En Mendoza hay costumbres que atraviesan generaciones, estaciones y momentos del día como las tortitas pinchaditas. Son de esos panificados que esconden un sabor inconfundible y dejan un olorcito que llena la cocina y una textura que pide mate, café o hasta un buen tereré en verano.
Las tortitas mendocinas las encontramos en cada panadería, en casa de los abuelos, en la escuela o en la merienda del domingo. Son crocantes por fuera, tiernas por dentro y llevan esa cantidad justa de sal, grasa y tradición. No tienen pretensiones, pero sí una identidad que no se negocia.
Y lo mejor de todo es que hacerlas en casa es muy fácil. Solo necesitás unos pocos ingredientes, tiempo para dejar que la masa leve y ganas de amasar. El resultado, unas tortitas calentitas, doradas y pinchadas justo como manda la tradición. Y si no tenés levadura fresca, con levadura seca también salen bárbaras.
Lo ideal es comerlas tibias, recién salidas del horno, pero también se pueden guardar en una bolsa bien cerrada y calentarlas al día siguiente. Hay quienes les ponen un poquito de queso o manteca, partiéndola en dos mitades.
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Ingredientes para hacer 14 tortitas para el mate
- 400 g de harina 0000
- 70 g de grasa vacuna derretida
- 14 g de sal
- 1 cucharadita de azúcar
- 8 g de levadura seca instantánea
- 175 ml de agua (a temperatura ambiente o apenas tibia)