Mirta Busnelli (73) atiende el teléfono y se dispone a hablar con Los Andes. El timbre de su voz es inconfundible, y nos dice que está emocionada. Que continúa emocionada, en realidad. Es que hace unos días se enteró de que "Noche de amor", serie corta dirigida por Pedro Levati y que ella protagoniza, fue seleccionada para competir en la sección de Series Cortas del Festival de Canneseries, un certamen que ahora cumplirá apenas dos años. Imagínense el honor.
"Son diez series las elegidas entre todo el mundo, y hay dos argentinas", suspira la gigante actriz, refiriéndose también a "Los mentirosos", de Alejandro Jovic. Quien vive el oficio intensamente desde hace más de 50 años sabe mejor que cualquier otro qué significan esta clase de logros para la ficción nacional.
Decíamos que Busnelli sigue activa, pese a las complicaciones de salud por todos conocidas que afectaron su vida hace algunos años. Nos cuenta que está por filmar "El cadáver insepulto", largometraje de Alejandro Cohen Arazi, y que está "probablemente gestando un espectáculo teatral". No quema la noticia, y si se termina de gestar ojalá vuelva pronto a Mendoza: muchos recordarán lo movilizante que fue verla en "La savia", la producción del Teatro Cervantes, hace dos años.
Pero volvamos: "Noche de Amor" es una comedia desprendida de una historia anterior, "Noche de paz", protagonizada por el mismo elenco (Busnelli, Mercedes Scápola, Maida Andrenacci, entre otros). Se podrá ver en la plataforma Cont.ar luego del estreno absoluto en Cannes (se estima que podría llegar en la semana del 15 de abril).
Busnelli es la matriarca de la familia Brunetti. Italiana, magnética. En la primera serie todo giraba en torno a su deseo de armar la fiesta de Nochebuena, pero ahora "una de mis hijas va a casarse y todo se produce a raíz de lo que ella quiere preparar, pero no quiere que ni la madre ni nadie interfiera. Es toda una serie de vicisitudes por las que esta chica pasa para realizar su boda. Son situaciones muy graciosas, muy impensadas y muy increíbles", asegura.
-Requiere un timing especial, entonces...
-Exactamente, es muy ágil y tiene mucho humor.
-No es la primera vez que probás este formato de las series cortas, además.
-No. A mí me encanta por muchos motivos. Uno es que me resulta muy fatigoso realizar una telenovela diaria que se extienda mucho, tanto en el tiempo pero también en la duración de las grabaciones, que son de todo el día. En estas series uno se reúne para trabajar y más o menos en 15 días se hace todo. Está buenísimo y resultaron muy buenas.
-Y en relación a las series, pero ya no como actriz sino como espectadora, ¿te prendés? ¿Te gustan?
-Mirá, veo series pero no cortas web. De eso no he visto mucho. Ahora no estoy viendo muchas, pero las pocas veces que lo he hecho me fascina y es algo que no puedo dejar. Las termino muy rápido, en maratón. ¡Qué lindo es!
-Se percibe que las ficciones argentinas están emigrando a internet y la tele está quedando despoblada. A vos, como una gran dama de la televisión, ¿cómo te resuena esto?
-Es una deriva hacia diferentes plataformas... Supongo que tiene que ver con diferentes maneras de ver la ficción y de que la televisión ha perdido ese público. Otra de las cosas es que las podés ver cuando querés, cuando las novelas requerían más estar en tu casa y seguirlas. Hay cada vez menos novelas nacionales y el rating no es lo que era en otros tiempos.
Ella y sus hermanas
-Cambiando de tema, vos estás viviendo de cerca el movimiento Actrices Argentinas, donde participás activamente, ¿pensaste alguna vez que se iba a dar todo este cambio?
-Existieron varias olas feministas. Antes de esta, la del 68-70 en Estados Unidos, que fue de una intensidad impresionante. El feminismo fue una preocupación de las mujeres durante mucho tiempo, pero ahora se disparó a algo impensado. Ese movimiento fundamentalmente lo lideran las jóvenes, así que se han visibilizado a través de esto un montón de situaciones de abuso de poder, los femicidios, el tema de la educación sexual en los colegios, abusos en el trabajo. Infinidad de situaciones donde la mujer es considerada un ser subalterno. Ha cambiado, pero falta muchísimo por hacer.
-Me decías que antes de esta hubo otras olas, ¿participaste de ellas o ésta te interpeló especialmente?
-Yo no participé antes, lo viví como coletazos que pasaban en otras partes del mundo, pero sí formé parte, como la mayoría de las mujeres, como algo que iba cambiando de generación en generación y acrecentándose. Pero ahora se precipitó. El tema está en la palestra. Y tampoco ya no son tan inocentes determinadas conductas masculinas. Ahora hay que pensar un poco: qué es lo que se hace, qué es lo que se dice. Algunas cosas estaban totalmente naturalizadas.
-Más allá de la vivencia colectiva, también hay una vivencia personal. ¿Vos internamente te sentiste insegura, hubo prejuicios de tu parte?
-No, me pareció tan fuerte y tan intenso que me interesó desde el principio y supe que quería ser partícipe. Por supuesto que uno tiene que vérselas con conductas patriarcales de uno mismo y con el entorno, con los hombres que conocí, conozco y conoceré. El tema es tan viejo como el mundo.
-Una vez leí que a Thelma Fardín, a raíz de todo lo sucedido, le estaba costando conseguir trabajo. ¿Qué pensás de eso?
-Yo no sé de eso, no lo escuché, más bien me tiento a pensar que muchas producciones podrían aprovechar la oportunidad de una manera fea para hacer cosas con ella. Ella es una persona muy especial, está muy bien ubicada frente a su problemática y frente a los medios. Las veces que la he escuchado realmente me saqué el sombrero. Es muy delicado hablar del tema, algo tan íntimo, desagradable, terrible...
-Hace poco viviste un gran momento emotivo cuando la Asociación Argentina de Actores te distinguió por llevar más de 50 años de afiliada. Esa misma noche Mirtha Legrand llamó a que los actores "no sean avaros" y donaran más plata, ¿qué opinás de eso?
-Desde donde yo estaba no la escuchaba muy bien. Lo que ella dijo fue que había colegas de ella que han tenido por mucho tiempo fortunas, y entonces ella hizo una donación a la Asociación e invitó a otros a hacer lo mismo. Ella estuvo bien en lo que dijo. Lo único es que tenía el cheque en la mano. Me habría parecido un poquito mejor que no hubiera sido tan ostentosa.
-¿Pero notás que hay una crisis económica entre colegas?
-Sí, total. Cada vez menos trabajo. En el cine hay problemas para conseguir dinero para las películas. En Argentina tenemos un teatro independiente muy bueno y muy frondoso, pero todo es con bajo presupuesto y limitaciones. Y problemas para distribuir.
-Hace poco Luciano Cáceres remarcó en una entrevista que el artista argentino, pese a las vicisitudes económicas, siempre encuentra la forma de hacer cosas y expresarse.
-Es verdad. Hay películas hechas totalmente a pulmón. E incluso en cineastas que empezaron así y se hicieron famosos después su mejor laburo fue el primero, hecho sin un mango, haciéndola a través de los años. No es que lo mejor sea no tener presupuesto para hacer un buen cine y un buen teatro, pero de la carencia hicieron algo positivo. Y sí, el teatro independiente es algo monstruoso: de grande, de intenso, de variado. No todo el mundo puede vivir de él, aunque el movimiento artístico es muy intenso. Pero respecto al dinero que se necesita para vivir, no lo sé.