Durante 2018 aumentó 8% el ingreso de dólares estadounidenses provenientess del sector exportador de vinos y mostos. Entre enero y diciembre del año pasado el sector registró divisas por U$S 969.415.000, pero si se analiza por rubros, hubo un crecimiento desigual y con caídas para algunos sectores. Referentes de la industria sostienen que recién a fines de marzo de este año podrán cerrar un balance por temporada y mostraron preocupación por las barreras que dificultan un crecimiento que les permita recuperar pérdidas de años anteriores.
De acuerdo con el informe anual que elabora el Instituto Nacional de Vitivinicultura, las exportaciones dieron un balance negativo en términos generales, pero si se analiza por producto, se observa una caída del 0,5% en varietales, y una superior al 17,3% en "otros" (especiales). Por el contrario, los espumosos crecieron un 3,7% y otros, "sin mención varietal" registraron una suba del 27,3%. En total, los vinos registraron una variación positiva del 1,5% durante 2018, lo que significó un ingreso de divisas de u$s 822.012.000, cuando en 2017 la misma cifra fue de u$s 809.611.000.
En volúmenes acumulados entre enero y diciembre, los vinos exportados tuvieron un crecimiento total del 23,5 %, respecto a igual período del año anterior, mientras que en el valor FOB fue del 1,5% mayor. Los volúmenes acumulados de vinos fraccionados bajaron 2,7% y el vino granel creció el 184,1%. Se registró un aumento del 137,7% en el volumen exportado de vinos blancos y del 1,4% más, en los vinos de color.
En tanto que, los mostos mostraron un crecimiento mucho mayor (+67%), con un ingreso total de u$s 147.403.000, contra los u$s 88.284.000 del año anterior, por un total de 103.770 toneladas, cuando el año anterior se alcanzaron las 61.610 toneladas.
Cautela en el sector
Si bien el mosto mostró una expansión en las exportaciones con respecto a 2017, el gerente de la Cámara, Rodolfo Paolucci, indicó que "los socios son cautelosos", debido a que las temporadas se analizan de marzo a febrero (2018-2019), y este año el sector no ha escapado a las dificultades económicas del resto de las actividades.
En este sentido, que las retenciones, que les impone un pago de $ 3 o $ 4 por cada dólar exportado (según sea producto primario o secundario), fue un golpe duro, sumado a que venían de una baja de reintegros, y con un dólar que "es cada vez menos competitivo".
“Por otra parte estamos recuperando mercados y volúmenes de dos cosechas anteriores muy malas. Conclusión el mosto no escapó a las dificultades del año”, expresó Paolucci.
Por su parte el presidente de la Fecovita, Eduardo Sancho, consideró que si se toma el promedio anual la lectura es una, pero si se considerara por cuatrimestres, la vitivinicultura argentina tuvo un primer cuatrimestre muy bueno, en el segundo comenzó a decaer, y el el último ya se vivió una merma considerable.
"En octubre cuando se conoció la cosecha europea, nos desplazaron de los mercados. Por ejemplo, exportábamos a Sudáfrica y cuando España comenzó a exportar, perdimos mercado, porque ellos tienen arancel 0 y nosotros del 25%", explicó Sancho.
Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, explicó que "lógicamente la nueva paridad cambiaria beneficia a la exportación, se ve claramente en vinos a granel, pero en vinos fraccionados, que son los de mayor valor agregado la recuperación todavía es lenta. En 2017 con respecto a 2016 los vinos fraccionados cayeron 7,3%, ahora fue del 2,7%".