Nestor Marconi: bandoneón que sabes mi querer

El compositor y bandoneonista actuará hoy en el cierre de Tango por los Caminos del Vino, junto al Ensamble Colombo.

Nestor Marconi: bandoneón que sabes mi querer
Nestor Marconi: bandoneón que sabes mi querer

Se sienta con el bandoneón abrazado. Sonríe y cierra los ojos: pasa por su memoria la codificación de las notas en dos por cuatro. Saborea la música. El fueye inhala y exhala: así se despierta.

Néstor Marconi vive la música con esa intimidad. Lo sabemos por todos (los innumerables) registros que hay de él en las plataformas digitales. Y que ni hace falta presentarlo, pensamos, aunque una ventana a la carrera de este ineludible de la música ciudadana es necesaria. Sobre todo ahora, que nos visita una vez más, formando parte de la programación del último día de "Tango por los Caminos del Vino" 2018.

Bandoneonista, compositor, arreglador, figura central del tango argentino, Marconi tiene en sus espaldas una carrera que se remonta a 1958, cuando debutó con tan solo 16 años, con el bandoneón que empezó a estar a los 10.

Poco después, entraría al tango “por la puerta grande”, como le gusta decir, cuando le presentaron a José Basso para audicionar y reemplazar al bandoneonista de su orquesta en las presentaciones que tenía en Rosario. No solo quedó elegido, sino que los acompañó en la gira nacional y, finalmente, echó el ancla en esa formación. Tanto que se fue a vivir a Buenos Aires, acompañado por su familia.

Pasaron pocos años hasta que, por consejo del propio Basso, dio un paso al costado de la formación y emprendió  su carrera solista. Maduró entonces el sonido áureo del bandoneón.

Desde entonces, acompañaría a Osvaldo Manzi, a Lito Scarso. Integraría el Sexteto de Enrique Mario Francini, para después fundar "Vanguatrío". Dejaría en Caño 14 muchas noches antológicas. Colaboraría con el último gran exponente del tango canción, Roberto "El Polaco" Goyeneche. Llevaría varias veces el tango hasta Japón, actuaría muchas veces con Martha Argerich o Yo-Yo Ma. Pondría su música, incluso, para películas como "Sur", de Pino Solanas, o la deliciosa "Tango", de Carlos Saura. 

Marconi se reconoce en el legado de Pedro Laurenz, Aníbal Troilo y Piazzolla, entre otros. Tres fundamentales del desarrollo de la técnica del bandoneón solista.

Un antes y un ahora

En más de 50 años de carrera, vivió el cambio del tango. "Que el tango es una posibilidad infinita", como decía Marechal, lo sabemos, pero en los últimos 50 años descubriríamos nuevas fisionomías. 

Marconi ha reflexionado sobre este tema. Algunas de sus frases dicen esto: "Hoy hay notables instrumentistas. También van a aparecer letristas. Pero la cuestión es que hoy el poeta escribe algo y quién lo canta, quién lo graba. Es todo un problema. Los músicos de hoy son muy buenos, pero quizás lo que les falta es potrero, si lo decimos en términos futbolísticos. Porque hoy para tocar se tienen que inventar un escenario. Si enfocamos la cuestión en el bandoneón, la escuela del instrumento de este tiempo es muy superior a la nuestra. Antes los bandoneonistas se hacían un poco a los golpes.

Hoy el instrumento tiene un estudio que en otro tiempo tenían el piano o el violín, pero que le estaba negado al bandoneón" (para Télam, en 2016).

Es que, desde su debut, el género se ha expandido. Ya Astor Piazzolla revolucionó el tango, aquilatándolo con todas las posibilidades que le daban las técnicas clásicas (los debates enconizados sobre su música hoy están pasados y pisados). En los '90, el tango terminaría de globalizarse: a Europa ya lo había llevado Piazzolla, en Oriente fascinarían su corte y su quebrada, para ser un entretenimiento que se consume en dólares.


    Herencia de grandes. Néstor se reconoce en el legado de Pedro Laurenz, Aníbal Troilo y Astor Piazzolla.
Herencia de grandes. Néstor se reconoce en el legado de Pedro Laurenz, Aníbal Troilo y Astor Piazzolla.

Ya a principios del 2000, viviríamos el florecimiento del llamado Tango Siglo XXI. Un tango con menos potrero, ciertamente, pero que ha demostrado que el sonido vernáculo puede navegar a nuevos horizontes, mixturarse, ser proteico y terminar de convertirse en una posibilidad infinita. El tango, una vez más.

La orquesta Colombo 

El encuentro entre Marconi y la Orquesta Colombo no es nuevo. Ya en 2014 actuaron juntos en el Teatro Universidad, que por ese entonces estaba aún en calle Lavalle.

La historia de este ensamble se remonta a los años '40, cuando la fundó Francisco Colombo en nuestra provincia. La herencia es recogida por la familia, porque hoy la formación está integrada por descendientes y familiares suyos. Este Ensamble está encabezado por Mariano Colombo (pianista) y Fabrizio Colombo (bandoneonista). Sus padres, Héctor Colombo y Marcela Carrizo, también están cerca del proyecto, aunque el padre se distanció del proyecto en 2015.

Sin embargo, el legado de Francisco Colombo, fallecido en 2002, goza de entera actualidad. Y parece avanzar hacia el futuro: Fabrizio Colombo, el nieto, es una joven promesa del bandoneón mendocino, alumno también de Marconi.

Para conocerlo

En Spotify están disponibles algunos de sus discos más interesantes. Entre ellos:

-"Martha Argerich, Daniel Rivera, Néstor Marconi. Grabado en vivo en el Teatro El Círculo de Rosario": El repertorio está enfocado en Astor Piazzolla a modo de homenaje y contiene nueve piezas, algunas de ellas con arreglos que fusionen más de una.

Destaca su vibrante versión de la "Milonga del Ángel" para dos pianos, viola, contrabajo y bandoneón.

- "Sobre imágenes": el décimo en su discografía, planteado como un puñado de imágenes, o de vivencias. Es un agradecimiento también a esos artistas que lo hacen ser quién es: desde Enrique Mario Francini y su sexteto, pasando por Vanguatrío hasta Goyeneche. A las piezas de su autoría ("Un vino de adiós", "Tiempo cumplido", etcétera)  convoca a importantes impecables como el violinista Rafael Gíntoli y su hijo Leonardo Marconi.

Ficha

Tango por los Caminos del Vino - Último día.

A las 18.30, en Susana Balbo Winnes (Cochabamba 7801, Agrelo, Luján de Cuyo). SaxTango por Fabrizio Amicarelli.

A las 20, en Bodega Trapiche (Nueva Mayorga s/n, Maipú). Néstor Marconi y Ensamble Colombo.

A las 20.30, en Passionate Wine (Av. Correa 1221, Tupungato). 34 Puñaladas, integrado por: Edgardo González, Alejandro Guyot, Maximiliano Cortez, Lucas Ferrara, Juan Lorenzo y Juan Taffarel.

A las 21.30, Gran Milonga de Cierre, en la rotonda del Rosedal en el Parque General San Martín. Entrada libre y gratuita.

Las entradas se canjean en la Secretaría de Cultura (España y Gutiérrez). Se dan dos por una caja de leche entera en polvo de 800 gramos.

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