Después de un largo proceso legal, que duró 13 años, 31 de los 33 mineros que sobrevivieron tras quedar atrapados en la Mina San José, ubicada en Chile, ganaron un juicio histórico contra el Estado de Chile. La Corte Suprema de Chile rechazó un recurso presentado por el Consejo de Defensa del Estado (CDE), permitiendo que los mineros reciban una indemnización por su traumática experiencia.
En ese marco, el Estado de Chile deberá desembolsar un total de 1,4 millones de dólares, que se distribuirán entre los 31 mineros que presentaron la demanda. Cada uno de ellos recibirá aproximadamente 46.000 dólares como compensación por el sufrimiento y la negligencia percibidos en el manejo de la seguridad de la mina.
De esta manera, según informó Infobae, este fallo representó un cierre simbólico de una larga batalla legal que comenzó después del accidente y el dramático rescate que capturó la atención del mundo entero, que los mantuvo en vilo durante 68 angustiosos días en 2010.
Durante años, los mineros lucharon por el reconocimiento de que hubo una falta de servicio por parte de las instituciones estatales encargadas de supervisar las minas en Chile, incluyendo el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), la Secretaría Regional ministerial de Salud y la Dirección del Trabajo.
Para muchos de los mineros, esta indemnización llega después de haber perdido la esperanza de que se les compensaría por el trauma sufrido durante su tiempo atrapados bajo tierra. Además, algunos de ellos tuvieron que enfrentar problemas de salud relacionados con la exposición a condiciones de trabajo peligrosas y al polvo de la mina.
Ante la decisión de la Corte, uno de los mineros, Omar Reygadas, quien ahora trabaja en una empresa de alquiler de vehículos, expresó su incredulidad ante la noticia de la indemnización: “Eso ya se lo había dado a Dios nomás”.
Johnny Barrios, quien padece silicosis como resultado de su tiempo en la minería y actualmente trabaja como conductor de maquinaria pesada en la municipalidad de Copiapó, planea utilizar el dinero para renovar su camioneta y respaldar proyectos familiares.
Por otra parte, José Ojeda, quien escribió el famoso mensaje “Estamos bien en el refugio los 33″, que tranquilizó al mundo entero 12 días después del accidente, ha enfrentado problemas de salud, incluyendo diabetes, problemas cardíacos y Alzheimer. Él comentó que en 2018 les prometieron una indemnización de 93.000 dólares, pero los abogados del CDE apelaron y redujeron la cifra, por lo que destacó que no se hizo justicia, sino que simplemente se cerró el caso.
Cabe destacar que Raúl Bustos y Juan Illanes son los dos mineros que no se unieron a la demanda. Illanes explicó previamente que creía que los responsables de indemnizar a los mineros deberían ser los dueños de la mina, no el Estado. Mientras tanto, Bustos indicó que ya había pasado página y que estaba enfocado en otra etapa de su vida.
Luis Urzúa, quien era el líder del grupo al momento del accidente, ahora se dedica a dar conferencias sobre seguridad laboral. Para él, la indemnización marca el cierre de un ciclo importante. “Está marcando un precedente para la minería en Chile”, afirmó el hombre.
Aun así, para muchos de los mineros, el objetivo no era tanto el dinero como el reconocimiento de la injusticia sufrida. El abogado Jorge Ríos, quien representa a los mineros en este caso, anticipó que el pago de estas indemnizaciones no debería demorar más de dos a cuatro meses.
El accidente en la Mina San José, que se encuentra cerca de Copiapó, Chile, ocurrió el 5 de agosto de 2010, cuando una enorme roca bloqueó la entrada de la mina. Los mineros lucharon por sobrevivir bajo tierra hasta el 13 de octubre de ese mismo año, cuando fueron rescatados uno por uno mediante la famosa cápsula Fénix.