El intendente de Lavalle, Roberto Righi, avanza -en paralelo con el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV)- en las gestiones para terminar las 265 viviendas que empezó a construir la organización social Tupac Amaru y que quedaron paralizadas hace al menos 5 años, cuando comenzó la investigación judicial sobre posibles estafas y manejos indebidos de fondos públicos.
Tal como anticipó Los Andes, ayer por la tarde, el jefe comunal peronista se reunió en Buenos Aires con el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, y sostuvo que consiguió un “compromiso” por parte de la Nación para finalizar las casas y entregarlas a las familias que esperan poder habitarlas.
En diálogo con este medio, el intendente dijo que la misión consistió en tratar de conseguir dichos fondos para continuar con las obras paralizadas, además de otras iniciativas que lleva adelante la comuna. No obstante, más allá de las viviendas, destacó que también se tienen que hacer trabajos de urbanización.
En total, se calcula que se necesitarán unos $600 millones para finalizar las casas, que tienen diferentes porcentajes de avances. “La mayoría está en un 25 o 30%, pero es una lástima que después de tantos años no se hayan terminado, porque hay mucha necesidad de las familias”, acotó.
En este sentido, sostuvo que la reunión con el Ministro Ferraresi, que fue gestionada por la presidenta del PJ, Anabel Fernández Sagasti, “fue muy buena”, y que el funcionario nacional se comprometió en avanzar en el tema.
El IPV también interviene
Mientras tanto, María Marta Ontanilla, titular del IPV, expresó en coincidencia con Righi que se está trabajando en conjunto y que “la idea es que la Nación aporte fondos para las obras de urbanización e infraestructura; mientras que a través de un financiamiento provincial hemos comprometido fondos para terminar con las casas a través del programa Mendoza Construye”.
También afirmó a Los Andes que la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) envió un informe -pedido por la Provincia - “auspicioso” sobre el análisis de las viviendas, en las que sostuvieron que las mismas son “reparables” teniendo en cuenta que fueron realizadas por los mismos propietarios, y que solamente tienen que estar adecuadas al código de edificación vigente.
Finalmente, añadió que resta esperar que la Municipalidad otorgue un certificado de subsistencia, “para tener las acreditaciones de las inspecciones que se realizaron en su momento y la empresa que se haga cargo de la obra lo tome con un sustento seguro para continuar. Luego de eso se iniciará el proceso de construcción”, marcó.
