Con voz tímida y llorando. Así comenzó a declarar Julieta Silva, la única imputada por la muerte del joven rugbier Genaro Fortunato, en el primer día del juicio por el caso que conmocionó a Mendoza y el país.
En su relato, Silva ratificó que pensó que había "pasado por un pozo" no que había atropellado a su novio. Además, dijo que el rugbier estuvo "toda la noche alterado. peleando o discutiendo con varias personas". Por eso decidió irse del boliche "La Mona", donde había llegado junto con Genaro.
Luego de esto, siguiendo la declaración de la imputada, ambos salieron del local y relató el video, captado por la cámara de seguridad de la puerta del local, que se difundió tras la fatídica noche. “Escuché un quejido como ‘ay’. Estaba (Genaro) doblado y me dijo que se había tragado la baranda de la puerta. Yo lo abrazo, intento ayudarlo y le dije que nos fuéramos”.
“Él se reincorpora. Cuando nos íbamos yendo, seguía diciendo cosas feas, estaba muy enojado“, agregó.
Cuando llegaron al auto, el joven “se sentó del lado del conductor y cuando íbamos a salir, otra vez se bajó y fue hacia el bar (como a pelear con alguien)”.
"Ahí decidí irme, ya estaba cansada de esa situación. Me pasé el asiento del conductor. Él me golpeó la ventanilla dos veces y después se apartó como dejándome ir", detalló Julieta. Tras esta escena, la acusada arrancó el vehículo y se fue.
“Hice como 150 metros, o más. Pero me arrepentí de haberlo dejado, me quise volver, tenía en mi mochila su celular. Hice una ‘U’ y me volví. Cuando volví venía mirando para el costado izquierdo, donde estaba estacionado el auto”.
“Sentí un movimiento con el auto y tuve sensación de que había pisado un pozo y seguí. El chico del estacionamiento, levanta mano y creí que me iba a cobrar. Ahí me dice ‘lo atropellaste’ y no le creía. Le pregunte a quién y él me dijo al que estaba con vos. Me bajé y atrás estaba en la parte derecha
“No entendía nada. Yo lo buscaba por la otra mano, donde lo dejé”. En todo momento, Silva que buscaba a Genaro en el lado donde lo dejó, no donde finalmente lo terminó atropellando.