Ayer fue día de partidas en el Andino. Se fueron a España, Mariana Bustos y Paula Castro, que militarán en el Terrassa de Cataluña y la otra semana viajará, a Francia, Melina Espinosa, la joven defensora de las Eternas Campeonas, que tuvo un mano a mano con Más Deportes.
Ésta es la primera vez que Melina sale a jugar al exterior. “Estoy ansiosa por el viaje. Llego al nuevo club por recomendación de Federico Franco, que jugó en la rama masculina del Club Douai, junto a Juan Zárate. Le dijeron que necesitaban una defensora, que saliera jugando desde el fondo, que fuera líbero y eso fue hace dos meses. Ahora me voy porque el certamen galo arranca el 21 de setiembre. Así que estoy muy feliz”, apuntó en el arranque de este diálogo fructífero, la defensora de las Eternas Campeonas mendocinas.
“Me gustó la propuesta -agregó-porque es un club muy familiero como lo es Andino y están atentos a todos sus jugadores. Esto es muy bueno, sobre todo si estás a miles kilómetros de tu casa. Además este año ascendió a la categoría élite”.
Para saber cómo empezó el romance de Melina con la bocha y el stick, hay que hacer un raconto y todo comenzó así. “Un día un profesor del Gimnasio Número 2 en la Sexta Sección nos llevó hasta El Algarrobal, la antigua sede del Andino, y ahí empecé. Tenía seis años, en la novena del club y fuimos varias chicas del gimnasio”, dijo.
Claro que Meli, como le dicen sus amigas, no empezó como defensora. “En realidad era cinco, que es la posición que me encanta, pero que tuve que abandonar al llegar a la primera del Andino por pedido de mi DT ya que estábamos con escasez de defensoras. Además, en los seleccionados mendocinos siempre fui central”, apuntó la sagitariana.
Consultada cómo ve el panorama del Andino, en su rama femenina para la próxima Liga Nacional A, dijo: “Están bien, medio bajoneadas por la ida de algunas chicas, pero hay jugadoras talentosas para hacer un buen papel”.