Murió este martes a los 63 años el actor y humorista Salvador "Toti" Ciliberto, recordado especialmente por su participación en los sketches de "Videomatch" y en programas como "La peluquería de Don Mateo" y "Poné a Francella", entre otros.
El humorista tenía 63 años y una destacada trayectoria en programas de TV. Había vencido un período extenso de adicciones tras reencontrarse con Dios.
Murió este martes a los 63 años el actor y humorista Salvador "Toti" Ciliberto, recordado especialmente por su participación en los sketches de "Videomatch" y en programas como "La peluquería de Don Mateo" y "Poné a Francella", entre otros.
Fue una muerte silenciosa: una hemorragia interna seguida de un paro cardíaco.
Criado en una familia humilde e hincha de Chacarita, antes de alcanzar la fama trabajó como profesor de educación física en San Martín, Buenos Aires, ciudad donde residía.
Salvador "Toti" Ciliberto comenzó su carrera televisiva en 1992, cuando se sumó a la época gloriosa de "Videomatch" como actor cómico.
En 1997, tuvo la oportunidad de conducir "Adivina adivinador", un programa de juegos en el que los participantes debían descubrir quién era el verdadero profesional entre varios impostores. En ese ciclo, "Toti" se presentaba caracterizado como Juan Román Riquelme, generando risas con su particular estilo.
A principios de los 2000, estuvo también en la exitosa ficción "Soy gitano" y en los ciclos "Poné a Francella" y "Mar de fondo".
En 2004 y 2013 fue uno de los protagonistas de "La peluquería de Don Mateo", un clásico programa de Gerardo Sofovich.
Además, incursionó en el cine con películas como "Vivir intentando" (junto a Bandana), "Brigada explosiva: Misión pirata" (con Emilio Disi y Gino Renni) y "Cuatro de copas" (junto a Pablo Yotich y Federico Luppi).
Sus últimos roles lo tuvieron en varias telenovelas como "Educando a Nina", "Loco por vos" y "Fanny, la fan", además de repetir en 2019 con Marcelo Tinelli en "Showmatch".
A pesar de su éxito, Ciliberto enfrentó una dura batalla contra las adicciones. En una entrevista con Gastón Pauls para el ciclo "Seres Libres", reveló que consumía cocaína desde antes de alcanzar la fama, pero que el frenesí del éxito y la presión lo llevaron a depender cada vez más de la droga. "Uno se engaña, creés que te ayuda a estar más pila. Hasta que te das cuenta de que te está matando", confesó.
El punto de inflexión fue su familia: sus hijos y el apoyo incondicional de su exmujer Analía Lojo lo impulsaron a cambiar. Además, encontró refugio en la fe.
En el programa "La Puerta Abierta", admitió: "Si no me sacaba el Señor, yo nunca hubiera salido de ahí". Su espiritualidad se convirtió en su salvación y desde entonces comenzó a compartir su testimonio en encuentros religiosos organizados por el pastor Felipe de Stefani.
Con su partida, el mundo del humor argentino pierde a una de sus figuras más queridas, un hombre que, más allá de la risa que generaba en el público, supo sobreponerse a los momentos más oscuros de su vida.