Nuestro país logra elogios importantes a nivel internacional por los indudables avances en materia económica acumulados durante el primer año de presidencia de Javier Milei. A pesar de ello, como veremos, recibe recomendaciones trascendentes que puede resultar vitales y complementarias a la vez de las mejoras obtenidas.
En efecto, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, no ahorró calificativos para el desempeño del área económica del gobierno, al señalar al de Argentina como “uno de los casos más impresionantes de la historia reciente” en materia de recuperación de la economía. La directiva calificó a las reformas implementadas por la presidencia de Javier Milei como parte de un “sólido programa de estabilización y crecimiento”, superador en algunos casos de programas de similares características implementados por otros países en crisis.
Es indudable que los notorios elogios desde el FMI son muy alentadores para la gestión de Milei y su equipo económico, ya que la Argentina está buscando alcanzar un nuevo acuerdo con el organismo financiero que incluiría, según se supo, determinadas condiciones para avanzar en el saneamiento del Banco Central, un viejo anhelo del actual presidente de la Nación.
Por otra parte, es evidente que las medidas que viene implementando en materia fiscal el gobierno del presidente Milei contrastan notoriamente con las adoptadas durante los cuatro años de gestión de Alberto Fernández, en los que, entre otras razones, dificultaron los avances de las negociaciones las fuertes desinteligencias internas que generó en el espacio entonces gobernante la postura del kirchnerismo.
En el actual contexto hay un dato muy destacado. Desde 2018 nuestro país es el principal deudor del Fondo Monetario por el préstamo stand-by que en junio de ese año el organismo internacional le otorgó al país durante la presidencia de Mauricio Macri. De un total de 57 mil millones de dólares disponibles se llegaron a usar poco más de 44 mil millones. Hoy en día la deuda argentina representa el 27,7% de la cartera de créditos pendientes de pago del FMI y nuestro país es desde hace ocho años consecutivos su principal deudor.
Sin embargo, además de los elogios ya citados hubo sugerencias desde el organismo financiero al gobierno argentino. Concretamente, se recomendó levantar el cepo al dólar y flexibilizar el movimiento del tipo de cambio de modo de facilitar la acumulación de reservas internacionales en el Banco Central. Dieron a entender los directivos del Fondo Monetario que recién a partir de la última medida citada la Argentina podría avanzar en el pago de la deuda que tomó el gobierno de Macri.
Concretamente, el FMI sostuvo que “la presencia de amplios controles cambiarios (que será necesario desmantelar para aliviar las distorsiones y recuperar el acceso a los mercados de capital) y la apreciación del tipo de cambio real como resultado de la preservación de un tipo de cambio de paridad lenta, podrían dificultar la acumulación continua de reservas”.
Este año el gobierno nacional necesita que haya un sensible repunte de la actividad económica y de los ingresos. Para ello será de suma importancia, en el actual marco de credibilidad logrado por la actual gestión, asegurar dólares que apuntalen dichos objetivos necesarios.