Casi 4% de los empresarios mendocinos piensa que se perderán puestos de trabajo en los próximos meses. Como contraparte, un 9,4% cree que aumentará la cantidad de personas empleadas. Si bien los números pueden no parecer tan preocupantes en el contexto económico, en setiembre del año pasado, menos de 3% de los dueños de empresas locales creía que iban a perderse puestos de trabajo y 17,2% opinaba que iba a aumentar su planta de personal.
Según datos de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), elaborada por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, en todo el país, en setiembre, 86,7% de los empresarios esperaba mantener su dotación de empleados, 6,5% aumentarla y 6,9% disminuirla. Es decir, hay mayor cantidad de dueños de empresas que estiman que se van a perder fuentes laborales, que quienes piensan que se van a abrir nuevas.
En Mendoza también 86,7% de los propietarios de empresas coincide en que se conservarán los puestos actuales, 3,9% estima que caerán y 9,4% que aumentarán.
Este último porcentaje es el que marca una notable reducción con respecto a setiembre del año pasado, cuando las expectativas de contratar personal eran de 17,2%, lo que significó el mejor resultado desde febrero de 2005 (que fue de 17,6%).
De todos modos, el Gran Mendoza presenta las mejores perspectivas de ampliación del mercado laboral del total de 12 conglomerados relevados en el país, seguido por Gran Mar del Plata (8,5%), Gran Córdoba (8,5%), Rosario (8,3%) y Gran Bahía Blanca (7,9%).
En cuanto al otro indicador indirecto de la actividad económica, el de la estimación de la cantidad de empleos que se perderá en el corto plazo, el 3,9% de setiembre es similar al porcentaje de enero, cuando 3,8% de los empresarios mendocinos creía que se iban a achicar las dotaciones de personal.
La cifra fue trepando a partir de febrero, hasta llegar a un 7,5% en mayo y un 7,2% en junio. Si bien coincide con la fuerte suba del dólar y la aceleración de la inflación, el relevamiento de cada mes se realiza los primeros días del siguiente. En junio, el porcentaje se redujo a 2,2%, subió a 4,6% en agosto y volvió a descender en setiembre.
Optimismo mendocino
Si bien en este punto Mendoza no arroja los mejores resultados del país, la encuesta muestra que los dueños de empresas locales están entre los más optimistas, después de los de Mar del Plata, donde apenas 2,4% considera que deberá achicar su estructura, y Jujuy (2,7%). Y se ubican a una buena distancia de los de La Plata (10,3%) y Rosario (10,2%).
Javier Allub, presidente del Consejo Empresario Mendocino (CEM), explicó que estos valores pueden responder en parte al sector exportador, ya que el tipo de cambio, al menos en este momento, le ofrece mejores expectativas. También el turismo se ha visto beneficiado por la depreciación del peso, ya que actualmente la provincia recibe más visitantes de Chile y Brasil, como de otros países.
Esto, además, impacta en la gastronomía y otras actividades relacionadas, lo que no sólo puede ayudar a mantener las fuentes de trabajo sino a requerir toma de personal.
Pero el titular de CEM señaló que hay sectores vinculados al mercado interno que se han visto fuertemente afectados por la caída de ventas, ya que es claro que hay una marcada retracción en el consumo. Y que además se proyecta que se mantendrá por lo menos hasta principios del año que viene.
En cuanto a las empresas que están más complicadas, comentó que están tratando de no reducir sus estructuras, pese a que el acceso al crédito es difícil. Esto, no sólo por las indemnizaciones, sino también porque armar un equipo toma tiempo y demanda una inversión importante en capacitación, por lo que el costo se evalúa integralmente.
Por su parte, Daniel Ariosto, presidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM), planteó que hay sectores, como la industria, que aún no pueden alcanzar niveles de rentabilidad, pero que la provincia tiene un mix de actividades económicas y productivas que le permite desarrollarse y sostenerse mejor, ante una crisis, que otras.
Coincidió en que la devaluación ha incentivado el turismo receptivo internacional y que los argentinos ya no salgan tanto al exterior y se queden a recorrer el país.
Los visitantes, indicó, no sólo se alojan en hoteles, sino que también comen, toman un café, compran regalos, lo que impacta en diversos rubros, ya que existe una población flotante con una demanda a la que hay que abastecer.
Ariosto comentó que en una reunión reciente de comisión directiva les preguntó a los socios, entre otras cuestiones, si había despidos masivos y que la respuesta fue no.
Específicamente en el sector turístico, se está contratando personal porque hay mucho movimiento por viajes y por congresos, y ya se anticipa un buen mes de noviembre.
Pero también reconoció que se trata de contrataciones eventuales.
En otros rubros, la situación es diversa, hay quienes no están echando pero tampoco reemplazan a quienes se van y quienes toman algún empleado, pero por 60 o 90 días, a modo de prueba.
Resistencia y Mar del Plata, las pesimistas
Según lo relevado por la Encuesta de Indicadores Laborales, el Índice de Empleo durante el mes de septiembre de 2018 para todo el país tuvo una variación interanual negativa del 0,9%. Las tasas de entrada y salida -crecimiento y reducción de las plantas de personal- fueron de 1,5% y 1,7% respectivamente.
Los aglomerados que presentaron variaciones interanuales negativas fueron Gran Resistencia (-4,4%), Gran Mar del Plata (-2,6%), Gran La Plata (-2,3%), Gran Tucumán (-2,3%), Gran Córdoba (-1,8%), Gran Paraná (1,7%), Gran Jujuy (-1,6%), Gran Buenos Aires (-1,2%) y Gran Mendoza (-0,8%). Los que mostraron variaciones interanuales positivas fueron Gran Santa Fe (2,4%), Gran Rosario (0,4%) y Gran Bahía Blanca (0,2%).
El mayor descenso interanual a nivel nacional se observa en las empresas que tienen entre 10 y 49 empleados (1,8%). Luego están las medianas, con un 0,7% de caída, y las de 200 y más empleados, con una reducción de 0,3%.
Las ramas de actividad más afectadas fueron: Construcción (-5,6%); Transporte, almacenaje y comunicaciones (-2,1%); Industria manufacturera (-1,9%); y Comercio, restaurantes y hoteles (-1,3%). Las ramas que registraron variaciones interanuales positivas fueron: Servicios financieros y a las empresas (0,9%); y Servicios comunales, sociales y personales (0,6%).