Es sábado por la mañana y en el playón deportivo del barrio Los Ventisqueros, una nena de tan solo 9 años brilla como una estrella en plena oscuridad jugando al futsal en un elenco compuesto por varones. Su nombre es Kiara Rubio Bruce y es feliz practicando el deporte que más le gusta. Lo afirma Josefina, su mamá, Agustín, su entrenador, y sus compañeros varones que intentan buscarla en cada acción ofensiva de la categoría C11 de Carrodilla Futsal. Atrás quedaron los intentos de su madre para convencerla de que el hockey sobre césped (que Josefina había aprendido a querer practicándolo durante cinco años en Banco de Mendoza) era la mejor opción para Kiara. Pero no. Llegó el bendito día en el que una decidida Kiara enfrentó a su mamá y le dijo: '¡Mamá, quiero jugar fútbol!
"Si bien yo no estaba muy convencida del cambio, a partir de ese momento empecé a averiguar dónde podía jugar al fútbol. Resulta que fútbol femenino para niños no encontré porque en los lugares donde fui me dijeron que podía entrenar en las escuelitas de fútbol, pero que todavía no podía competir". Hasta que hablé con Andrés (Morellato) y con Víctor, que son los coordinadores de Carrodilla y me la aceptaron. Me dijeron que hasta los 13 años puede jugar mixto, pero que de ahí en adelante tiene que jugar femenino", le cuenta Josefina a Más Deportes.
En un abrir y cerrar de ojos, Kiara se encontró jugando fútbol y futsal a la vez. Fue a finales de 2018 cuando empezó a entrenar bajos las órdenes del profesor Agustín Devito mientras ya había comenzado a dar sus primeros paso en la canchita de fútbol del Polideportivo municipal de Carrodilla. "El cambio ha sido mundial porque es feliz jugando al fútbol. En realidad, la obligaba a jugar hockey porque yo lo practiqué durante cinco años en Banco Mendoza, era defensora", cuenta Josefina un tanto arrepentida ahora que nota la metamorfosis radical que ha dado Kiara a la hora de afrontar la vida.
"Cuando planteó el tema de jugar al fútbol yo no quería porque me parecía muy masculino. Entonces, la llevé a jugar al hockey femenino, que también tiene sus riesgos porque un bochazo puede ser muy peligroso. Hoy puedo afirmar que es feliz haciendo lo que hace, cuando vuelve de la escuela agarra la pelota y pelotea por toda la casa. Está feliz y ahora yo la aliento, je. Yo fui feliz jugando hockey y ella es feliz jugando al fútbol. Y se nota bastante", agrega Josefina Bruce.
Existe un antecedente que no podía ser un dato menor en la solicitud desesperada de la niña por intentar persuadir a su madre para cambiarla de deporte. No hace mucho tiempo, a Kiara le tocó asistir en la escuela a un curso donde era la única nena. Por lógica, se acostumbró a jugar al fútbol con los varones y se enamoró del deporte. "Con los chicos se ha integrado muy bien. De hecho, se lleva mejor con los varones que con las nenas. Los compañeros la toman como si fuera uno más y la cuidan mucho. Se ha golpeado la cara con la pelota, se ha caído y no pasa nada".
Otro dato fundamental que aportará Josefina durante la charla con Los Andes y que afirmará el entrenador Agustín “Chino” Devito es que Kiara no sólo es hija única, sino que se acostumbró durante todos estos años a sentir la ausencia de una figura paterna en su casa. “Estoy separada, vivo con ella y mis padres. El padre de Kiara sabe que juega al fútbol, pero no la ve. Me separé cuando ella tenía un año y vio al padre hasta los 3 años, después lo volvió a ver en marzo del año pasado y luego él no ha vuelto más. Sí tiene relación con su abuelo paterno”, agrega Josefina.
Luego de federarse en la categoría C9, el estreno de Kiara fue contra Don Bosco de visitante. Una semana más tarde, cuando se realizó esta nota, Carrodilla enfrentó en un encuentro de infantiles a Cooperativa Beltrán.
"¿Cómo es un día en su vida? Asiste a la escuela por la mañana y todos los martes, jueves y viernes entrena fútbol en cancha de césped, de 18 a 19.30. Los jueves y viernes practica futsal de 20 a 21.30. Los sábados tiene partidos de futsal y los domingos de fútbol en césped. El futsal es un poco más técnico porque en césped todavía juegan para divertirse. Entonces está ocupando la técnica y la disciplina del futsal en fútbol. Estoy feliz porque ella está feliz. Tiene una responsabilidad y ella sabe que primero está la escuela y después el deporte. Pero el cambio que ha hecho en su organización en cuanto a las cosas de la escuela para poder jugar y cumplir con todo, es realmente increíble", apunta Josefina.
Con la timidez lógica y la frescura que caracterizan a una niña de tan solo 9 años, Kiara también cuenta su experiencia en primer persona. "En fútbol césped, hasta el año pasado era defensora, pero ahora juego de delantera. En futsal, como no hay posiciones fijas, juego para meter goles o directamente me voy a la defensa", describe.
A la hora de expresar dónde nació su amor por el fútbol, menciona a una persona muy cercana en su familia como factor determinante. "Siempre jugué al fútbol en mi escuela y veo los partidos de River y la Selección Argentina con mi abuelo. Soy hija única y la única en la familia que juega al fútbol".
Por último, también se hace un lugar para hablar del entorno que la rodea en cada entrenamiento y partido con la camiseta del 'Carro'. "Mis compañeros y los profes me hacen sentir muy bien, me apoyan y alientan bastante. El entrenador me pide que me divierta y que haga más pases. Ahora estoy haciendo dupla con Giuliano, que es el hijo del entrenador y nos entendemos bastante bien", concluye Kiara con la felicidad a flor de piel que describía su mamá. A partir de la naturaleza competitiva de todos los niños, ella encontró la felicidad el deporte y en el fútbol mixto. Y resulta un ejemplo de equidad de género e inclusión, no sólo para otras niñas de su edad (¿y por qué no más pequeñas también?) sino para el resto de los clubes que tienen como actividad al futsal, por estos días el deportes más influyente de nuestra sociedad.
Agustín Devito, DT de Infantiles de Carrodilla Futsal: “Carrodilla incluye y está abierto a la comunidad”
"Kiara jugaba en deporte social y la idea fue integrarla a un grupo de varones en el deporte federado. Los chicos la aceptaron muy bien porque además juegan juntos en el fútbol de césped.
En el Poli tenemos tres chicas más, pero todavía no están federadas y la idea es armar un grupo de futsal femenino, pero las estamos integrando con los varones hasta que logremos el número y podamos realizar el equipo femenino. Kiara es especial, gracias a Dios los miedos no los tiene y es solamente desarrollar la técnica del futsal porque lo demás lo va a lograr solo.
Es increíble el cambio que ha dado. Si bien la hacen sentir uno más y tiene las mismas exigencias que todos, los chicos la cuidan mucho. Ella es hija única, con madre soltera y el logro para nosotros es doble porque no tiene la imagen masculina en la casa y es algo que en cierta forma se la damos los profes.
Tenemos mucha llegada a lo que queremos. Y ella, sin los miedos de la edad y por el hecho de jugar con hombres se está desarrollando perfectamente. Lo que es un polideportivo municipal es mucha la contención de los chicos ya que por el momento el futsal es la única actividad federada que se realiza. Además, se hace voley, básquet, fútbol, hockey, baile, etc. Se puede decir que Carrodilla incluye, hemos tenido niños con dificultades motrices y siempre tratamos de integrar y estamos abiertos a toda la comunidad”.