Entender que en el deporte de alto rendimiento los resultados solamente llegan con planificación, entrenamiento y trabajo a largo plazo es el primer paso para salir a buscarlos. La voluntad, la dedicación full time y una cuota de fortuna siempre deben acompañar.
Pero si no se afloja ante el primer obstáculo y se aprovechan las buenas, el camino deberá ofrecer una recompensa. Tarde o temprano. Y Los Leones la disfrutan hoy en Río de Janeiro. Son finalistas olímpicos. Sí, finalistas olímpicos. E irán por el oro mañana, desde las 17, cuando se enfrenten a Bélgica, que derrotó a Holanda por 3-1.
Este equipo, que fue tercero en el Mundial de La Haya 2014, hoy se infla el pecho con la histórica clasificación a la final olímpica después de dejar en el camino en la semifinal por 5 a 2 nada menos que a Alemania, el bicampeón olímpico en Pekín 2008 y en Londres 2012.
Una auténtica proeza deportiva de un seleccionado que creyó siempre en este torneo, más allá de un mal partido ante India y de que se le hubiera escapado el triunfo ante Alemania en el grupo, a apenas 8 segundos del final.
El equipo de Retegui, quien también alcanzó como DT una medalla olímpica con el combinado femenino (plata en Londres 2012), fue hoy un ejemplo de contundencia. Gonzalo Peillat (llegó a las diez conquistas en el certamen) marcó en tres ocasiones. Las otras conquistas fueron obra de Joaquín Menini y Lucas Vila.
Argentina fue una tromba desde el comienzo. Con la actitud suficiente como para jugar en campo contrario del vigente bicampeón olímpico desde el primer minuto. Y, enseguida, el equipo albiceleste tuvo su recompensa.
A los 8', en la primera maniobra desde el fijo, logró marcar un tanto de diferencia. El fierrazo de Peillat ingresó junto al poste derecho del guardavallas Nicolas Jacobi.
La algarabía del público argentino -que acompañó con banderas que testimoniaron el respaldo de lugares como Mendoza, Lincoln, Villa Devoto, Neuquén, Paraná o Córdoba- se convirtió en delirio a los 12 minutos.
Otra jugada de corner corto, otra arrastrada del "Hacha" Peillat ingresó junto al poste derecho (la bocha pegó en la tabla) y el partido quedó 2-0.
En el segundo cuarto, obligado por la desventaja, el conjunto germano adelantó sus líneas en procura del descuento. Pero Argentina lució infranqueable, sin otorgar concesiones de ningún tipo ante un rival que apretó cuando pudo, pero que no tuvo variantes como para torcer el rumbo.
Encima, el rosarino Manuel Brunet seguía desequilibrando cada vez que encaraba por izquierda y la efectividad argentina en la jugada del fijo continuaba en alza. Hubo un tercer corto y Peillat remató con violencia para decretar el 3-0, luego de que el arquero Jacobi intentara rechazar con el stick y no hiciera otra cosa que introducir la bocha en su propio arco.
Tras la reanudación, por si hacía falta confirmarlo, Argentina liquidó definitivamente la historia, con una maniobra colectiva bien trabajada que incluyó un amague de Mazzilli al arquero alemán y la posterior conversión de Menini. Iban apenas 5 minutos.
El hockey sobre césped masculino argentino es finalista olímpico. Historia pura bien ganada por un trabajo a largo plazo. La única manera de que la vida te sonría.
Carlos Retegui, entrenador nacional: "Es la mejor camada de la historia del hockey masculino"
“Es algo que soñamos, creímos y concretamos. Vapuleamos a Alemania, doble campeón olímpico!!!” expresó exultante el técnico bonaerense, una vez que el partido ya era un excelente recuerdo, quizás el mejor en la historia de la disciplina. “Nos pusimos en la cabeza que teníamos que jugar ocho partidos. Y lo logramos. Sabíamos que no iba a ser fácil pero con trabajo, sacrificio y esfuerzo todo se consigue”, manifestó Retegui, tan verborrágico como feliz.
El entrenador defendió la actual camada del representativo “albiceleste”, a la que calificó como “la mejor de la historia del hockey masculino”. “La base de este equipo fue campeón mundial Junior (Rotterdam 2005), medalla de bronce en Copa del Mundo (La Haya 2014) y tercer puesto en Champions Trophy (Rotterdam 2008). Ahora finalista olímpico. Pongámoslos en el lugar que se merecen”, reclamó.
“No me quiero olvidar de otros que hicieron grande a la historia del hockey masculino como Almada, Verga o Vigil, que ayudaron a conseguir esto. También es de los entrenadores este premio y me acuerdo del “Gordo” Ciancia que debe estar sonriendo desde arriba viendo ésto”, exclamó.