La guerra generada en Oriente Medio por el criminal ataque terrorista de Hamas a Israel, hace poco más de un mes, dio paso al incremento de acciones a favor de las reivindicaciones palestinas en distintas partes del mundo. Dramática consecuencia: condenar la justificada embestida israelí para intentar desarticular a una organización que secuestró y mató a civiles para resaltar una vez más sus fines políticos.
No conformes con las críticas a las autoridades israelíes por haber puesto en marcha sus mecanismos militares de defensa, también abundan gestos y episodios de carácter antisemita que lo único que logran es acrecentar la tirantez e incomodar a las personas de origen judío.
Lamentablemente, Mendoza no es ajena a esa situación y en los últimos días se ha observado un incremento de la hostilidad a través de pintadas o daños en símbolos que identifican al judaísmo, como también otras actitudes de desprecio en eventos de carácter público. Un ejemplo reciente es el registrado en un partido de básquetbol de la liga local en el que participaba el primer equipo del club Israelita Macabi. Voces intimidatorias desde la parcialidad del club rival, Atenas, no solo impidieron que se siguiera jugando el encuentro, sino que llevaron a las autoridades de Macabi a retirar a sus equipos de las competencias de liga locales.
Según la crónica sobre el suceso publicada en nuestro medio, desde la plana directiva del club que nuclea a la comunidad israelita mendocina se indicó que la discriminación no es nueva, sino que es algo que se reitera. Y aducen que, lamentablemente, en el club Macabi se acostumbraron a naturalizar al solo efecto de poder seguir compitiendo con otras entidades en lo deportivo y conviviendo con la comunidad mendocina en general.
Agregó el directivo de Macabi entrevistado que agresiones verbales como la sufrida resultan a la vez contraproducentes para la comunidad judía, que se encuentra temerosa y sensibilizada luego de aquella jornada sorpresiva del 7 de octubre, cuando terroristas de Hamas produjeron un baño de sangre entre judíos que muchos no recordaban desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial.
Este caso puntual debe ser bien esclarecido ya que los directivos del club Atenas afirmaron que sus simpatizantes no fueron responsables de los agravios verbales y amenazas que desde Macabi denunciaron y que dieron paso a la drástica decisión adoptada en el plano deportivo.
Debe tenerse presente que, en línea con lo que indica la Constitución Nacional, por ley la República Argentina tiene vigente desde hace más de 50 años la adhesión al contenido de la Convención Internacional sobre Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, suscripta en Nueva York en julio de 1967.
En ese marco, fue oportuna la rápida reacción del Gobierno de Mendoza a través del titular del Poder Ejecutivo, Rodolfo Suárez, quien públicamente repudió “cualquier acto de discriminación y violencia como el que sucedió en el Club Israelita Macabi”, con el que expresó solidaridad.
También apeló el Gobernador a la búsqueda de la armonía y el respeto que generalmente caracterizan a los distintos sectores que componen la sociedad mendocina, que sabe de esfuerzos y desafíos para vencer el rigor del desierto que nos tocó como lugar de vida.
