: primero, el vidrio volcánico fue transformado en esmectita por las aguas alcalinas del lago, y luego, hace unos 16,3 millones de años, una segunda actividad magmática introdujo fluidos hidrotermales ricos en potasio, rubidio y cesio, que transformaron la esmectita en illita de alta pureza.
El análisis químico no deja lugar a dudas
El equipo conformado por especialistas de Geología de la Universidad de Columbia y Lithium Americas Corporation aplicó tecnología de punta: microsonda iónica sensible.
Así descubrieron que la illita contenía entre 1,3 % y 2,4 % de litio en peso, con un promedio altísimo del 1,8 %. En palabras simples, es muchísimo.
La tainiolita, una variedad rica en litio que se forma a altas temperaturas, fue clave en este proceso.
Además, se hallaron fuertes vínculos con otros elementos como boro y cesio, lo que confirma que estamos ante una alteración hidrotermal focalizada y no un simple depósito sedimentario.
Comparaciones que dejan en claro la magnitud del descubrimiento
Para que te des una idea, en otros yacimientos conocidos como Clayton Valley o Rhyolite Ridge —también en Nevada— se encuentran entre 2410 y 2780 ppm (partes por millón) de litio.
En cambio, la illita de Thacker Pass promedia más de 12.000 ppm, y algunas muestras superan las 18.000. Así de brutal es la diferencia.
Eso sí: este nivel de enriquecimiento se da solo en el sur de la caldera. La parte norte no presenta esa misma concentración y los niveles bajan bastante, quedando por debajo de las 3500 ppm.
¿Cuánto vale todo esto?
Se estima que el yacimiento podría contener hasta 120 millones de toneladas métricas de litio. Traducido en plata, estamos hablando de un valor que ronda los 413.000 millones de euros.
Si se explota al máximo, Estados Unidos podría volverse autosuficiente en este mineral clave para vehículos eléctricos, baterías y todo tipo de tecnología renovable.
Y sí, hasta podría dejar atrás al Salar de Uyuni en Bolivia, considerado hasta ahora el mayor depósito del mundo.
El proyecto ya generó fuerte resistencia social. El Pueblo de la Montaña Roja, una comunidad indígena local, denunció que se trata de "un acto de colonialismo verde", porque amenaza zonas sagradas de caza, alimentación y rituales. Aunque un tribunal federal falló a favor de la explotación, hay preocupación.
Ambientalistas también levantan la voz: advierten sobre los efectos de esta extracción —aunque no haya estanques de evaporación, como en otros tipos de minería—, y apuntan a la posible degradación del suelo, la contaminación con metales pesados y el estrés sobre las fuentes de agua.