Los celulares con “tapita” nos conquistaron en los primeros años de este siglo. Su uso cabalgaba entre la practicidad y el “efecto dramático” de su cierre. Gracias a su posibilidad de plegarse, eran pequeños y elegantes, e introdujeron la segunda -aunque muy básica- pantalla en la parte exterior.
Pero un día los smartphones se impusieron y pasaron al olvido hasta que hace tres años volvieron en formato inteligente, con pantallas flexibles y más funcionalidades.
Así, los smartphones plegables surgieron como una curiosidad dentro de una industria que, aunque no para de evolucionar su tecnología, ha dejado de innovar en formatos y diseños. Por eso ante los plegables surgió la duda que aún resuena ¿son una tendencia que se agota a corto plazo o llegaron para quedarse?
Ventajas y desventajas
La pregunta más común es ¿vale la pena pagar por un teléfono plegable? Aquí es donde todos esperan una respuesta contundente que no llega con facilidad. La respuesta obvia es: depende.
La principal ventaja de los plegables es que permiten tener no sólo una pantalla más amplia que los smartphones actuales sino de tener dos. Una exterior para usos rápidos y básicos y una interior más grande para acceder a todas las funciones.
Una pantalla más grande permite además una mejor visualización de contenido multimedia -desde la edición de fotos y videos propios a ver películas y series-, una cualidad que por obvia no deja de ser ventajosa.
También sirven para aquellos que ocasionalmente necesitan comodidad para trabajar. Los smartphones plegables no son una tablet pero se parecen mucho. Además hacen que la multitarea sea más fácil ya que no está limitada a las pocas pulgadas de una pantalla tradicional.
Los plegables actuales del mercado son, también, gama alta. Esto significa que no solo es un teléfono que se dobla sino uno que tiene una batería óptima, pantalla de gran calidad, un procesador poderoso y cámaras con la mejor resolución.
Pero no todo lo que brilla es oro y los smartphone plegables también tienen desventajas. La principal es el precio: la mayoría son caros y no hay tanta variedad. Una pantalla más grande significa pagar más por ella y los precios están por encima de los 1.000 dólares.
El otro inconveniente es más subjetivo: aún son gruesos o pesados. No todos los modelos son iguales pero aún no se llega a un modelo ideal que combine ligereza con estilo junto a una pantalla enorme con una batería duradera.
Opciones y precios en Argentina
En nuestro país la oferta es limitada pero con calidad. Samsung ofrece en el mercado local los Galaxy Z Fold 3 y Z Flip 3, dos equipos que apuntan a públicos distintos.
El Galaxy Z Fold 3 es un tope de gama. Su pantalla es Dynamic AMOLED 2X y alcanza 7,6 pulgadas desplegada. Tiene un procesador Qualcomm Snapdragon 888, 12 GB de RAM y una batería de 4.400 mAh. Además posee tres cámaras traseras y una frontal. Su precio es de $289.999.
La otra opción de Samsung apunta a un público que busca más practicidad que prestaciones. El Galaxy Z Flip 3 tiene una pantalla de 6,7 pulgadas desplegada. Tiene batería de 3.300 mAh, sensor de huellas en el lateral y un procesador Qualcomm Snapdragon 888. Cuenta con dos cámaras traseras y una frontal. Su precio es mucho más bajo que el Fold 3 y se vende por $169.999.
Aunque ambos precios son elevados, desde Samsung incentivan la compra a través de su Plan Canje, que ahora se amplió y permite entregar dos equipos usados para conseguir hasta 50% de descuento. Además se pueden comprar en cuotas sin interés y viene con eVouchers de regalo para sumar accesorios sin costo.
“La idea detrás de esto es que se vuelvan una línea de productos no tan de nicho sino un poco más masivos pero siempre dentro de la gama Premium”, contó Mariano Dascanio, gerente de Marketing de producto en Samsung Argentina, a Los Andes.
El otro modelo que estuvo disponible hasta poco en el país venía de la mano de Motorola y su reinvención de un clásico. El Moto Razr 5G tiene la apariencia elegante del modelo plegable original pero con prestaciones de un equipo actual. Cuenta con dos pantallas de alta resolución, la principal de 6,2 pulgadas desplegada y la externa de 2,7 pulgadas. Aunque solo tiene dos cámaras, ambas son potentes y de gran resolución. Cuenta también con un procesador Snapdragon 765G de Qualcomm y está hecho de aluminio. Se vendía por $149.000 pero ahora está agotado, aunque pronto vendría una nueva versión del equipo al país.
Los otros modelos
Aunque no se venden en Argentina, hay otras marcas con plegables en el mercado y China es el principal productor. Huawei tiene dos modelos, el Mate X y Mate XS. También Xiaomi con el Mi Mix Fold y la marca Royole Flexpai fue la primera empresa en lanzar un plegable y ahora tiene uno mejorado llamado Flexpai 2.
¿Y Apple? Solo hay rumores y dicen que quizá lance su propio plegable pero recién en 2025.
Debut complicado
Replicar el formato de modelos plegables, como el viejo y querido Motorola Startac 3000 o el Sony Ericcson Walkman, implicaba adaptar nueva tecnología para no perder ventajas.
Nacieron para explotar la nostalgia por los antiguos modelos pero también para satisfacer la demanda de pantallas cada vez más grandes.
Así, en 2019 Samsung salió al mercado con su primer Galaxy Fold, un smartphone que se doblaba como un libro y era el que se lanzaba al público masivo. Sin embargo, los teléfonos entregados a periodistas y especialistas en los días previos al lanzamiento presentaron fallas. Grietas en la pantalla, mal funcionamiento del sistema táctil y bultos no deseados fueron algunos de los reportes. Si a eso se sumaba el excesivo precio de venta de casi 2.000 dólares, el smartphone plegable parecía tener los días contados.
Pero nada de eso afectó a la tendencia y el éxito. Samsung no sólo mejoró el modelo sino que lanzó otro más -el Galaxy Flip- y otras grandes marcas como Huawei, Xiaomi o Motorola también produjeron sus propios equipos.