Videos, testigos y acusaciones mutuas complican a una pareja detenida por un homicidio en Maipú

Rocío Fernández y Lucas Ochoa enfrentan un pedido de prisión preventiva por la muerte de un Federico Murúa, un joven que murió tras una discusión en la que nada tenía que ver.

Imagen ilustrativa. 
Foto: Andres Larrovere / Los Andes
Imagen ilustrativa. Foto: Andres Larrovere / Los Andes

Se define la situación judicial de la pareja detenida como presuntos autores del asesinato de Federico Martín Murúa (34), un hombre que había ido a visitar a unos amigos a Maipú y que perdió la vida al recibir un disparo en el cuello.

Mañana a las 9, la jueza Claudia Tula, deberá decidir si los detenidos Rocío Celeste Fernández Lira (22) y Lucas Ochoa Vargas (27) deben seguir detenidos según el pedido de prisión preventiva solicitado por el fiscal de Homicidios Carlos Torres, quien lleva adelante la investigación de caso.

La misma posición sostendrá la querellante Oficial Claudia Vélez, quien representa a la familia de la víctima. En tanto que los defensores de los acusados expondrán su visión del caso.

Un cúmulo importante de pruebas ha reunido Torres desde el 23 de setiembre hasta el presente que complican la situación de los detenidos que están imputados por el delito de homicidio agravado por uso de arma en calidad de coautores.

En el expediente hay un video donde se ve que el auto de Ochoa llega hasta la casa de los amigos de Murúa, se detiene una segundos y luego se marcha. También está la declaración de los dos dueños de casa que identifican al auto y al conductor que previamente se había bajado y había mantenido una discusión.

Otra de las pruebas de gran importancia es un barrido electrónico que detectó pólvora en las manos de la acusada, lo que determina científicamente que disparó un arma de fuego.

La víctima no tenía nada que ver con la discusión

Según consta en el acta de imputación, en la noche del 23 de setiembre de 2023 Lucas Ochoa Vargas y Rocío Celeste Fernández Lira, junto a otra persona que no ha sido identificada hasta ahora, llegaron a una casa ubicada en calle Alejo Irusta al 600 de Maipú a bordo de un Fiat Cronos gris, conducido por Ochoa.

En la vivienda se encontraban dos hermanos, los dueños de casa, junto a Murúa, que había ido a visitarlos y que no conocía a los sujetos del auto. Ochoa habló con el dueño de casa y comenzaron a discutir por una deuda de 500 pesos, dinero que le visitante le debía al dueño de casa por una compra de marihuana.

El presunto agresor dijo “chau, me voy y enseguida vuelvo”, se subió al auto y se fue. A los pocos minutos el auto volvió –la secuencia quedó registrada en un video de una cámara de seguridad de la zona- y desde su interior, dispararon contra la casa. Una de las balas ingresó por la ventana e impactó en el cuello de Federico, quien falleció en el lugar. El auto de los presuntos agresores partió rápidamente pero el dueño de casa salió y logró verlo.

Los dueños de casa llamaron al 911 denunciando el hecho y luego aportaron los datos del joven y la mujer, incluso a través de sus perfiles de Facebook. Los investigadores fueron hasta la vivienda de Ochoa, en la manzana C del barrio Los Ceibos de Maipú y lograron detener a la pareja.

El fiscal Torres los imputó al día siguiente por el delito de homicidio agravado por arma de fuego en calidad de coautores y quedaron detenidos. El fiscal ordenó que se realizara una prueba de barrido electrónico en las manos de los dos detenidos y el resultado dio positivo para la mujer: el microscopio detectó pólvora en sus manos por lo que se determinó que había disparado en las últimas horas un arma de fuego.

Esta es una de las pruebas que presenta la fiscalía en la audiencia de prisión preventiva se realizará mañana a las 9 en el Polo Judicial. Además, son pruebas de peso, la declaración de dueño de casa y de su hermano, quienes ofrecieron la misma versión.

“Estábamos tomando una cerveza con mi hermano y mi amigo Federico y llegó Ochoa a comprar una fasitos. Empezamos a discutir porque me debía 500 pesos”, dijo el dueño de casa.

Luego explicó que tras el disparo que mató a su amigo “salí y observé el mismo auto en el que se había llegado Ochoa con los dos pibes”.

Por otra parte, la acusada, Rocío Fernández Lira, también declaró en la causa, diciendo que iba en el auto con Ochoa y otro sujeto conocido como “Ñoño” que fueron a la casa donde se produjo el homicidio, que luego de una discusión volvieron y Ochoa “dio la vuelta a la manzana y le disparó por la ventanilla derecha por encima de mí, por la ventana”.

También sostuvo que en cierta ocasión, se encontró con Ochoa en el Polo Judicial y le dijo “que me haga cargo yo porque las pericias me salen a mí. Que él me va a aguantar, que me va a pagar un abogado, que me va a ayudar a salir. Él no quiere hacerse cargo de lo que hizo”· Luego agregó que Ochoa disparó y ella estaba en el asiento de acompañante.

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