Ya se estarían dando algunas señales para que aumente el peso medio de faena y para que aumente el número de novillos elegibles para exportación. La cotización del novillito de invernada (280 a 320 kilos) recriado y trazado, apto para feedlot y para ser destinado a Cuota 481 o algún otro mercado externo, achicó en los últimos dos meses la fuerte brecha que tenía con el ternero de invernada de 200 kilos. Esto estimularía la recría de los animales, sin sufrir un castigo en el precio.
La mayoría de los frigoríficos de exportación están hoy incrementando el número de novillos encerrados de su propiedad. Esa mayor demanda por invernada pesada presiona sobre una categoría –macho trazado de 280 a 300 kilos, que en la Argentina es escasa.
Existen también estímulos para recriar la vaquillona y llevarla a 400 kilos o un peso mayor. Es una categoría hoy muy buscada por la calidad de carne que rinde y porque reemplaza en muchos casos al novillo de consumo o al novillo liviano de exportación, que hoy resulta insuficiente frente a las oportunidades de venta que ofrece el mercado externo.
Recría, a pleno
El bajo precio relativo de la ternera de invernada, y la falta de interés de los feedlots por ésta, está llevando a que muchos ganaderos la recríen a pasto. El resultado final es un animal más pesado al momento de la faena. En muchos campos mixtos, ante el elevado costo de oportunidad del grano, se está extendiendo la recría (kilos baratos) sobre praderas o verdeos.
Por último, el mejor precio en gancho del novillo pesado con trazabilidad, en relación al novillito de consumo, está llevando a que muchos invernadores, que se cansaron en los últimos años de la burocracia oficial, vuelvan hoy a cuidar la trazabilidad. Por primera vez en más de una década y media, el valor del novillo pesado en gancho, apto para exportación, vale hasta 10% más que el novillito típico de consumo proveniente del feedlot.
El peso medio de faena ha pasado, en el último año y medio, de los 225 a los 231 kilos, y esta tendencia podría acentuarse en los próximos meses y años. Partimos de pesos de faena muy bajos.
Mortandad
A nivel nacional hay pocos estudios actualizados sobre la mortandad de ganado adulto.
La mayoría de los ganaderos registrados desconoce este índice para su establecimiento y en muchos casos tiende a subestimarlo o directamente a ignorarlo.
De varias encuestas entre productores realizadas en los últimos meses se desprende que en el caso de las vacas, la mortandad se ubicaría en un piso de 1,5% a 2% anual, según las regiones y el nivel tecnológico de los campos. En los años ganaderos 2016/2017 y 2017/2018, la mortandad de vacas, sea por las inundaciones o por la seca, fue muy elevada. Durante el último año ganadero, terminado en marzo pasado, la mortandad de las vacas fue muy superior a la habitual y su faena fue muy alta.
Pese a todo esto, al finalizar el ejercicio se encontraron 500 mil vacas más en el rodeo nacional. En el año 2017/2018, sobre un stock inicial (marzo 2017) de 23,4 millones de vacas se faenaron 2,2 millones, lo que agregado a una mortandad estimada de unas 800 mil cabezas habría dado una "salida" del stock de aproximadamente tres millones de vacas.
Pese a todo esto, se contabilizaron 500 mil vacas más a marzo del 2018. Durante el año ganadero en curso, la faena de vacas subió 21,5 por ciento, lo que representa 2,65 millones de cabezas. Pero al mismo tiempo la ausencia de graves adversidades climáticas permite proyectar que la mortandad debería reducirse.