La mendocina Macarena Rodriguez, pilar del mediocampo de Las Leonas, consideró hoy que el seleccionado argentino femenino de hockey sobre césped "es un equipo mucho más sólido" que cuatro años atrás cuando ganó el Mundial anterior en Rosario.
"En 2010 teníamos un equipo que defendía muy bien, con ataques más esporádicos derivados de las habilidades más individuales, y ahora tenemos más peso ofensivo, con más jugadoras. De mitad de cancha para adelante son todas rápidas y habilidosas y eso hace la diferencia", ahondó la mediocampista, experta recuperadora y armadora.
"Por ahí tenemos que pulir un apoco más el tema de la defensa, pero se logró equiparar esos dos aspectos, hoy tenemos un equipo más ofensivo y con mucha más experiencia", argumentó.
Esto se debe en gran parte a su propio trabajo, ya que mientras los focos están puestos en las jugadoras más habilidosas, Macarena Rodríguez es la que, a base de esfuerzo y sacrificio, recupera las pelotas perdidas y aporta un juego simple e inteligente que equilibra a Las Leonas.
Hace cuatro años fue una pieza clave para la conquista la copa del Mundo en Rosario y hoy vuelve a ser el sostén del equipo con el que Carlos Retegui busca el segundo título consecutivo de la historia de Las Leonas en La Haya, Holanda.
Y si hay una característica que define a esta jugadora de 35 años es que es perseverante, de ahí que asegura que no bajará los brazos hasta llevarse el trofeo a la Argentina.
"El objetivo que se tiene es llegar y ganar la final, nadie en el equipo piensa otra cosa. Pero también todas sabemos que para llegar a ese último partido hay que pasar todas las finales anteriores", afirma la mendocina.
"Tuvimos una primera final con Sudáfrica, que ha sido difícil porque era el primer partido y ahora tenemos otra que es durísima contra Estados Unidos. Tenemos que ir paso a paso y luchar para lograr el objetivo", remarcó.
"Ya pusimos las bases y ahora tenemos que ir creciendo y mejorando en el juego", agregó Rodríguez, quien batalla desde el medio del campo para que Las Leonas puedan alcanzar el sueño de otra copa del Mundo en Holanda.
Para Maca probablemente este será su último mundial y el final de una historia muy particular con Las Leonas y que define muy bien el estilo de jugadora que es tanto dentro como fuera de la cancha.
A los 30 años, la mendocina, una mediocampista aguerrida y con carácter, al estilo Javier Mascherano en el fútbol- deslumbró a Retegui que la convocó para jugar con la selección argentina femenina de hockey sobre césped en un momento en el que ella se planteaba retirarse.
"Cuando el Chapa me convocó me sorprendió, porque ya había hecho todo, estuve en la selección, me tocó estar y no estar (en 2001 fue su primera convocatoria y en varias ocasiones fue descartada); y estaba planteándome si seguía jugando o dejaba. Trabajaba y estudiaba, y estar en la selección era un sueño que había dejado a un lado", explicó.
El momento más doloroso fue cuando en 2006 se quedó fuera del Mundial, aunque hoy lo recuerda "con otra cabeza" y asegura que "no estaba preparada".
Precisamente se dio la paradoja que su actual técnico en River, Cacho Vigil, el emblemático entrenador que inauguró el ciclo exitoso de Las Leonas con la conquista del campeonato del mundo de 2002, en Perth, Australia, no la tuvo en cuenta.
"Siempre me dice lo mismo, que no supo verme, pero yo también le digo a él que tenía un gran equipo, y que yo realmente no estaba bien", dice ahora sin ningún rencor hacia el DT.
"Pero yo siempre digo lo mismo: cuando uno tiene algo en la cabeza y lo quiere lograr, tiene que ponerle mucho de uno. Si uno se enfoca lo logra, me pasó a mi. Nunca bajé los brazos y seguí hasta el final, las puertas se cerraron y luego se abrió una ventana y me metí", sostiene Maca orgullosa.
Ya dentro del equipo, sostiene que lo más difícil para llegar a Las Leonas es "hacer un click" mental. "Hay mucho talento en Argentina y muchas podrían estar acá, pero tenes que tener un plus. Hay veces que hay cosas que hay que resignar para lograr lo que queremos", reflexiona.
"Si uno quiere algo tiene que ser constante y darle, darle y darle, porque así las cosas se logran", apunta.
Es verdad que "depende del talento, pero también hay chicas que no son tan talentosas y que son fundamentales para el equipo, y otras talentosas que nunca llegan. Conozco miles de esas", asegura.
En su caso, puede que se combinen ambas cosas. Lo claro es que los últimos cinco años Macarena los volcó exclusivamente al hockey.
"Fueron de dedicación intensa y exclusiva al hockey para llegar hasta acá. En 2010 viví el sueño de jugar por primera vez un Mundial, y ahora me encuentro más madura, con más experiencia y me enfoco en otros aspectos del juego, de los equipos, y también siento otra responsabilidad", señala. En su caso, hacer más fácil el trabajo de Las Leonas, y especialmente, de su líder, Luciana Aymar.