De acuerdo con la AFIP, las Zonas Francas, “son espacios en los cuales la mercadería no es sometida al control habitual del servicio aduanero y, tanto su importación como su exportación, no están gravadas con tributos -salvo las tasas retributivas que pudieran establecerse- ni alcanzadas por prohibiciones de tipo económico”.
Y en particular, el Gobierno de Mendoza, a través del IDITS, es responsable de la administración de la Zona Franca Mendoza desde el año 2010. La misma, regulada por la Ley 24331, que está ubicada en el Parque Industrial Provincial (PIP) del Departamento de Luján de Cuyo.
Al igual que el resto de las Zonas ubicadas en distintos puntos del país, y según publica el organismo recaudador nacional, “su principal objetivo es fomentar el comercio y la actividad industrial exportadora a través de la reducción de costos y la simplificación de los procedimientos administrativos, ofreciendo, además, incentivos fiscales”.
¿Cómo funciona la Zona Franca en Mendoza?
La Zona Franca de Mendoza, se rige bajo los términos de la Ley 24.331, por el que la mercadería no necesita la aprobación para ingresar (SIMI) mientras esté en los galpones del parque industrial, y tampoco tienen límite de tiempo, pero sí, cuando los importadores piden el giro de divisas, para pagar por ella, tienen que tener toda la documentación en regla.
Entre las ventajas que encuentran los importadores en Mendoza es que, “no hay límite de tiempo de almacenamiento”, algo que les permite a las empresas guardar stocks y sortear las dificultades que se les presentan cada vez que se restringen más las importaciones (con la implementación de nuevas licencias no automáticas, por ejemplo), por lo que algunos prefieren aumentar el volumen de los pedidos mientras exista una ventana para ello.
“Disponemos de galpones, así como los concesionarios de Zona Franca (hay usuarios directos que almacenan en la zona industrial), pero la mercadería no ha variado. Mayormente se utiliza para que los importadores reserven grandes insumos para las bodegas, como barricas, o maquinaria agrícola o minera; en cuanto a los neumáticos, hace 10 años que la empresa trabaja acá y sus operaciones no han sido distintas a las de otros años, pudo haberse incrementado en el primer semestre de 2022, pero coincidió con los cepos cambiarios y las trabas a la importación”, explicó Verónica Maldonada, titular de Zona Franca.
En todos los casos, los depósitos sirven para reservar stock, pero no se escapa a las normativas y antes de retirar cualquier mercadería, “deben presentarse las SIMIS” aprobadas.
“Tenemos aduana, tenemos zona primaria aduanera, y toda la mercadería que ingresa se controla y antes de nacionalizarse se pagan los impuestos y aranceles correspondientes. El objetivo de Zona Franca es de almacenamiento”, explicó Maldonado y contó que aunque ha aumentado el interés por los importadores por utilizar los servicios de almacenaje, no se han visto, como en otras partes del país, que se sumaran nuevos productos que pudieran aprovechar el lugar para guardar mercadería hasta tanto se les autorizara la SIMI.