Esta mañana el Vaticano anunció el fallecimiento del papa Francisco a los 88 años. En una entrevista años atrás contó que no le tenía miedo a la muerte.
El día que el papa Francisco habló sobre la muerte: "Le pedí a Dios que no me agarre inconsciente".
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InfobaeEste lunes por la mañana, el mundo recibió con profundo dolor la noticia del fallecimiento del Papa Francisco. La información fue confirmada por el Vaticano tras suúltima aparición pública durante la celebración de Pascua, desde el tradicional balcón de la Basílica de San Pedro. El sumo pontífice había saludado a los fieles con su habitual serenidad, en silla de ruedas y sin asistencia de oxígeno, pese a su delicado estado de salud.
Hace dos años, Francisco le brindó una entrevista a Infobae donde expresó con notable calma sobre la idea de la muerte. “Sé que va a venir”, dijo con firmeza, mientras recordaba momentos de riesgo en su vida. “Le pedí al Señor que no me agarre inconsciente, eso no”, confesó, señalando su deseo de enfrentar el final con consciencia y serenidad.
El Papa, de 87 años, aseguró no tener miedo a la muerte, pero sí a no poder anticiparla: “Dicen que es raro que exista el miedo a la muerte, el miedo es verla venir. Así que verla venir para saber el fin”, había reflexionado. Y ante la pregunta de Daniel Hadad sobre qué pensaba que ocurría después, respondió con fe: “Debe haber una luz muy grande, una felicidad muy grande. Un camino muy grande en el camino del encuentro con Dios. Yo creo que Dios hasta último momento, espera y ayuda”.
La última imagen que el mundo tuvo de Francisco fue conmovedora. Con voz débil pero decidida, ofreció la bendición “Urbi et Orbi” desde el balcón de la basílica vaticana. Allí deseó al mundo un “feliz domingo de Pascua” y llamó a la libertad de pensamiento y la tolerancia. Una multitud se había congregado para verlo y lo ovacionó con emoción, en lo que ahora se sabe fue su despedida pública.
La muerte de Jorge Mario Bergoglio se produjo luego de semanas de preocupación por su estado salud. Durante febrero, el Papa estuvo internado en el Hospital Gemelli de Roma por una neumonía bilateral que lo mantuvo en estado crítico. Fue dado de alta recién el 23 de marzo.
