El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, afirmó ayer que el Gobierno de Jair Bolsonaro acabará con las "distorsiones" en la banca pública que llevaron las tasas de interés "a la luna" y "desvirtuaron" el mercado de crédito en el país.
Guedes, junto a Bolsonaro y casi todos los miembros del nuevo gobierno brasileño, participó en la toma de posesión de los nuevos presidentes de los tres mayores bancos públicos del país, los cuales, según el ministro, en los últimos años contribuyeron a "trabar y corromper"la economía debido al "dirigismo" estatal.
Ideario liberal
En la ceremonia fueron puestos en funciones los presidentes de la Caixa Económica Federal, Pedro Guimaraes; del Banco do Brasil, Rubem Novaes; y del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), Joaquim Levy, todos alineados con el ideario liberal de Guedes, formado en la Escuela de Chicago.
El ministro puso como ejemplo de las distorsiones al BNDES, una institución de fomento que en los últimos 15 años "recibió unos aumentos de capital para hacer proyectos extraños, políticos, como fue ayudar a los más fuertes".
Aludió así a importantes empresas brasileñas que, financiadas por esa institución, desarrollaron grandes obras de infraestructura en Brasil y otros países y acabaron implicadas en los graves asuntos de corrupción del Lava Jato.
Guedes sostuvo que el mismo formato operó en la Caixa Económica y en el Banco do Brasil, que fueron "víctimas de fraudes y asaltos" que serán revelados "una vez que se abran las cajas negras".
Caro y barato
Según Guedes, el crédito "barato" ofrecido por la banca pública "está bien cuando es para la casa propia de los más pobres" o "para algunos subsidios que no están mala las clases más bajas".
Sin embargo, apuntó que cuando "el recurso público es transferido a la corrupción, alianzas políticas o ayuda a empresarios amigos que llegan cerca del poder, está mal" y se generan en la economía unas "distorsiones perversas" que acaba pagando toda la sociedad.
"Cuando el crédito es estatatizado, sobra menos para el país y cuando se maneja de forma corrupta, los intereses van a la luna", como es el caso de Brasil, en el que el precio del dinero es uno de los más altos del mundo, sobre todo para la financiación del consumo con tarjetas, que supera el 300% anual.
Según Guedes, en la medida en que se recupere a la banca pública de esas "prácticas perversas", se eliminarán las distorsiones en el mercado financiero y se liberarán las "ataduras que aprisionan" al sector privado.
"El pueblo se cansó de ver ese manejo de la cosa pública que desvirtúa la máquina de crédito del Estado y eso fue expresado en las urnas en octubre pasado, cuando fue elegido presidente Bolsonaro", consideró Guedes.
Con la presencia de ambos en la ceremonia, Bolsonaro y Paulo Guedes se mostraron ayer en perfecta sintonía para desalentar versiones sobre supuestos desencuentros en el gobierno mientras se espera la presentación de un proyecto de reforma del sistema de jubilaciones.
Bolsonaro insistió en su "desconocimiento" de las reglas de la economía y reiteró que depositó toda su confianza en Guedes para que se encargue de esos asuntos.
"Reconocer el desconocimiento mío en muchas áreas es una señal de humildad; tengo certeza de que conozco mucho más de política que Guedes, pero él conoce mucho más de economía que yo", fue la tajante declaración del mandatario.