La historia y búsqueda de Pink Floyd, el cuarteto británico que integraron Roger Waters, David Gilmour, Nick Mason y Richard Wright, se puede dividir en varias etapas.
La década del '60 fue el semillero de las grandes bandas de rock, que marcarían a fuego la historia del género, y Pink Floyd es el grupo de rock progresivo y sinfónico que cambió la forma de hacer música entre sus coetáneos.
Su comienzo oscuro y psicodélico está marcado por la presencia de Syd Barrett, el primer gran líder de la banda. Esa mirada perturbadora hacia el rock se percibe en su primer disco, "The Piper at the Gates of Dawn" (1967), pero, tras su pronta salida, la llegada de David Gilmour marcaría un antes y un después. Aquí, una retrospectiva por los discos emblemáticos de la banda.
The Dark Side Of the Moon (El lado oscuro de la luna - 1973)
Es el disco de los récord para Pink Floyd (vendió más de 35 millones de unidades) y con el que lograron la masividad. Así dieron inicio a una obra conceptual y redonda.
¿Por qué? Porque se condensan dos aspectos fundamentales. El musical: un delineado sonido que une la psicodelia y el pulso progresivo, sumado a las canciones y efectos que con el tiempo quedaron como clásicos inigualables del rock (y "On the run" es una de las composiciones más acabadas de esa búsqueda). Y, por otro lado, el concepto que persigue el álbum al hablar de los miedos de la sociedad, la muerte, la soledad y el egoísmo. Gritos, gente hablando, el efecto de las monedas y cajas registradoras por detrás de las melodías: todo era válido en el camino de la experimentación.
Wish You Were Here (1975)
En su noveno álbum, Pink Floyd sigue incursionando en el uso de sintetizadores, efectos y la idea conceptual, como una especie de guion cinematográfico en "Wish You Were Here".
Ya sin Barret, el disco comienza con un "Shine on You Crazy Diamond", un sentido homenaje a su anterior miembro. En solo cinco canciones, dan cuenta del mensaje crítico de la banda. Esta vez, a la industria de la música con el tema "Welcome to the Machine" (que se transformó en un hito para el rock progresivo). Igualmente, el tema que lleva el mismo nombre que la placa es todo un himno de los '70.
The Wall (1979)
La pared que existía en la banda se hace notar en "The Wall", uno de los discos referentes del rock progresivo y que encierra la etapa donde Roger Water comenzó a apartarse de su público. En el medio de las grabaciones existía la tensión en la banda e incluso el tecladista Richard Wright fue despedido por Waters.
"Another Brick in the Wall" y "Hey You" se convierten en himnos del disco, con un concepto potente en tiempos de la Guerra Fría. En "The Wall" la banda explora el abandono y el aislamiento, simbolizado por una pared. Los hechos que marcaron la vida de Roger Waters, cuyo padre fue asesinado durante la Segunda Guerra Mundial. El padre de Pink (el personaje principal del disco) comienza a construir un "muro" metafórico a su alrededor.
Aquí, los efectos en el show en vivo marcaron una bisagra en la banda. Además, el álbum dio pie a la película que lleva el mismo nombre dirigida por Alan Parker en 1982, con guion de Roger Waters, convirtiéndose en una cinta de culto.
The Division Bell (1994)
Un álbum que marca la vigencia del grupo con el paso de los años. También se puede percibir el ingreso a la última etapa creativa de la banda que tanto le dio al rock mundial.
Con temas como "Coming Back to life" o "High Hopes", Pink Floyd ingresa nuevamente a esa búsqueda musical en la cual el grupo siempre estuvo sumergido. La impronta de Gilmour vuelve a brillar como en sus etapas de esplendor y nuevamente el gigante británico vuelve a ponerse de pie.