Las señales más claras sobre la fuerte contracción del consumo provienen desde los mismos comercios, donde las ofertas están a la orden del día en todos los rubros: por ejemplo, el Banco Provincia lanzó nuevamente descuentos del 50% en las compras con tarjeta y los negocios comenzaron con descuentos en abrigos y calzado.
La movida sólo se explica por el enfriamiento de las ventas, que en junio se desplomaron 4,2% según los registros de CAME, acumulando una caída de 2,8% en los primeros seis meses del año. También en el consumo masivo, una baja del 1,7% en mayo, según Scentia, fue motivo de gran preocupación para los comerciantes.
Precisamente, la baja de los volúmenes vendidos es la mayor resistencia del traspaso de la devaluación a los precios. "Las empresas no pueden trasladar sus mayores costos por la contracción de la demanda", explica Damián Di Pace, analista de la consultora Focus Group.
Según Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina, el conocido "pass through" (traslado a precios minoristas) no es 100% automático, es un proceso", dice.
"Pero, sí pudimos ver en junio un aceleramiento de ese proceso". Para la consultora, la inflación general de junio fue de 3,5% y la inflación core del 4,2%, mientras que los alimentos y bebidas subieron a razón de 4,5%, ejemplifica.
Con todo, según el analista, "todavía falta computar la suba del dólar de junio que impactará en julio, Más los impactos de segunda vuelta, producidos por la nafta y las tarifas, altamente dolarizadas. La gran duda es qué va a pasar con los componentes energéticos", advierte.
En tanto, Federico Furiase, economista de Eco Go aporta un cálculo que muestra cómo viene el traspaso de los precios mayoristas. "Mientras en el primer semestre de 2017 el dólar se movió 1,8%, la inflación núcleo acumuló 10,7% en el mismo lapso. En cambio, en el primer semestre de este año, con una suba del dólar de 49,9%, la inflación acumulada llegó al 15,6 por ciento".
Lo que todavía falta trasladar
Evidentemente, según el analista, todavía hay un traspaso por hacer: hay componentes que están dosificando el traslado a precios, como la recesión y la política monetaria implementada por el Gobierno, para secar la plaza financiera, con altas tasas de interés para acotar la suba del dólar y así evitar una mayor inflación.
Por eso, desde Walmart, Juan Pablo Quiroga señala que la cadena sigue con la misma estrategia de precios que comenzó a implementar hace un año. "No hubo un golpe de timón, en este sentido, porque tampoco hay un horizonte definido", indicó.
“Lo que sí está claro es que hoy existe un consumidor ultra cauteloso, que mira dónde está la microportunidad para lo que tiene que comprar siempre, no para un gasto extra", describe.