Estefanía Banini volvió a casa, pensando en la Selección y en jugar la Champions

Considerada la “Messi” de la rama femenina, Banini habló de sus objetivos y hasta de la política nacional. Pase y lea. Imperdible.

Estefanía Banini  volvió a casa, pensando  en la Selección y en  jugar la Champions
Estefanía Banini volvió a casa, pensando en la Selección y en jugar la Champions

La mejor jugadora de fútbol de Argentina, la mendocina Estefanía Banini, de 28 años, llegó hace unos días a la provincia después de terminar su cuarta temporada en Washington Spirit.

La ex de Las Pumas arrastra una lesión de dos meses y medio, y en su recuperación aprovechó para visitar a sus seres queridos. No obstante y a punto de ponerse a un 80 por ciento en condiciones de volver a jugar, ya confirmó su presencia en la Selección de cara al amistoso con Uruguay el mes que viene y para el Repechaje contra un equipo de la Concacaf, con vistas al Mundial.

Pero además espera una confirmación de su pase para poder incorporarse a Levante de España, con el objetivo de pelear la Champions.

Estefanía dialogó con Mas Deportes sobre su paso por Estados Unidos, su futuro internacional, la Selección argentina, Las Pumas, el presente del fútbol femenino en Mendoza y de la situación socio-económica del país. Una lectura completa sobre la rama de este deporte, sus conceptos y su optimismo para que el fútbol femenino siga creciendo.

Su objetivo inmediato

“El Levante tiene un proyecto interesante de clasificar a Champions y me interesa mucho participar. En Estados Unidos hace cuatro temporadas que estoy y viví todo, desde lesiones a jugar una final (NdR: en 2016 jugó la final contra North Caroline y perdieron por penales tras el 3-3) hasta quedar últimas. Creo que cumplí un ciclo. Me voy de NWSL completamente realizada. Y es un desafío jugar una Champions en España.

-¿De qué depende que firmes para el Levante?

-De lo que resuelvan mis representantes con Washington Spirit y Levante. El problema es que mi contrato con Spirit terminaba el 22 y el cierre para nuevas incorporaciones en España cerró el 21. Por un día me quedo afuera. Pero mi agente está haciendo todo lo posible para hacerme entrar. Sino, será en enero cuando se abra la otra ventana para refuerzos.

-¿Mientras tanto?

-Seguiré recuperándome y entrenando con la Selección y Las Pumas.

Estefanía tiene una rotura de cartílago del fémur y no se puede regenerar. Por lo que, según los médicos, tiene dos opciones: "dejo de jugar o me aguanto los dolores. Y prefiero lo segundo porque de las canchas sólo me sacarán muerta".
Futura DT: "Es necesario la especialidad"

“Me quedan dos materias para ser técnica de fútbol en AFA (a distancia) y después tengo que hacer las prácticas en Buenos Aires.

-¿Dejaste la carrera de Educación Física?

-Primero por problemas con el idioma en Estados Unidos. Pero después me di cuenta que acá el profe de Educación Física sabe de todo un poco.

Creo que es necesario la especialidad. En el resto del mundo contratan a un director técnico, no a un profe. Lo mismo en un gimnasio, contratan a un preparador físico. Por lo que me di cuenta que no era mi camino el de profe sino técnica. Y si llego a irme a Europa me gustaría especializarme más.

-En el fútbol femenino: "No podemos pretender lo mismo cuando no generamos lo mismo". ¿Por qué creés que el fútbol femenino en el exterior sabe sostenerse mejor desde lo económico?

-En los países donde estuve, son otras las realidades. En España, el fútbol femenino no genera ingreso propio sino que se sostiene a partir de los ingresos de la rama masculina.

-¿Pensás que algún día el fútbol femenino llegará a ser profesional?

-Sería bueno el profesionalismo. Nosotras estamos peleando y logrando mucho. Pero no podemos pretender lo mismo cuando no generamos lo mismo. No se puede pedir la igualdad, pero sí mucho más apoyo para que la mujer se pueda dedicar a esto sin otra preocupación, que entrene tranquila. Que sea una carrera profesional (que dura tan poco) y que lo que ganen les alcance para vivir porque se pone demasiado en juego para tan poco.

-¿No es una utopía?

-Estoy convencida de que en Argentina se puede todo. Lo que pasa es que lamentablemente se va mucha plata en bolsillos de vaya a saber quiénes.

Pese a todo lo que se robaron, el país sigue en pie. Política y económicamente está complicado pero tampoco está demasiado mal. La gente que me rodea la está sufriendo. Noto a un país estancado. Me fui hace 10 años y la Argentina no avanzó o está peor aún, retrocedió. Al subirme a un avión no sé si iba a la Argentina del 2018 o volaba al pasado. Y me da mucha pena.

-Y con AFA ¿cómo se viene tu agenda?

-Tenemos una fecha FIFA en octubre. Lo bueno que no había pasado antes es que después del reclamo en la Copa América la AFA comenzó a preocuparse por nosotras. Espero que en un futuro dejen de preocuparse y comiencen a ocuparse. Ya ganamos fechas FIFA para amistosos, y el tiempo para trabajar. Porque a la Copa América nos juntamos una semana antes, nunca hicimos amistosos internacionales y salimos terceras ganándole a Colombia y Venezuela. Hoy ya ganamos esto, interés y preparaciones previas. Pero hay que dar otro paso, que los amistosos sean contra equipos que nos exijan. No importa perder 10 a 0 porque eso nos va a servir para crecer y para ver la realidad de lo que nos vamos a enfrentar durante el repechaje. Son niveles bastantes altos, pero queremos ir al Mundial. Jugar contra Puerto Rico o contra Uruguay, seguimos en la misma línea. Necesitamos dar otro salto.

El Repechaje de noviembre

Banini es tenida en cuenta por el técnico de la Selección argentina, Carlos Borello, y esta semana viaja a Buenos Aires para entrenar en Ezeiza.

“Me llevó lesionada a Puerto Rico y jugué unos minutos. Y le estoy agradecida por tenerme en cuenta. También pensó en mí para el Repechaje, y como pieza importante para transmitirles a las más nuevas (porque ahora soy de las más viejas) lo que es jugar por esta camiseta, lo que tanto cuesta entrenar, viajar y a su vez, lo que tanto perdemos”, contó Estefanía.

El único motivo por el que volvería a Washington...

Banini se mantuvo ocupada en los ratos libres, tras los entrenamientos. Y es que hubo algo que la enamoró y conquistó: la docencia en el fútbol. “El día allá se termina a las 18 y se cena muy temprano, el estilo de vida es distinto y la gente es más fría.

Y un día conocí un club de argentinos, eran de todas partes de nuestro país que se conocieron allá. Una tarde, después de una nota que me hicieron en Clarín me contactaron del club Toca Junior para proponerme trabajar. Comencé a dar clases a la categoría de las hijas (13 años) de los socios. Pero después se sumaron las hermanas mayores y luego las mamis, la división más linda, divertida, mi categoría favorita. La pasaba muy bien”.

Y agrega: “Al club lo formó un loco del fútbol, Cristian, un cordobés gastroenterólogo que quiso hacer un club con costumbres argentinas en Washington porque no tenemos las mismas costumbres ni la pasión, ni el estilo de hacer deportes. La decisión de dejar Washington me duele más por esta actividad y la gente que dejo que por lo profesional. Ya me siento realizada. Porque en ellas encontré lo que me faltaba de mi país, el contacto, la contención, el cariño, las reuniones. La pasé muy bien con ellos”.

¿Te gustaría volver como técnica a EE.UU?

-En un futuro, pero siento por dentro que quiero cambiar a la Argentina. Mi carrera como técnica la quiero hacer acá, ayudar al fútbol femenino en mi país.

El regreso a casa, Las Pumas

“Más allá de lo que me pasó, tuve el gusto de ver a las Pumitas (bicampeonas) jugar la final de sala y me dio mucha satisfacción ver que haya inferiores de femenino. Cuando yo jugaba a veces en un Nacional viajamos sólo 10. Ahora me encuentro con una evolución de Las Pumas, con un montón de categorías de inferiores que me pone feliz. Y en Cementista también, hay categorías de mujeres, a diferencia de cuando yo jugaba que era la única. Está muy bueno que nos hayan abierto las puertas al fin.

-¿Qué te dijo la Colo (Silvana Villalobos)?

-Me invitó a jugar y también para enseñar. Pero la verdad es que lo que me haría más feliz si me quedo en Mendoza es conocer todas las categorías y jugar con las nenas. Para darles las herramientas básicas. Es un modo de retribuirle a Las Pumas todo lo que me enseñaron ya que todo lo que aprendí sobre fútbol de once fue a través de ellas.

-¿Qué sensación tuviste al ir a Las Pumas después de tantos años?

-Fue raro, me sentía distante al principio pero cuando las vi se me pasó. Me sentí en casa.

-¿Y con Cementista?

-La verdad que no he ido, sólo al gimnasio en la mañana. Pero ‘Perico’ Pérez (ex entrenador) me reclamó por no avisarle que había llegado.

-¿Esta vez viniste en modo fútbol o en modo relax?

-Vine para disfrutar de las cosas sencillas y simples. Porque cuando vine anteriormente estaba tan metida en los equipos y en volver, que me alejé de todo. Y ahora con la lesión y la posibilidad de estar más tiempo en mi provincia, me lo tomé con calma. Disfrutar del cariño de la gente, la familia y de los valores. De modo jugadora me pasé a modo Estefi.

Estefi con las futuras promesas de Las Pumas.

Sobre el límite de edad en la Liga Mendocina

Hace unos días, la Liga Mendocina de Fútbol dispuso en el reglamento un límite de edad para jugar en Primera de 14 años en adelante.

-¿Qué opinión tenés al respecto?

-Es una forma de cuidarlas. No podés arriesgar a una nena de 14 que choque con una de 30 porque podés lesionar a una jugadora con futuro. Pero no se puede exigir algo cuando no se les da nada. El límite de edad es desde 14, pero que le das como institución al resto. Si para estas chicas que quedan excluidas les das un torneo para que compitan, la medida está perfecta. Pero si las descartás y no pueden jugar, que no se aplique.

-Habrá una Reserva el año que viene para estas niñas.

-Me parece bien, porque no excluís a nadie. Se siguen formando. Y también me parece bueno si las excepciones sean con el consentimiento de los padres mediante una autorización. Igualmente, la que es crack tiene que jugar en la categoría que le de. Y si tiene que jugar con hombres o chicas mayores, que lo haga porque van a mejorar. No hay que ponerles freno. Ese es un tema en Argentina, en general.

El único motivo por el que volvería a Washington...

Banini se mantuvo ocupada en los ratos libres, tras los entrenamientos. Y es que hubo algo que la conquistó, enamoró y conquistó: la docencia en el fútbol.

“El día allá se termina a las 18 y se cena muy temprano, el estilo de vida es distinto y la gente es más fría. Y un día conocí un club de argentinos, eran de todas parte de nuestro país que se conocieron allá. Y un día, después de una nota que me hicieron en Clarín me contactaron del club Toca Junior para proponerme trabajar. Comencé a dar clases a la categoría de las hijas (13 años) de los socios. Pero después se sumaron las hermanas mayores y después las mamis, la división más linda, divertida, la categoría favorita. La pasaba muy bien”.

Y cuenta: “Al club lo formó un loco del fútbol, Cristian, un cordobés gastroenterólogo que quiso hacer un club con costumbres argentinas en Washington, porque no tenemos las mismas costumbres ni la pasión ni el estilo de hacer deportes”.

La decisión de dejar Washington me duele más por esta actividad y la gente que dejo que por lo profesional, que ya me siento realizada. Porque en ellas encontré lo que me faltaba de mi país, el contacto, la contención, el cariño, las reuniones. La pasé muy bien con ellos.

¿Te gustaría volver como técnica a EEUU?

“En un futuro, pero siento por dentro que quiero cambiar a la Argentina. Mi carrera como técnica la quiero hacer acá, ayudar al fútbol femenino en mi país”, concluyó convencida de su aporte.

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