Crece la exportación de ajo, a tres meses del vencimiento de la protección contra el ajo chino

Las conversaciones para renovar las medidas antidumping iniciaron en marzo y van en “buen curso”, pero no se trata de la única amenaza que tienen los productores: aseguran que los costos se han disparado. Por otro lado, un buen cultivo podría ayudarlos a “competir por calidad” y no por precio.

Crece la exportación de ajo, a tres meses del vencimiento de la protección contra el ajo chino
Crece la exportación de ajo, a tres meses del vencimiento de la protección contra el ajo chino

En este momento del año, el ajo se encuentra en etapa de crecimiento vegetativo, y al salir del invierno este se acelerará para lograr el bulbo. Cada etapa del cultivo será clave para obtener un producto sano y del calibre adecuado que permita obtener mayores rendimientos económicos. Pero además de los desafíos naturales, los productores se encuentran hoy con una economía, al menos desafiante, precios altos en materia de insumos y la siempre presente amenaza del “ajo chino”.

El ajo es crítico para la producción y exportación de la provincia, ya que es su principal producto primario en exportación y el segundo exportado desde Mendoza, superado solamente por el vino. Más de 80% de estas exportaciones tienen como destino Brasil, de ahí la importancia crítica de mantener el mercado y lograr un comercio justo y una competencia leal con el ajo proveniente de otros mercados, especialmente el del gigante asiático.

La superficie cultivada de la provincia es superior a 13.000 hectáreas, que significa más de 80% de la superficie implantada, con un rendimiento promedio de 12 toneladas por hectárea (dato a marzo de este año); y Brasil es el tercer importador mundial de ajo -luego de Malasia e Indonesia-, y Argentina es el principal origen de ajo importado a Brasil, seguido por China. Argentina exportó casi 85 millones de dólares el último año, siendo más del 80% exportaciones desde Mendoza; mientras China exportó 26,7 millones de dólares, de acuerdo con datos de ProMendoza en base a información de Aduana de Brasil.

De hecho, si se consideran solo los primeros cinco meses del año, de acuerdo con los datos de ProMendoza, los ajos, tuvieron un incremento del 69%, pasando de 46.168.426 a 78.043.165 dólares. De acuerdo con el Jefe de Promoción Comercial de ProMendoza, Fernando Urdaniz, el ajo chino pronto inundará Brasil, con un precio sensiblemente más bajo y en caso de renovarse las medidas antidumping, Mendoza quedará protegida, pero este año se podrá renovar dicho acuerdo por última vez y por los próximos cinco años.

“Esto daría un poco de respiro para los próximos años pero después, Mendoza va a tener que buscar otros mercados, México y Taiwán también están en el radar pero la demanda no absorbe lo que hoy compra Brasil”, agregó Urdaniz.

La dinámica entre precio y costos

Juan Martínez, directivo de la Unión Frutihortícola Argentina, Región Cuyo, y productor de ajo, contó que en otros cultivos, la ola de frío está siendo un desafío para los productores, pero esto no sucede con el ajo. “Estamos a cuatro meses de cosechar, todavía falta mucho, pero ya estamos viendo buenas posibilidades, como sucedió el año pasado, estamos transitando una buena ruta”, explicó el productor.

Pero recordó que, como todos los años, el desafío está en conseguir mejores precios para poder competir con China, y en este contexto es que ya es una costumbre trabajar con los productores de Brasil para sostener las medidas antidumping. “Estamos en conversaciones con los productores y tramitando con los abogados todo el procesos porque si no quedaríamos fuera de juego”, sumó.

Mientras las negociaciones siguen en curso, el proceso en la finca no se detiene, y se enfoncan en tareas de fertilización y el riego adecuado para obtener mejores calibres y competir así con una mejor calidad de producto.

“Brasil se lleva casi el 80% de nuestra producción, el 20% restante va a Europa o Estados Unidos”, comentó el empresario y señaló que en la última temporada hubo precios adecuados para los productores, sobre todo a medida en que los mercados fueron desabasteciéndose, pero “ahora está por entrar el ajo de España y en breve el chino, no va a faltar ajo en el mundo y eso puede afectar el precio”.

Es que el gigante asiático está manejando “buenos precios” de acuerdo con Martínez, esto significa que “no está regalando como otras veces” – hacia el mes de abril, los productores señalaban que por debajo de los diez dólares por caja de 10 kilos resultaba imposible competir-, pero los insumos en dólares para los productores locales han subido mucho y cada productor “deberá adaptarse para continuar”.

Por su parte, Francisco Antonio Costa, miembro de la cooperativa Lacofrut y productor de ajo comentó la situación del mercado interno: “Los rindes anduvieron medianamente bien, pero en cuanto al precio, los costos han sido muy complejos. Para este año, igualmente, los rindes vienen bien y esperamos una cosecha similar a la del año anterior”, explicó.

Ahora bien, para Costa, acceder al mercado exterior resulta difícil para los productores pequeños que, por el contrario, le venden a exportadores más grandes y estos son los que ponen el precio –y a su vez deben responder a un precio que se maneja en el mundo y para el que las decisiones de los productores chinos pesan mucho-. “Existe un mercado oligopólico para el ajo de exportación y eso hace que muchas veces, por necesidad, se tenga que vender a precio bajo para el productor”, destacó.

Uno de los métodos tradicionales de conservación del ajo a campo es el armado de parvas, con cubierta de nylon
Uno de los métodos tradicionales de conservación del ajo a campo es el armado de parvas, con cubierta de nylon

Desafío a octubre: lograr precios competitivos en Brasil

Desde el mes de marzo, ProMendoza, la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajos, Cebollas y Afines de Mendoza (Asocamen)y la Asociación Nacional de Productores de Ajo de Brasil (Anapa) trabajan en conjunto para continuar con la tasa antidumping en Brasil que vence en octubre.

Es que, a principios de 2016, las entidades firmaron un acuerdo para proteger la tasa antidumping y mantener el arancel externo común del Mercosur. En octubre de 2017, ANAPA realizó la presentación ante las autoridades brasileras. El proceso concluyó en octubre de 2019 con el establecimiento de la tasa antidumping por 5 años.

Esta acción fue como consecuencia de la manifestación por parte del Gobierno de Brasil de retirar las protecciones a los productos que llevarán más de 10 años con la tasa antidumping. El ajo mendocino contaba con protecciones y excepciones desde 1996, que permitían un comercio justo para Mendoza.

Con el establecimiento de la tasa y el mantenimiento del arancel externo común se logró mantener el mercado brasilero y tonificar los precios, ya que al precio CIF del ajo importado desde China se le suma el arancel externo común de 35% y luego el 100% de la tasa antidumping. Con ambas protecciones, el precio abonado por los importadores de ajo chino se asemeja al pagado a los importadores de ajo argentino. Esto permitió a los productores mendocinos mantener y acrecentar su participación en el mercado y un fuerte crecimiento de los productores brasileros en su propio mercado.

El acuerdo implicó colaboración en dos procesos. En primer lugar, el mantenimiento del arancel externo común del Mercosur para el ajo extrazona, a pedido de Argentina. Esto fue gestionado por ProMendoza ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina y, además, solicitado también por el Parlamento del Mercosur. En segundo lugar, la renovación de la tasa antidumping.

Para entender un poco más esto, hay que entender que la práctica de dumping se produce cuando un producto se exporta a un precio inferior al que se vende en el mercado interno del país de origen, generando una competencia desleal con el productor local y otros importadores. Entre los motivos mencionados como generadores de dumping están: las políticas de promoción de precios, para ganar mercados mediante incentivos para que los consumidores adopten un producto específico; las políticas de precios predatorios o sea, la práctica de vender a pérdida durante un tiempo para desplazar del mercado a los competidores.

La sola existencia de dumping no es suficiente para aplicar medidas, sino que se requiere determinar la existencia de un daño a la producción local y que ese daño sea causado por las importaciones objeto de dumping. El daño puede ser real, puede ser una amenaza de daño importante e inminente o puede ser un retraso sensible en la creación de una rama de la producción local. Para ello, se realizaron diversos estudios, entre los que destacaron los costos de producción, informes sobre el mercado global de ajo y las condiciones de producción de ajo en China. Este último fue central para demostrar que las condiciones laborales y de producción de ajo en China eran particulares, lo que determinaba un precio de salida de la producción extremadamente bajo e injusto para el resto de los países productores.

Plantación de ajo.
Plantación de ajo.

Cómo lograr un ajo un 29% más grande

Claudia Mamani Moreno, ingeniera agrónoma, PhD en fisiología vegetal y responsable de Investigación y Desarrollo de Stoller, explicó que, en este momento del año, el ajo se encuentra en la etapa de crecimiento vegetativo. El número de hojas que presenta actualmente puede variar entre 4 y 6, dependiendo del momento de siembra, que se realiza entre febrero y abril, según la variedad y la zona.

La profesional señaló que in concepto importante a destacar es la construcción del rendimiento desde el momento de la plantación. Existen factores determinantes en la primera fase del cultivo que implican decisiones de manejo que afectarán el rendimiento final: la densidad de plantación, el tamaño del diente semilla y el porcentaje de emergencia final alcanzado.

Una vez establecidas las plantas y desarrollado un buen sistema radicular inicial que les permita extraer agua y nutrientes, estas estarán preparadas para sobrellevar el invierno.

Mamani sumó que, al salir del invierno, la planta inicia una etapa de rápido crecimiento vegetativo, formando masa vegetativa que posteriormente alimentará al bulbo. “Para contribuir a este objetivo, se recomiendan apoyos nutricionales por el suelo y vía foliar, mediante el uso de bioestimulantes, micronutrientes con énfasis en el zinc y productos antiestresantes para mitigar el efecto colateral de las aplicaciones de herbicidas”, comentó.

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Posteriormente, sigue la etapa de inicio de bulbificación, en la cual se juegan las “cartas finales”. A partir de ese momento, se busca uniformidad, tamaño y peso del bulbo como componentes del rendimiento final. Está comprobado estadísticamente que ciertos tratamientos que combinan potasio con bioestimulantes que promuevan la movilización de nutrientes al bulbo, pueden marcar la diferencia. Una buena estrategia en esta línea puede generar incrementos del 29% en el peso promedio de los bulbos. Asimismo, se logran diferencias en la distribución de calibres, alcanzando una mayor proporción de calibres 5, 6 y 7, con incrementos promedio del 15% por categoría.

“Además del factor de fertilización, un sistema de riego que asegure la disponibilidad de agua durante la etapa de llenado del bulbo, así como el control de plagas como trips y malezas, contribuirán al éxito final”, cerró la especialista.

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