Gimnasia busca un goleador

El Lobo sufrió a lo largo de este semestre la falta de peso ofensivo. Aunque genera situaciones, le cuesta mucho traducirlas en gol. 

Gimnasia busca un goleador
Gimnasia busca un goleador

El gol, ese grito contenido que deambula entre la garganta y el pecho del hincha mientras la acción va concibiendo un balón camino de la red, es la fuerza más poderosa del fútbol moderno. Un gol define posiciones, eleva a su autor a un altar de deidades paganas y sentencia a quienes fallan al más bajo de los infiernos. Estar en el lugar exacto, a la hora señalada, puede convertir al goleador de ocasión en un superhéroe sin capa. Llegar tarde a la cita, puede ser la condena definitiva. 

Y en Gimnasia y Esgrima nadie escapa a una realidad que cada fin de semana preocupa: la escasa potencia ofensiva que presentan sus hombres de ataque; especialmente sus delanteros.  El triunfo 1-0 ante Santamarina volvió a exhibir la ausencia de un "9" de peso, de esos que van al corazón del área para terminar las jugadas. Un dolor de cabeza que Diego Pozo no pudo resolver aún y que expresa el poco poder de fuego que tiene el Lobo: en 11 encuentros marcó apenas 6 goles (uno de penal). 

Ignacio Morales, Gonzalo Marronkle y Lisandro Cabrera son los centrodelanteros que tiene el entrenador en el plantel y solo el primero anotó un gol en lo que va del torneo. El resto lució lejos del hábitat donde mejor se desempeña: el área. Es cierto que cada uno se mostró voluntarioso a la hora de jugar, pero el equipo necesita de sus goles.

Gimnasia tiene menos puntos de los que merece, claramente. A lo largo de estos once partidos, generó situaciones que no fueron bien capitalizadas y terminaron costando puntos. Sin ir más lejos, en el triunfo ante los tandilenses, el Lobo dejó pasar varias situaciones que bien pudieron ser definidas de otra manera. El gol, desde un tiro libre que empujó con el pecho Gonzalo  Berterame, graficó lo mucho que le cuesta al Lobo anotar goles. 

Ese andar errático lo dejó en muchos partidos de este certamen con las manos vacías. En la temporada anterior, Patricio Cucchi convertía en gol todo lo que tocaba. Sin embargo, con la ida del santafesino, y aunque sumó varios nombres, nunca encontró ese potencial ofensivo. 

La dirigencia, conciente de las urgencias del equipo, ya comenzó tratativas para intentar repatriar a uno que los hinchas piden a los gritos: el paraguayo Pablo Palacios Alvarenga, hoy en San Martín de San Juan.

Sin Klusener, a la Lepra  le cuesta todo el doble

Aunque Independiente Rivadavia no padece la anemia ofensiva del Lobo, en las últimas fechas viene sufriendo la falta de puntería frente al arco rival.  

La Lepra comenzó a puro gol la temporada, marcando 14 goles en las primeras 7 fechas. Sin embargo, tras el 2-2 en Córdoba, ante Belgrano, llegaron las imprecisiones y solo marcó 2 tantos en los últimos cuatro partidos.

El fin de semana, cuando el Azul perdió, sin merecerlo, 1-0 ante Barracas Central, los goles errados fueron el aspecto más comentado en medios provinciales y redes sociales.

Sin Gonzalo Klusener (quien lleva cuatro goles y estaba suspendido), el elenco mendocino fue incapaz de traducir en gol las múltiples ocasiones que generó a lo largo de los 90 minutos (especialmente en el capítulo inicial).

Frente a Deportivo Morón, el domingo próximo, parece una ocasión para demostrar que la sequía fue solo una casualidad

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