Pensaron que lo habían asesinado en una riña en Godoy Cruz pero se determinó que fue un suicidio

Lo que en principio se estaba investigando como un asesinato –la muerte de Marcelo Javier Rojas (45), el hombre que murió el domingo al recibir un disparo en la cabeza en Godoy Cruz- se ha cerrado finalmente como un caso de suicidio.

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Inicialmente se pensó que el domingo a las 21.48 en Lamadrid y Montes De Oca (Godoy Cruz) Rojas había fallecido a manos de una persona que fue identificada y que le habría disparado durante una riña en el interior del Barrio Parque Sur.

La versión inicial sostenía que esa persona había discutido con Rojas, se fue del lugar y volvió minutos más tarde con un arma de fuego y le disparó en la cabeza

Rojas fue trasladado al Hospital Lencinas, donde se le realizaron ejercicios de resucitación, sin que pudieran salvarle la vida.

La investigación quedó a cargo de la Fiscal de Homicidios Andrea Lazo que, tras tomarles declaración a cuatro testigos estableció que se había tratado de un suicidio que fue luego corroborado en los laboratorios de Cuerpo Médico Forense.

Lo cierto es que se el hijo de Rojas mantuvo discusión con la familia de su pareja y lo golpearon. Entonces el padre se tomó un arma y fue increpar a los agresores. Cuando sus hijos y sobrinos intentaron detenerlo el hombre –tal vez bajo estado de ebriedad- terminó disparándose en tiro en la cara. Según los investigadores habrían tenido un episodio suicida recientemente.