Estados Unidos impuso sanciones ayer a un magnate de medios venezolanos cercano al presidente Nicolás Maduro, acusándolo de tramar un fraude financiero que le robó 2.400 millones de dólares a las arcas públicas.
Según la medida dictada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, el empresario Raúl Gorrín tiene un año para deshacerse de sus acciones en Globovisión, el principal canal privado de televisión en Venezuela. Globovisión está entre 24 propiedades vinculadas a Gorrín que están ahora sujetas a sanciones estadounidenses según la nueva medida.
"Los miembros del régimen venezolano saquearon miles de millones de dólares mientras el pueblo venezolano sufre", declaró el secretario del Tesoro Steven T. Mnuchin.
"Las acciones que hemos tomado en contra de esta corrupta manipulación de la tasa de cambio destapa otra deplorable práctica que usan los miembros del régimen venezolano para enriquecerse", añadió.
Mnuchin advirtió que "Estados Unidos seguirá comprometido a hacer que rindan cuentas los responsables del trágico declive de Venezuela y continuará usando sus recursos económicos y diplomáticos para apoyar los esfuerzos del pueblo venezolano por restaurar su democracia".
La fiscalía de Miami acusó a Gorrín el año pasado de sobornar a funcionarios de la Tesorería venezolana a cambio de poder comprar dólares a la distorsionada tasa de cambio oficial. Gorrín, según el prontuario, vendía entonces los dólares en el mercado negro asegurándose ganancias cuantiosas.
El gobierno estadounidense determinó que Gorrín usó la fortuna para comprar yates, caballos, avionetas y propiedades lujosas en Miami y Manhattan. Además, invirtió dinero para otros jerarcas venezolanos, incluso el juez de la Corte Suprema Maikel Moreno, y para comprar obsequios para la primera dama Cilia Flores.
Reacción en Venezuela
Ni Gorrín ni Globovisión realizaron declaraciones, pero la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez calificó las medidas de "arbitrarias" e "ilegítimas". Argumentó que esas acciones no tienen sustento en "ninguna ley internacional".
La oposición venezolana ha pedido al gobierno estadounidense medidas más enérgicas contra el gobierno de Maduro, como prohibir las compras de petróleo venezolano o designar al gobierno de Maduro como patrocinador del terrorismo internacional.
Una fuente oficial estadounidense afirmó que los asesores en Washington siguen debatiendo la posibilidad de algún tipo de embargo petrolero. El funcionario añadió que se investigan los vínculos del entorno de Maduro con rebeldes colombianos en una anárquica región rica en minerales en el sur de Venezuela.
Las medidas contra Gorrín ocurren en momentos en que aumenta la presión internacional sobre Maduro, quien deberá prestar juramento mañana por un segundo período presidencial de seis años, tras unas elecciones consideradas ilegítimas por muchos gobiernos debido a que no se permitió la participación de los principales partidos de oposición.
Maduro acusa a Estados Unidos y a otros gobiernos latinoamericanos de complotar en busca de su derrocamiento mediante presiones sobre la economía venezolana, al borde del colapso debido a la escasez de alimentos y medicinas y una inflación que supera el millón por ciento anual.
Globovisión era un canal privado abiertamente opuesto al gobierno venezolano, pero eso cambió una vez que Gorrín consiguió la presidencia de ese medio en 2013.
Como ejemplo, Globovisión transmitió el sábado un programa de recetas de cocina mientras el titular de la Asamblea Legislativa ofrecía un discurso muy crítico hacia Maduro y que otros medios transmitieron en vivo por internet. Entre las entidades bloqueadas están 18 en Estados Unidos, entre ellas una avioneta Dassault Falcon y la compañía aseguradora de Gorrín, La Vitalicia.
Debido a una exención otorgada a Globovisión y su filial en Miami, el canal podrá continuar realizando ciertas transmisiones durante el resto del año.
La Iglesia se distancia del Papa
La iglesia venezolana, combativa y distante de la moderación política que ha exhibido el Vaticano, calificó a Nicolás Maduro de "ilegítimo y moralmente inaceptable" para ocupar el cargo de presidente y menos pretender continuarlo.
"Si seguimos por la senda en la que en nos encontramos, acabaremos en el abismo", reiteró en un comunicado José Luiz Azuaje Ayala, presidente de la Conferencia Episcopal local. quien denunció el "deterioro humano y social".
Muy distinto del último mensaje de Navidad del Papa, quien había pedido "que este tiempo de bendición le permita a Venezuela encontrar de nuevo la concordia y que todos los miembros de la sociedad trabajen fraternalmente por el desarrollo del país".