Cuatro muertos, cinco acusados, seis jueces y un caso sin culpables.
Ócurrió en una madrugada del mes de setiembre del año 1961, en Villa Seca, departamento de Tunuyán.
Las víctimas todas murieron como consecuencia de múltiples heridas cortantes fueron Celedonio Alonso, de 36 años, su esposa Firmani (31), dueños de un almacen y el jornalero Carmelo Quispe, de 25. También murió el hijo que Julia tenia en su vientre con un embarazo de 8 meses.
Hubo varios detenidos, entre ellos un joven deficiente mental, dos linyeras que pasaron un par de años en cárcel y tres vecinos del departamento pero todos, en dos juicios, terminaorn absueltos.
Y aquella calle conocida como La Luz, hoy los memoriosos la ubican como la calle donde la muerte le ganó a la vida.
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