A principios de 2018, la inflación estimada para todo el año era de 15%, pero terminó rondando el 50%. El dólar duplicó su valor en el transcurso de esos 12 meses y la suba más importante se dio en dos saltos, en mayo y en agosto. De ahí que sea comprensible la incertidumbre sobre qué puede llegar a ocurrir con la economía en 2019, cuando además habrá elecciones presidenciales. Esta desazón incluye a quienes tienen un pequeño monto ahorrado y quieren hacer lo posible para resguardarlo de los vaivenes.
La inflación esperada hasta diciembre, de acuerdo al último Relevamiento de Expectativas de Mercado, que se puede consultar en la página del Banco Central de la República Argentina, es de 28,7%. Sin embargo, este mismo análisis arrojó un 19,4% en enero de 2018. Por otra parte, la suba de precios que estimó el gobierno en el presupuesto nacional 2019 es de 23%.
En cuanto al dólar, hasta marzo -aunque es probable que se extienda la medida- está vigente la zona de no intervención, o banda, que establece un límite superior y uno inferior, dentro de los cuales la cotización puede moverse libremente. Cuando cae por debajo del menor, el Banco Central sale a comprar dólares para que el valor de la moneda estadounidense suba y cuando se ubica por encima del mayor, la entidad vende divisas para hacer que la divisa baje.
El piso está hoy en $ 37,43 y el techo en $ 48,43, pero como la banda cambiaria establece un 0,06% de incremento diario de ambos límites, el 31 de marzo -que es hasta cuando se extiende por el momento la regulación- la franja estará delimitada por $ 39,39 y $ 50,97. Pero los años en que se elige presidente suelen favorecer el resguardo en la moneda estadounidense, lo que podría hacer que trepe la cotización.
Ante este difuso escenario, a quienes han logrado sostener un pequeño ahorro les puede surgir la pregunta de qué pueden hacer para protegerlo en 2019 y, de ser posible, lograr que crezca para competirle o ganarle a la inflación. Las dos opciones que los economistas coinciden en recomendar a quienes tienen menos de 100 mil pesos, es decir los pequeños ahorristas, son el dólar y el plazo fijo en pesos. O, aún mejor, una combinación de ambos.
“Los años electorales son muy difíciles, lo cual nos da una primera pauta de que uno debería, en primer lugar, diversificar riesgos. Después, que sean inversiones de corto tiempo, salvo que uno tenga un proyecto y sea una inversión productiva, más que especulativa o financiera”, expresó el economista Raúl Mercau.
Por otra parte, los especialistas advierten que es importante tener en cuenta no sólo el monto ahorrado, sino cuál es el destino. Si se está pensando en adquirir un inmueble, lo más conveniente es optar por dólares. También, si se tiene ese dinero para una posible emergencia, ya que se puede cambiar de inmediato, mientras los plazos fijos tienen una fecha de vencimiento. Otras opciones de inversión, como los fondos comunes o bonos, suelen requerir del asesoramiento de un ejecutivo bancario o un operador de bolsa.
1. Plazo fijo en pesos
El economista Pablo Salvador consideró que la opción más conveniente para micro ahorristas es el plazo fijo, ya que los bancos privados están ofreciendo una tasa de interés de entre el 45 y el 50% anual, cuando se espera que la inflación se ubique entre el 25 y el 30% -aunque aclaró que podría ocurrir algo que lleve a superar este porcentaje.
De todos modos, resaltó que hay que tener en cuenta que los plazos fijos han empezado a pagar impuestos cuando los intereses ganados en un año por esta inversión -a la que se deben sumar las otras que se tengan, como Letes- exceden los 67 mil pesos. Es decir, que si se mantienen las tasas actuales, cuando el dinero en el banco llega a los 150 mil pesos, se empieza a tributar un 5% de las ganancias por sobre ese límite (no del capital).
Algo similar se puede lograr, agregó Salvador, con el plazo fijo en UVAs, ya que la tasa supera la inflación en unos puntos, porque se ajusta por el CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia). Sin embargo, en esta caso se tributa el 15% de los intereses, también por sobre los $ 67 mil de ganancia, y hay que dejar el dinero inmovilizado por 90 días como mínimo, por lo que se trata de una inversión de mediano plazo.
2. Dólar
José Vargas, de la Consultora Evalecuon, coincidió en afirmar que los pequeños y medianos ahorristas -de hasta 100 mil pesos en el primer caso y hasta 500 mil en el segundo- deberían repartir un 50% en plazo fijo en pesos, para aprovechar las altas tasas, y la mitad restante en dólares. Es que aunque la cotización se mantiene cerca de $ 39, con lo que está por detrás de la inflación, es esperable que esto cambie.
En este sentido, indicó que va a ser un "año eleccionario bastante volátil, con mucha incertidumbre" y es probable que, cuando se aproxime el momento de ir a las urnas, la cotización pegue un salto.
Mercau explicó que en este momento el dólar está barato, rozando el piso de la banda, por lo cual podría ser una oportunidad para atesorar esta divisa, si se sigue la lógica de que se debe intentar comprar barato para vender caro. De todos modos, señaló que la tranquilidad de la moneda estadounidense responde a que se están liquidando exportaciones y los billetes verdes están volviendo, con cautela, a los países emergentes, pero es un escenario de corto plazo.
“¿Qué va a pasar con el dólar? Difícil saberlo”, reconoce Pablo Salvador para señalar que, al parecer, la cotización va a ir acompañando la inflación. De ahí que la tome como una opción para resguardar el ahorro, pero no para multiplicarlo.
3. Mercado de capitales
Leandro Fisanotti, gerente de Desarrollo del Mercado Argentino de Valores, señaló que 2019 va a ser un año bastante volátil y ofreció distintas alternativas para los pequeños ahorristas, según respondan a un perfil conservador, intermedio o agresivo.
Para quienes son más conservadores sugirió que opten por Letes o un AO20 y una pequeña participación de AY24, que es un bono que vence en 2024 pero empieza a amortizar en mayo, paga un 20% del capital y está teniendo un buen rendimiento.
También consideró que se debe tener un 25 a 30% de participación de la cartera en moneda local, pero en renta fija -no en acciones, porque van a estar marcadas por la volatilidad- y que los cheques de pago diferido son una opción interesante en este sentido, ya que tienen un buen perfil crediticio y tasas por encima del 50%.
Para un inversor intermedio, estimó que se podría aprovechar los rendimientos que están teniendo bonos como AY24, Discount o Par en dólares e incluso tomar un poco de títulos argentinos, ya que hoy tienen un diferencial a favor del inversor y si bien en el último trimestre de 2018 se empezó a hablar de reestructuración de la deuda, Fisanotti resaltó que se renovó el 100% en la última licitación de Letes y el panorama de financiamiento no parecería ser tan complejo.
Quienes tienen un perfil más agresivo podrían tomar algunas acciones, pero recomendó inclinarse por aquellas vinculadas a los sectores más dinámicos, como agro y energía; que tengan un componente de mercado externo y no demasiada exposición a deuda en dólares; pero sobre todo, que muestren una buena compatibilidad entre sus flujos y pasivos en relación a moneda.
Otra posibilidad en esta línea, en especial para quienes tienen un monto reducido, es el fondo común de inversión, que permite diversificar como si se tuviera acciones en distintas compañías. Mercau planteó que puede dividirse un tercio en plazo fijo, un tercio en dólar y otro más en esta herramienta.
4. Oro
El economista Daniel Garro, de Value International Group, opinó que el contexto internacional va camino a una recesión en 2020 o 2021, por lo que las acciones van a estar volátiles. Por eso, planteó que lo ideal es mantenerse líquidos y si bien el dólar irá aumentando en el mediano plazo, indicó que lo mejor es comprar oro.
Para hacerlo, explicó que se pueden adquirir directamente joyas en las joyerías o lingotes por medio de operadores locales. También es posible comprar por Internet monedas de oro -como el águila de USA o el Krugerrand de Sudáfrica-, aunque hay una demora de hasta 6 meses por la alta demanda. En cambio, desaconsejó los índices de oro, ya que son contratos y están sobrevendidos.
5. Mercadería
Raúl Mercau opinó que otro modo de resguardar el dinero del impacto de la inflación para el pequeño ahorrista es invertir en mercadería. Para ello es necesario planificar los futuros consumos de productos no perecederos y luego ir a un supermercado mayorista para hacerse con un stock de lo que se utilizará en los próximos meses. Aquí la ventaja puede ser doble si se obtiene un descuento por comprar por cantidad (bulto o paquete).
Los hábitos para que no falte el dinero
Los economistas consultados manifestaron que lo importante para proteger los ingresos, especialmente en un año en el que el horizonte se presenta poco claro, es tener una conducta de ahorro. Lo ideal, continuó, es elaborar una planificación financiera y, de ser posible, que el presupuesto se extienda durante varios meses, para ordenar números y establecer prioridades.
Si bien una prioridad puede ser ahorrar e invertir, otra no menos significativa es evitar las deudas y, si ya se tienen, desendeudarse. Es que las tasas están muy altas, por lo que se debería huir del pago mínimo de la tarjeta, ya que se aplican intereses sobre intereses. Por eso, en cuanto sea posible, se debe ir al banco y pedir que cobren el monto total.