Suri Cruise, la dulce niña que vimos en muchas fotos junto a Tom, su padre, ya tiene 17 años y ya hace más de una década que no ve a su papá. Ella también es hija de la actriz Katie Holmes, con quien vive en la ciudad de Nueva York mientras termina sus estudios secundarios.
Lejos de lo que se puede creer siendo hija de celebridades, la vida de Suri viene siendo muy reservada. Fue su mamá quien procuró que creciera bien lejos de los flashes de los paparazzi para centrarse en ir al colegio y llevar un crecimiento de lo más tranquilo.
No obstante, hay veces que se la ve en revistas y portales dado de que cada tanto es captada recorriendo las calles de los distintos barrios de Nueva York. Además, suele ser muy independiente.
Suri se va abriendo camino muy de a poco en el mundo del arte. El año pasado se supo que participó en algunos de los proyectos cinematográficos de su mamá.
En Alone Togethe, interpretó la canción “Blue Moon” para que suene durante los créditos iniciales y en otra ocasión cantó en Rare Objects, la película basada en la novela de Kathleen Tessaro en la que la ex esposa de Tom Cruise debutó como directora.
El futuro de Suri Cruise y la relación con su padre
El deseo de Suri Cruise es convertirse en diseñadora de modas. Y que por este motivo es que ya envió solicitudes a distintas universidades y espera por una respuesta afirmativa para comenzar sus estudios.
En cuanto a lo que ha distanciado a Suri de Tom Cruise, se supo que tiene que ver con la Iglesia de la Cienciología, de la cual el actor es parte, pero ella no. Y ya son diez años los que pasaron desde la última vez que la adolescente vio a su padre.
En un principio se creyó que la separación tenía que ver con las múltiples infidelidades que habría cometido Tom. Luego se comenzó a decir que ella estaba harta de seguir una serie de estrictas condiciones que la Cienciología imponía para ella y su hija.
Desde hace un tiempo viene circulando el rumor de que Tom Cruise está esperando a que su hija cumpla la mayoría de edad para volver a tener contacto con ella, argumentando que la falta de vínculo no tiene que ver con la religión, sino con una decisión de la joven.
