Así como los productores vitivinícolas advirtieron de las consecuencias que puede tener para el sector la guerra entre Rusia y Ucrania, ahora, exportadores de ciruela hablaron de su realidad respecto a las ventas en el mercado ruso, uno de los más importantes para el país.
Oscar Vergara, propietario de una empresa especializada en frutos secos y desecados que vende ciruela en casi 40 mercados en todo el mundo y que uno de sus principales compradores es Rusia, contó a Los Andes que el panorama general es de incertidumbre, por varios motivos.
Con casi 30 años de experiencia, ellos fueron unos de los primeros en vender la ciruela argentina en el mercado ruso hace 20 años. “Desde aquel entonces comenzó a generarse una línea de negocios muy importante y creciente, lo que llevó a Rusia a convertirse en uno de los destinos principales de la ciruela argentina, después de Brasil que es el número uno”, explicó Vergara.
En los últimos días, como ya se conoce, Rusia ha tenido algunas consecuencias económicas importantes como devaluación de su moneda, lo que modificó las condiciones para los importadores rusos. “En estos días que llevan de guerra se ha parado la actividad económica. Nadie compra y nadie vende. Los que tienen stock de mercadería no la entregan al mercado y los que tienen que pagar la mercadería que ya está entregada no tienen cómo hacerlo”, sostuvo.
“Va a haber pérdida por parte de los importadores que tienen que cobrar todas las ventas que tienen pendientes. Es una situación parecida a la crisis del 2008 o la de hace cuatro o cinco años cuando se produjo la baja de los precios del petróleo, donde va a haber un reacomodamiento en los pagos”, anticipó el exportador.
Las complicaciones para vender a Rusia
Según lo que reflejó Vergara, hoy el problema con el mercado ruso es doble: el bloqueo económico de las empresas y la cancelación de fletes marítimos. “Hay empresas rusas que han quedado sólidas a pesar de esta situación, porque ya tienen una historia y respaldo financiero. El problema ahora es que con la sanción a los rusos se les dificultan los pagos al exterior”, dijo. “Se han implementado medidas económicas, como un cepo cambiario, como el que hay en Argentina, cupo de dólares para poder transferir al exterior, entre otras medidas que día a día se van conociendo”, añadió.
Si bien los importadores rusos continúan demandando sus productos, no tienen cómo hacerlos llegar: “Hay empresas marítimas que no ingresan a puertos rusos. Tenemos contenedores que ya han sido pagados por los clientes rusos, pero que están paralizados en puertos de Polonia y Alemania. Con esta situación no están seguros de poder introducirlos en su mercado local. En algunos casos nos han pedido que vendamos la mercadería a otros destinos porque están viviendo una situación de incertidumbre”.
“En este momento, el intercambio comercial de nuestros productos está en una situación de stand by. Estamos esperando que se clarifique el tema porque es muy difícil avanzar en negocios, a pesar de la buena voluntad de algunos rusos”, manifestó Oscar Vergara.
¿Panorama complicado?
Aunque con todo este escenario el panorama para los exportadores de ciruela parezca complicado, según Vergara no es tan así. “Por ahora no ha representado una gran pérdida porque estamos a comienzo de temporada. La época fuerte de ciruelas, pasas de uvas y nueces finalizó en enero de 2022, por lo que todo lo que se había embarcado ya prácticamente se cobró”, destacó.
Es que la pérdida del mercado ruso, en el peor de los escenarios, no modificaría la performance argentina, debido a los bajos rindes de la última cosecha. “Ahora estamos con la nueva cosecha y, sinceramente, no nos agarra mal parados porque podemos esperar todo el mes de marzo y parte de abril para ver si los rusos van a comprar. Pero, en el caso de la ciruela argentina, si no compran, no habría problemas porque acá hubo problemas climáticos y se ha perdido casi el 50% de la cosecha. Con el volumen que tenemos, que no llega a las 14 o 15 mil toneladas, podemos prescindir del mercado ruso. La participación del mercado ruso, al menos en estos productos, es reemplazable”, detalló.
Ahora la preocupación pasa por encontrar una manera para resolver los pagos pendientes: “Estamos buscando con los clientes rusos que necesitan la mercadería cómo resolver el sistema de pago. El Swift está bloqueado para Rusia, pero hay otro sistema de intercambio de pagos que se hace vía China, que estamos esperando que se acrediten pagos a través de este medio”, completó.