Bióloga marina. Esa es la carrera que quería estudiar Gillian Anderson en la universidad.
Pero la actuación, aunque ella no se diera cuenta, la había seducido de chica, cuando participó en varias producciones de teatro en el colegio.
Tal vez también sentía cierta influencia por parte de Edward, su padre, que dirigía una compañía de post-producción de películas. Lo cierto es que ingresó en la facultad de teatro de la Universidad DePaul, en Chicago, y en 1990 obtuvo su licenciatura en Bellas Artes.
Gillian decidió probar suerte en Nueva York, en donde trabajó como camarera mientras intentaba conseguir papeles para actuar.
Gracias a su enorme talento, no tardó mucho en insertarse en el circuito y obtuvo un rol en la obra "Absent Friends", en Manhattan, que más tarde hizo que ganara el premio Mundial de Teatro como "Artista revelación" en 1991.
A partir de ahí, las oportunidades en cine y tv no tardaron mucho en llegar. Por supuesto que, dos años más tarde de ganar esa presea, comenzaría a trabajar en "Los Expedientes Secretos X", interpretando a la agente del FBI, Dana Scully; papel que la lanzó a la fama internacional y la convirtió en una estrella mundial (le hizo ganar un premio Emmy, un Globo de Oro y dos Screen Actors Guild).
Pero con esa serie también pudo escribir y dirigir. Entre sus trabajos más importantes en televisión se encuentran, entre otras, "Bleak House" (2005-2006), "Any Human Heart" (2010), "Great Expectations" (2011-2012), "Crisis" (2014), "Hannibal" (2013-2015) y "The Fall" (2013), en donde también oficia de productora.
En cine, más allá de sus participaciones en las películas de "The X-Files", Anderson participó de El Poderoso ("The Mighty", 1998), "Corazones Apasionados" (1998), "La Casa de la Alegría" (2000), "The Mighty Celt" (2005), "El Último Rey de Escocia" (2006) y "UFO" (2018).
La actriz, que se presentó el viernes y ayer en la ComicCon, se prepara para estrenar en 2019 la película romántica “The Sunlit Night” -en la que trabaja junto a Jenny Slate, Zach Galifianakis y Jessica Hecht-. Y en televisión interpretará en la serie “Sex Education” a una madre sexóloga que tiene un hijo adolescente virgen (Asa Butterfield), que se alía a una chica rebelde y muy inteligente (Emma Mackey), para crear una clínica de terapia sexual.
- ¿Cómo te hace sentir ser la cara de personajes fuertes femeninos y que eso haya generado mayor inclusión de las mujeres en un mundo tan machista como el de la ciencia o, quizás, la investigación forense?
- Siento que tengo mucha suerte de poder hacer estos trabajos, de haber podido elegir los personajes. Son mujeres como Bedelia (“Hannibal”) o Blanche (“National Theatre Live: A Streetcar Named Desire”, 2014), realmente papeles fantásticos. En “American Gods” (2017) pude representar a cuatro mujeres icónicas, y me siento muy bendecida de haber podido elegir a esas personalidades tan fuertes, tan complejas, que han impactado en la sociedad.
- Interpretaste a muchos personajes femeninos fuertes, ¿qué cosas encontrarías en común y diferentes con respecto a vos?
- Me parece que el menos complejo fue el de Scully, pero tiene una historia que no es oscura. Tiene una buena moral, es inteligente y tiene una muy buena educación. A diferencia de Bedelia Du Maurier, por ejemplo, que es un poco más compleja y que tiene una moral que no está tan bien definida, es más ambigua. Diría que lo que tenemos en común entre todas es que medimos lo mismo (risas), y que se parecen un poquito a mí. Las dos son de personalidades fuertes.
- Tenías 25 años cuando entraste a trabajar a "Los Expedientes Secretos X", eras muy joven. ¿Pensaste que iba a tener esa trascendencia? El mundo entero te reconoce por ese papel...
- Era muy joven, es cierto, tenía 24 años. Para que me aceptaran mentí y dije que tenía 27 (risas). Fue muchísimo lo que me dio. No tenía ni la más remota idea de lo que iba a pasar. Fue muy intenso para una mujer joven como yo; y después para una mujer joven con un bebé; porque me convertí en madre haciendo el show. Esencialmente, crecí con ese personaje que después tuvo mucho impacto en el mundo y en la audiencia en general. Hubo muchos momentos increíbles de alegría, y también trajo un gran desafío.
Siento que Scully me enseñó mucho. Como, por ejemplo, a cómo estar cómoda y orgullosa de mí misma dentro de mi propia complejidad y personalidad; toda la gama que representa lo que soy como mujer. Aprendí a aceptarme como soy yo.
- Durante todos los años de la serie, ¿qué fue lo que más te tocó hacer? ¿Correr con tacones por terrenos difíciles, autopsias raras a cuerpos dañados o voltear los ojos?
- Hummmm... Interesante (risas). Probablemente, tuve que hacer esas tres cosas en todos los episodios de todas las temporadas. Así que creo que fueron duras las tres cosas por igual.
- De todos los personajes que interpretaste, ¿cuál fue el más difícil para desprenderte?
- Estoy casi segura que el más difícil de dejar ir fue Blanche, de “A Streetcar Named Desire”. Primero, hice la obra teatral en Londres y después la interpreté en Nueva York. Y cuando terminó, si bien se había hablado sobre hacerla de nuevo, supe dentro en mi corazón que se había terminado.
Me dio mucha pena y tristeza, fue como si un gran amigo hubiera muerto. Lloré muchísimo, porque era un personaje con muchos problemas. Me parece que ella tomó de mí más que lo que yo le di a ella. Fue un personaje extraordinario que tuve la suerte de vivir.
- ¿Qué podés contar sobre Jean, el personaje que vas a interpretar en tu nueva serie "Sex Education"?
- Es una comedia, algo que no suelo hacer muy a menudo. Y al hacer eso, es una forma diferente de probarme. Pude explorar otros aspectos, pero también mis propios límites o la falta de ellos. Jean es una madre soltera de un hijo adolescente, viven solos en el Reino Unido, es una terapeuta sexual. Crió a su hijo para que sea muy abierto, franco y libre para todo lo que tenga que ver con el sexo.
Ella es muy abierta; de hecho, tiene la casa llena de esculturas de penes, pero tiene que lidiar con el hijo que es un tanto callado y retraído, y está en plena pubertad.
Así que ella no puede evitar invadir su privacidad, perseguirlo, escuchar sus conversaciones detrás de la puerta. A pesar de ser una terapeuta profesional, no tiene límites como madre, y hay algo muy interesante en esa yuxtaposición. Jean es neurótica, está desquiciada y los hombres se acercan a ella con un solo propósito, ya que no quiere tener una relación.
- Se habló durante varios años de la posibilidad de una tercera película de "Los Expedientes Secretos X", ¿qué hay de verdad en eso?
- Voy a ser muy breve con respecto al tema sobre un nuevo largometraje sobre “Los Expedientes...”: no, no van a volver. Lo del año pasado fue lo último de Mulder y Scully que van a ver.
- En 2014 escribiste la novela "A Vision of Fire", ¿qué podés contarnos sobre tu experiencia como escritora y tu proceso creativo?
- Todo lo que pude escribir fue gracias a colaboraciones con otras personas. No hay forma, con tres hijos y mi carrera artística, de que hubiera podido hacer algo sin la ayuda de otra gente. Mucho de lo que escribí lo hice en aviones, en cuartos de hoteles, en viajes, siempre robándoles el tiempo a otras cosas. Ojalá que algún día pueda hacerlo en solitario.
- Considerando que se viene dando un cambio de paradigma en la industria, y que hay ciertos personajes que han sido interpretados siempre por hombres y ahora los hacen mujeres, como el caso de "Doctor Who", tu nombre se barajó para hacer de James Bond. ¿Te animarías a encarnarlo y hacer ese paso tan disruptivo?
- Para ser honesta, creo que nunca fui considerada para ese papel. Me parece que eso fue la reacción a un póster hecho por un fan. Fue muy divertido, pero definitivamente nunca fui una opción para ese rol, o ni ninguna otra mujer. Y, para ser honesta, creo que tiene sentido: James Bond es un hombre.
Si bien hay muchas películas y personajes que se están comenzando a representar por mujeres, y me parece perfecto, espero que siga siendo así. No solamente en la actuación, sino también que hay más productoras y guionistas. Ahora hay mucha más igualdad. Creo que el foco está puesto ahí ahora.
- Supuestamente, esta es la última convención. ¿Tenés alguna expectativa, si es que tenés alguna, con respecto al público argentino? Quizás te comentaron que somos bastante efusivos y damos muchos besos y abrazos.
- Sí, escuché que los argentinos son muy intensos (risas). Tengo mucha, pero mucha expectativa. Estoy muy contenta finalmente de poder estar acá, deseosa de poder experimentar esa intensidad. Algo pude saborear a través de los años, con gente que me ha ido a ver al teatro, y me esperaron afuera en varias oportunidades cantándome canciones y regalándome flores. Si todavía estoy viva, tal vez vuelva al país (risas).
Dulzura de mujer
Antes de llegar a nuestro país, Anderson les mandó un mensaje a sus fans por medio de sus redes sociales.
En un español algo complicado -lo cual casi que le da veracidad a que lo redactó ella misma- la actriz escribió: "A todos que vienen a @ArgenComicCon, estoy muy entusiasmada a ver ustedes en unos días! Quisiera recordarles que no puedo aceptar regalos. Me agradezco mucho el gesto –es una idea tanta cariñosa y generosa-. Pero, hay muchas personas en el mundo que necesitan mucho más que yo, y el regalo mas importante que ustedes puedan ofrecerme es donar a una organización de caridad. Tráigame el recibo demostrando su donación, y lo firmaré gratis. :) x G".
Seguramente, el amor de sus seguidores debe haber aumentado muchísimo más después de estas palabras.
