El escurridor de platos tradicional, ese que ocupa lugar al lado de la bacha, empieza a quedar viejo frente a nuevas ideas más prácticas y limpias. Aquí una tendencia que llegó para quedarse en el hogar, que revoluciona la cocina y mejora la limpieza de tu espacio sin ocupar superficie.
No más platos apilados al lado de la bacha
Seguro te pasa: lavás los platos y te queda todo el escurridor lleno, con agua acumulada y un desorden que arruina la vista de la cocina. Además, si no lo secás o limpiás seguido, se llena de grasa y humedad. Bueno, eso tiene solución.
Llegó el escurridor de pared
Este nuevo invento ya se empieza a ver en cada vez más casas: el escurridor de pared. Sí, se instala sobre la pared, generalmente justo arriba de la bacha, y ahí colocás tus platos, vasos y cubiertos para que se sequen al aire.
Instalalo vos mismo
Lo podés colocar con adhesivos resistentes o con tornillos si querés algo más firme. Es ideal para cocinas chicas, donde cada centímetro libre cuenta. Además, como queda todo a la vista, también te obliga un poco a no acumular tanta vajilla sucia.
Materiales recomendados
A la hora de elegir, buscá estos materiales:
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Acero inoxidable (aguanta bien la humedad y es fácil de limpiar)
Plástico reforzado (más económico y liviano)
Que tenga bandeja recolectora de agua o inclinación hacia la bacha
Para quién sirve esta idea
Si vivís solo, con pareja, o tenés una familia chica, te va a servir un modelo chico o mediano. Ahora, si tenés mucha vajilla y cocinás todo el tiempo, hay versiones más grandes con espacio para más de 20 platos, tazas, copas y cubiertos.
Cambiar el escurridor puede parecer un detalle menor, pero cuando lo hacés, notás la diferencia. Ganás espacio, evitás ese desorden visual de platos secándose en la mesada y mantenés tu cocina más higiénica, sin moho ni restos de comida acumulada.