11 de marzo de 2025 - 12:14

Juicio por la muerte de la enfermera Chávez: "Le recomendé trabar la puerta y hacer la denuncia"

Declaró la abogada de la víctima y explicó que la mujer tenía miedo de sus inquilinos, quienes están acusados de homicidio simple.

Tras los alegatos de apertura del juicio por el asesinato de la enfermera jubilada de San Rafael Silvia Zulema Chávez (72) que se celebraron el jurado popular comenzó a escuchar a los primeros testigos llamados por el juez técnico Julio Bittar.

La primer testigo que declaró auer en el debate que ser realiza en la modalidad juicio por jurados fue la abogada que asesoraba a Chávez, cuando la mujer quería que sus inqulinos -los acusados Mauricio Albornoz y a Carina Domínguez- se mudaran de departamento que ocupaban en la parte trasera de la propiedad de la enfermera.

La abogada explicó que “Silvia se comunicaba conmigo porque temía de sus inquilinos. Decía que todo el tiempo entraba y salían personas y que eran muy ruidosos. Le recomendé trabar la puerta que daba al patio y hacer la denuncia”.

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Mauricio Albornoz, está acusado del homicidio de la enfermera Silvia Chávez. Gentileza Poder Judicial

Mauricio Albornoz, está acusado del homicidio de la enfermera Silvia Chávez. Gentileza Poder Judicial

Luego sostuvo que había convocado en tres oportunidades a Mauricio Albornoz, para intimarlo a dejar el departamento que alquilaba y que “nunca entregó las llaves y pidió plazo para irse de la casa. Silvia no quiso acompañarme a esas reuniones porque ya había sido maltratada por Albornoz”, contó

Luego fue el turno de la ex pareja de Chavez, quien se sometió al interrogatorio de las partes; primero de los fiscales Pablo Peñasco y Paula Arana, luego por de Javier Giaroli (querellante oficial); y por último preguntaron Martín Guerrero (defensor de Domínguez) y Ricardo Tosseto (abogado de Albornoz).

Este testigo contó que “en el último tiempo la encontré bien de salud; no convivíamos, pero habíamos tenido un acercamiento y me dijo que me llamaría porque iba a regalarme unas cosas”.

Además, se refirió a la relación que Chávez tenía con una hermana sobre lo que aseguró: “no se querían” y detalló: “en pandemia tuvieron diferencias que llegaron a la agresión y discutían permanentemente. Supe que ella fue la primera persona que entró a la casa luego de que desapareció Silvia. Y entiendo que es quien ocupa la casa en la actualidad”, detalló el hombre.

En el segundo turno de testimoniales habló la una cuñada de Silvia Chávez, quien dijo haber ido a la policía cuando –junto con su hermano y pareja de la víctima- comenzaron a preocuparse por su ausencia. “Con mi hermano empezamos a dudar; ya había pasado una semana sin novedades y había algo que no nos cerraba. La hermana de Silvia nos dijo que ella ya había realizado la denuncia y nos pidió que no intervengamos. Cuando esta hermana me vio en la policía, se enojó y me dijo que yo venía a “meter la pata”.

Una enfermera jubilada que fue compañera de trabajo de Silvia Chávez en el Hospital Schestakow habló sobre una serie de notas que dejó debajo de la puerta de la casa de la mujer durante los días en los que fue vista y contactada por última vez. “Le llamaba por teléfono y no atendía. Pasaba por su casa de día y le dejaba notas por debajo de la puerta. Antes de eso nos habíamos reunido y ella me había manifestado que quería contactarse con una abogada porque quería que sus inquilinos se fueran”, detalló la mujer.

Problemas familiares

Luego la hermana de Silvia Chávez, con quien había iniciado trámites de sucesión, declaró y explicó las diferencias que tenía con su hermana. “Eran siempre las mismas: no lográbamos acordar respecto a la venta de la casa. Por eso dejé de frecuentarla y nos hablábamos sólo por teléfono. Iba a su casa únicamente si ella me llamaba”, dijo.

Además, explicó por qué fue la primera en entrar a la casa, cuando se supo que habìa desaparecido. “Fui a ver qué pasaba; en la comisaría me recomendaron que hiciera una investigación entre los vecinos y allegados. Cuando entré documenté todo porque no teníamos buena relación y no quería que me acusara si faltaban cosas”, dijo la hermana de la víctima que visualizó con el jurado cada uno de los videos que ella misma registró con su celular. Además, explicó que ella misma fue investigada: “la fiscalía se llevó dos teléfonos míos, las escrituras de la casa, vinieron con perros a mi propio domicilio”, señaló.

Por último, prestó declaración un fletero que realizó la mudanza desde la vivienda en la que –en ese entonces- vivían Carina Domínguez y Mauricio Albornoz, en un departamento que le alquilaban a Silvia Chávez. “Me contactaron para mudar a una casa que quedaba a unas 7 cuadras de distancia. Llevé muchas bolsas con ropa, cinco o seis cajones de conservas, dos ventanas nuevas de álamo”, indicó el trabajador.

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