Tras casi cuatro años de trabajos está lista la obra de ampliación del Perrupato, el hospital de San Martín, que con un promedio de 16.000 consultas mensuales es cabecera en el Este.
Los trabajos se dividieron en dos etapas (la primera se habilitó en 2018) y el proyecto final, que tiene un costo superior a los $ 130 millones, permite sumar espacios, reubicar áreas, mejorar la atención y descongestionar el tránsito interno, al enviar hacia la periferia del cuerpo central una veintena de consultorios. La obra se inaugura esta semana.
La primera etapa finalizó en 2017 y con ella, el Perrupato logró sumar más de 1.500 metros cuadrados a las áreas de Oncología, Neonatología y Rehabilitación; pero tras la inauguración de ese primer edificio anexo y ante la persistencia de falta de espacio en áreas claves comenzó el trabajo de la segunda etapa, que por estos días está terminada y que crea nuevas instalaciones para trasladar el buffet y la farmacia, pero especialmente, permite mudar desde el corazón del hospital hacia la periferia una veintena de consultorios, lo que descongestionará el tránsito en el edificio principal.
Así, el Perrupato pasa a tener unos 16.000 metros cuadrados, casi un 20% más de superficie que al inicio de las obras. "La nueva ala del Perrupato permite reorganizar espacios y optimizar la atención", explicó el director, Omar Dengra.
Y explicó: "Hoy lo que tenemos son consultorios congestionados, que crecieron en servicios pero no en espacio y entonces hay, por ejemplo, gabinetes con dos camillas para la atención simultánea de pacientes".
Más camas
Así la construcción de una veintena de consultorios permitirá, en los próximos días, trasladar esos servicios a la nueva ala, optimizando todo el trabajo de consulta médica, y descongestionando el tránsito de público por el edificio.
Pero además, el traslado de los consultorios externos permitirá reorganizar los gabinetes existentes, para que áreas como odontología u oftalmología sume espacios. Además, el reordenamiento permitirá ganar camas de internación.
"Es una cadena de sucesos en la que unos llevan a otros. Mover los consultorios va a permitir reubicar depósitos y habitaciones de los residentes", agregó Dengra.
En 1991 el Hospital Ítalo Perrupato inauguró su actual edificio con 211 camas pero hoy, producto del crecimiento de servicios y de personal sin nuevos espacio, tiene menos de 200: "Al reordenar salas y gabinetes vamos a volver a contar, al menos, con el número inicial", explicó el director.
Pero a la habitual falta de camas y de espacios que hoy existe, se suma el constante ir y venir de gente que circula por el interior del edificio principal, un flujo de público que podría disminuir en un 70%, cuando se muden áreas claves como son los consultorios externos.
Hoy, si alguien quiere ir a tomar algo al buffet o tiene una receta para la farmacia cruza todo el hospital por dentro: "Muchas veces hablamos de familias completas o de tres o cuatro personas por internado; lo mismo ocurre con los consultorios externos, a los que viene un paciente pero llega con los hijos, con la madre o con un amigo. La idea es con la apertura del ala nueva, toda esa gente no tenga necesidad de circular dentro del hospital", explicaron desde la Dirección.
Otras obras
El ministerio de Infraestructura lleva adelante diversas obras relacionadas con el área de la salud. Estas son las tres principales:
La ampliación de la maternidad del Lagomaggiore, una obra que cuenta con un presupuesto de $ 397.283.272 y que comenzó a construirse en enero de 2018; tiene un plazo de obra de 20 meses y hoy, un avance de obra del 33%.
La ampliación de la Guardia del hospital Central, que cuenta con $ 331.405.644 para una obra que comenzó en junio de 2018, que tiene un plazo de obra de 14 meses y muestra un 56% de avance.
En San Rafael, el hospital Schestakow tiene un presupuesto total de $ 324.865.000 y comenzó a construirse en julio del año pasado 2018; la obra tiene un plazo de ejecución de 14 meses y hoy, un avance del 42%
