El Gobierno Provincial salió hoy a celebrar los datos que resultaron de la encuesta de calidad del Transporte Público de pasajeros en el servicio urbano, que se desarrolló entre septiembre y octubre del año pasado a usuarios en el Gran Mendoza. En términos generales, la misma detalla que 6 de cada 10 pasajeros aprueban el servicio, tanto en lo que respecta a la calidad del propio sistema, como también la puntualidad en los recorridos y las duraciones del viaje, por lo que destacaron en el Ejecutivo que se trata de un “apoyo al sistema Mendotran”, que inició en 2019 bajo la gestión de Alfredo Cornejo. En contraparte, las críticas sobresalen de acuerdo a las denuncias de falta de iluminación en las paradas de colectivos y, en consiguiente, inseguridad en esos lugares; así como también se puntualizó sobre la falta de señalización de las paradas.
El trabajo fue llevado a cabo por el Ente de Movilidad Provincial (EMOP), en conjunto con la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) a 1.761 usuarios de micros mayores de 16 años del Gran Mendoza, en la cual se realizaron consultas respecto a la calidad del servicio, con tópicos como la frecuencia de los micros, puntualidad, comodidad, limpieza de las unidades, ubicación de las paradas, recorridos de los mismos y hasta la forma de conducir de los choferes. En la mayoría de estos ítems, hubo una aprobación general de los pasajeros.
No obstante, se consultó además sobre el precio del pasaje; y también sobre la seguridad de las paradas de micros e iluminación, ítems el cual hubo un descontento generalizado.
El relevamiento se realizó en setiembre del año pasado. Consultados sobre por qué no aparecen las últimas quejas de usuarios por los problemas en la tarjeta SUBE, desde el EMOP sostienen que la tarjeta no forma parte de la prestación del servicio de colectivos.
Esta encuesta es la primera que se realizó desde la sanción en 2018 de la ley de Movilidad (9086), la cual establece en su artículo 33 que cada dos años se deberá “evaluar los niveles de satisfacción del usuario, el cual se realizará mediante la implementación de un sistema de encuestas permanentes”.
En este sentido, la norma destaca que “las encuestas de opinión a los usuarios permitirán indagar las percepciones de los ciudadanos, respecto de diferentes aspectos que hacen a la imagen y calidad del sistema de transporte público de pasajeros”. La próxima encuesta de satisfacción será en 2024, según lo dictaminado por el EMOP.
Balance positivo
La encuesta, que se realizó con una metodología de “interceptar” a pasajeros en las paradas en el momento de espera del colectivo, arrojó datos positivos para el Poder Ejecutivo, sobre todo porque fue el impulsor del sistema Mendotran en 2019, una reforma completa del anterior sistema de transporte, y que tuvo varias semanas de adaptación, debido a que gran parte del universo de 350.000 usuarios no conocía los recorridos, como tampoco frecuencias ni números de línea.
Jorge Teves, titular del EMOP, sostuvo que los datos han sido “alentadores”, y remarcó que el 65% de los encuestados “está conforme con el sistema en general y cantidad de frecuencias.
Entre los datos que valoró, fueron, por un lado, que el 72% “está conforme con el horario y la puntualidad”, y también se enfocó en la aplicación Mendotran (en el cual el usuario puede conocer recorridos y tiempos de espera de los micros a través de un sistema de geolocalización), al sostener que el 54% de los usuarios utilizan esa App y, por consiguiente, el 92% de ese universo está conforme con ese servicio.
Además, expresó que hubo un “buen trabajo” por parte de la aplicación del sistema Mendotran, que se nota sobre todo por la ubicación de las paradas de micros. De hecho, la ubicación de las mismas fue uno de los ítems mejor calificados, con un 79,1% de los encuestados que las considera buena o muy buena; más allá que el factor de la inseguridad también haya estado presente en las respuestas.
Del resto de consultas que tuvo buena aceptación por parte de los encuestados, resaltan una aprobación sobre la forma de conducir de los choferes; la información sobre recorridos, horarios y paradas; puntualidad y comodidad; todas con valores que rondan el 70% de aprobación. En tanto, el 65,7% también valora la frecuencia de las unidades.
De acuerdo a las características demográficas, Guaymallén es la comuna que concentra la mayor cantidad de usuarios con el 24.9%, le siguen Las Heras con el 19% y Godoy Cruz con el 18.8%. En tanto, los horarios pico de la utilización del sistema, se da en promedio a las 8, a las 13 y a las 18.
Inseguridad, el talón de Aquiles
Según se desprende del informe, menos de la mitad de los encuestados habló bien respecto a la seguridad en las paradas de micros, como también en el tema iluminación.
De hecho, sobre la seguridad solamente 3 de cada 10 sostuvo que la seguridad “es buena o muy buena”, mientras que el 42,9% dijo que la misma es “mala o muy mala”. El 25% restante se quedó en el medio, y dijo que no es ni buena ni mala.
Pasando a la iluminación, que va en línea con la seguridad, los números son similares: el 40% dijo que es “mala o muy mala”, y el 37,9% se inclinó por el “buena o muy buena”. No obstante, Teves agregó que una vez que están arriba del micro, la seguridad de los usuarios se incrementa al 72%.
También se hizo referencia a fortalecer el trabajo entre Servicios Públicos y los municipios para mejorar al menos lo que respecta a la iluminación; mientras que la situación de la inseguridad se deberá resolver, lógicamente, por parte del ministerio de Seguridad de la provincia.
Respecto al pasaje de micros, que hoy está en $35 la tarifa plana, el 55% de los usuarios sostuvo que es un precio acorde, mientras que el 24,4% se mostró en contra del valor del mismo.
Cambio de comportamiento
Sin dudas la pandemia del coronavirus y las restricciones impuestas a nivel nacional y provincial afectó a gran parte de la población, que incluso cambió gran parte de su rutina a la cual estaban acostumbrados. Según la encuesta, la utilización del servicio público de pasajeros fue uno de esos, ya que el titular del EMOP marcó que el 44% de los consultados reconoció que si bien utiliza el transporte público, “lo hace menos que en el 2019″.
Sobre este punto, hay varias conjeturas. Una de ellas es una leve aversión por parte de quienes utilizaban frecuentemente los micros, y por miedo a contagiarse, dejaron de hacerlo. También se analiza la posibilidad de un “acostumbramiento” de los usuarios que en pandemia decidieron no utilizar el transporte público, y que decidieron seguir igual en este tiempo.
Además, otro de los factores que puede influir es el home office, en el cual muchas empresas privadas decidieron adaptarse a este sistema, lo que implica una menor utilización de los micros por parte de trabajadores.
