27 de abril de 2025 - 11:00

Cómo hacer las mejores tortitas pinchadas mendocinas para el mate y con ingredientes de tu casa

Las tortitas mendocinas son un clásico para la hora de la merienda que no solo es muy fácil de hacer, sino también súper económicas.

En Mendoza hay costumbres que atraviesan generaciones, estaciones y momentos del día como las tortitas pinchaditas. Son de esos panificados que esconden un sabor inconfundible y dejan un olorcito que llena la cocina y una textura que pide mate, café o hasta un buen tereré en verano.

Las tortitas mendocinas las encontramos en cada panadería, en casa de los abuelos, en la escuela o en la merienda del domingo. Son crocantes por fuera, tiernas por dentro y llevan esa cantidad justa de sal, grasa y tradición. No tienen pretensiones, pero sí una identidad que no se negocia.

Y lo mejor de todo es que hacerlas en casa es muy fácil. Solo necesitás unos pocos ingredientes, tiempo para dejar que la masa leve y ganas de amasar. El resultado, unas tortitas calentitas, doradas y pinchadas justo como manda la tradición. Y si no tenés levadura fresca, con levadura seca también salen bárbaras.

Lo ideal es comerlas tibias, recién salidas del horno, pero también se pueden guardar en una bolsa bien cerrada y calentarlas al día siguiente. Hay quienes les ponen un poquito de queso o manteca, partiéndola en dos mitades.

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Ingredientes para hacer 14 tortitas para el mate

  • 400 g de harina 0000
  • 70 g de grasa vacuna derretida
  • 14 g de sal
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 8 g de levadura seca instantánea
  • 175 ml de agua (a temperatura ambiente o apenas tibia)

El paso a paso para hacer las mejores tortitas bien mendocinas

  1. En un bowl, mezclá la levadura con una pizca del azúcar y un poquito del agua. Dejála reposar 5 a 10 minutos hasta que espume. Si usás levadura instantánea, podés mezclarla directamente con la harina, pero este paso ayuda a que se active mejor.
  2. En un bowl grande, colocá la harina, la sal y el resto del azúcar. Hacé un huequito en el centro y agregá la grasa derretida (tibia, no caliente), la levadura activada y el agua. Empezá a mezclar con las manos hasta integrar todo.
  3. No hace falta amasar demasiado, solo unir bien los ingredientes hasta formar una masa lisa.
  4. Tapá el bowl con un repasador limpio o film y dejá leudar en un lugar cálido hasta que la masa duplique su tamaño. Esto puede tardar entre 30 y 45 minutos, dependiendo del clima.
  5. Una vez leudada la masa, volcala sobre la mesada apenas enharinada y desgasificá suavemente. Cortá porciones de unos 50 g cada una y formá bollitos.
  6. Luego aplastalos con la mano o con un palo de amasar hasta que tengan forma de tortita, de 1 cm de espesor aproximadamente.
  7. Este paso es icónico. Con un tenedor o un rodillo pinchador, haceles muchos pinchacitos a cada tortita. Esto evita que se inflen como panes en el horno y les da su clásico aspecto.
  8. Colocalas en una placa para horno apenas engrasada o con papel manteca, dejando un pequeño espacio entre cada una. Llevá a horno fuerte (220°C) por aproximadamente 10 a 12 minutos, o hasta que estén doradas y crocantes por fuera.
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