La Cámara de Diputados transformó este miércoles en ley el proyecto que autoriza la utilización de celulares y otros dispositivos tecnológicos en las aulas de las escuelas, tanto por docentes, como no docentes y alumnos, en instituciones públicas y privadas, en todos sus niveles y modalidades.
El debate contó con la aprobación de la gran mayoría de los legisladores, y la abstención de la diputada kirchnerista Valentina Morán.
Según la ley, la autorización del uso de dispositivos tecnológicos se dará "para actividades pedagógicas a fines de mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje supervisadas por el docente, quedando en manos de la autoridad de aplicación su autorización diferencial por niveles educativos si correspondiera”.
A su vez, establece que “se autoriza también su uso en situaciones de emergencia en las que la utilización del dispositivo móvil resulte imprescindible. Este caso será autorizado por la autoridad escolar al frente del curso o por el personal directivo del establecimiento según corresponda”, marcaron.
Por otro lado, la reforma establece que el Ministerio de Educación "será el encargado de evaluar la conveniencia de incorporar nuevas herramientas tecnológicas en los procesos pedagógicos de enseñanza-aprendizaje, por lo que deberá realizar una campaña tendiente a promocionar el conocimiento de esta Ley por parte de la comunidad educativa y concientizar respecto al uso responsable de las nuevas tecnologías, entre ellas las de comunicación”.
Al mismo tiempo, indicaron que “se deberán implementar programas de formación para docentes, alumnos y padres sobre el uso responsable de la tecnología en el ámbito escolar”, y los mismos “deberán incluir módulos sobre seguridad en internet, privacidad, ciberacoso, prevención de consumos problemáticos en juegos online y uso pedagógico de tecnologías digitales”.
Defensa de la reforma
Claudia Salas, legisladora del radicalismo, defendió el proyecto y expresó que lo que se pretende es integrar dispositivos móviles y otras tecnologías en las aulas “con el objetivo de mejorar significativamente el proceso de enseñanza-aprendizaje".
"No sólo se trata de un paso hacia la modernización educativa, sino también es una respuesta necesaria a las demandas de un mundo cada vez más globalizado”, lanzó.
En esta línea, opinó que “la realidad digital nos muestra que los celulares y los dispositivos digitales son parte integral de la vida cotidiana de nuestros estudiantes. En lugar de ignorarlos o prohibirlos, podemos aprovechar su potencial como un recurso pedagógico valioso para enriquecer nuestras prácticas educativas”.
“Creemos que esto motiva a los estudiantes y los conecta con un entorno digital esencial para el futuro. Desde la Dirección General de Escuelas se han estado implementando programas especiales de tecnología educativa para tratar de mejorar la infraestructura digital en nuestras escuelas. Hasta el día de hoy se han realizado entregas de dispositivos, tanto en escuelas de gestión pública y privada, capacitación docente, implementación de módulos formativos en programación, inteligencia artificial y uso didáctico de herramientas digitales, mejora de la conectividad, implementación de redes de alta velocidad en los establecimientos, capacitación en el uso de los pisos tecnológicos disponibles en las escuelas lo que permite la integración de plataformas educativas y el uso de herramientas para la enseñanza de las matemáticas, los cuales creemos que se van a ver favorecidos por la modificación de la presente ley”, subrayó la legisladora.
Desde el Pro, Laura Balsells Miró, sostuvo que “las tecnologías de la información se vienen utilizando desde el siglo pasado en las escuelas, este proyecto viene a darle un marco normativo y a regular lo que ya se está haciendo para darle tranquilidad a los alumnos y docentes que la utilizan”.
“Desde la gran computadora se ha pasado hoy a una herramienta más chica como el celular, se ha ido transformando la tecnología y se ha ido trasformando con la tecnología la educación”, expresó la diputada considerando que “la Ley del 2.008 ya es caduca y obsoleta”.
Natalia Vicencio, del espacio peronista, afirmó por su parte que “los aparatos tecnológicos hoy en día son utilizados en las aulas por los alumnos y docentes, con desigualdades”.
Por otro lado, con respecto a los programas de prevención que se establecen en la norma, sostuvo que “no es el trabajador de educación el que deba garantizar, aparte de su tarea de educar, el que también deba garantizar la prevención en juegos online por ejemplo, debería existir un acompañamiento desde el Ministerio de Salud”
Gustavo Cairo, del espacio La Libertad Avanza, consideró que “el uso de celulares en el aula, la verdad que, por un lado, puede tener aspectos positivos y seguramente también aspectos negativos, supongo que las consideraciones de pros y contras las habrá hecho el gobierno. Desde hace muchos años la mayoría de los docentes están indefensos ante las inconductas de algunos alumnos. Un curso de 30 chicos con uno que no te deje de dar clases es muy complicado mantener la atención de los demás”, alertó.
“Con esta dicotomía le voy a dar la derecha al gobierno para la implementación, pero es cierto que los docentes, cuando alguien usa el teléfono de forma indebida, o cuando el docente pida atención por una explicación, pueda tener herramientas para llamar la atención, para poner orden en el curso, porque si no va a ser muy difícil para ellos, y sobre todo en definitiva el problema es para los chicos”, indicó.
Como se mencionó, Valentina Morán se abstuvo de la votación al expresar que "hubiese sido oportuno tener un poco más de información sobre todo información profesional, porque también hay un montón de países que están prohibiendo el uso de celular en las escuelas, eso está pasando”.