Las exportaciones del sector vitivinícola tuvieron resultados positivos durante los primeros dos meses del año, tanto en vino fraccionando como en vino a granel. La mejora ilusiona a los bodegueros, aunque advierten que la continuidad de la tendencia positiva depende de la evolución de las variables macroeconómicas, como la inflación y el tipo de cambio.
Según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), entre enero y febrero de este año se exportaron 277.000 hectolitros de vino fraccionado, contra 258.503 hectolitros de igual período del 2018. La diferencia representa un crecimiento del 7,2%.
La mejora fue impulsada principalmente por los envíos de vinos varietal, que repuntaron 9,6% y representan casi el 90% de las exportaciones de fraccionados. En tanto, cayeron 12,7% las exportaciones de vinos sin mención varietal (tiene una participación del 9,5% sobre el total) y aumentaron 25,6% las de los espumosos, aunque estos últimos tienen una incidencia mínima sobre el resultado general.
Si se analizan los resultados por tipo de envase, se encuentra un crecimiento del 10,3% en los envíos al exterior de vino en botella, una caída del 33,3% del tetra brik y una baja del 10,8% en bag in box. Claro está, que casi todo el volumen exportado es vino embotellado, por lo que las retracciones de los otros dos envases no alcanzar a revertir el resultado positivo.
Vino a granel y mosto
De acuerdo a los datos del INV, en el primer bimestre del año las exportaciones de vino a granel tuvieron un notable crecimiento del 1.149%, pasando de 47.750 a 195.051 hectolitros exportados.
En parte, esa mejora tiene que ver con la rápida reacción de ese producto a la mejora del tipo de cambio. Cabe recordar, que en 2018 el valor del dólar se duplicó, al pasar de $ 20 a $ 40, lo que significó un mejoramiento inmediato de la competitividad para los exportadores.
En tanto, las exportaciones de mosto concentrado crecieron 44,2% en el primer bimestre. Fueron 10.514 las toneladas exportadas entre enero y febrero del año pasado y 15.165 las toneladas que se enviaron al exterior en igual período de 2019.
Análisis del mercado
Los buenos resultados del primer bimestre generan buenas expectativas para el sector vitivinícola. Walter Bressia, presidente de Bodegas de Argentina, se mostró cauto, pero optimista. "El crecimiento de enero y febrero ilusiona. Se debe esperar a ver como evoluciona la economía, pero creo que la tendencia se va a mantener", opinó.
“En el último año mejoró la competitividad y eso nos ha permitido crecer. Si bien se aplicaron retenciones y bajaron los reintegros, la suba del tipo de cambio nos dejó mejor posicionados que en 2018. En vistas a futuro las perspectivas son buenas, siempre y cuando el dólar siga acompañando a la inflación”, agregó Bressia.
Se mostró de acuerdo Francisco Do Pico, director de Relaciones Institucionales del Grupo Peñaflor, quien indicó que el balance en términos de competitividad fue positivo en el último año y consideró que las condiciones están dadas para que el mercado siga creciendo.
Sin embargo, advirtió que la competitividad no depende solo del tipo de cambio. “Se necesita promoción externa y nuevos acuerdos comerciales. Nuestros competidores llegan con arancel cero a destinos en los que Argentina paga tasas de ingreso”, lamentó.