El grupo Avinea, principal productor de vino orgánico en el país, tiene 332 hectáreas con viñedos en Mendoza y otras 50 en Chubut. Pero apunta a duplicar esa superficie y llegar a las 650 hectáreas para 2025, una inversión que ya ha empezado a desarrollarse y demandará unos U$S 8 millones.
Hoy, Bodega Argento tiene 99 hectáreas en el pedemonte de Luján, 231 en Alto Agrelo (Luján), 20 en Altamira (San Carlos) y otras 48 en Gualtallary (Tupungato). Pero el plan es, en el transcurso de poco más de 2 años, sumar otras 16 en Agrelo, 35 en Altamira, 160 en pedemonte y 85 en Cruz de Piedra; todas con producción orgánica.
Además, decidieron comenzar a utilizar plantas orgánicas, lo que representa un desafío, ya que no se consiguen en los viveros locales. Cecilia Acosta, gerente Agrícola de Bodega Argento, comentó que se contactaron con un viverista que quería avanzar en este sentido, pero que necesitaba de un comprador.
El primer año, implantarán vides no tratadas con productos convencionales y en el segundo avanzarán con material orgánico. Sin embargo, el desafío no es menor ya que, para crecer en la cantidad de hectáreas que han planificado, necesitan un millón de plantas. Es que, según el lugar, implantan entre 2.300 y 5.600 vides por hectárea, e incluso llegaron a las 7 mil en la finca de Altamira.
Por otra parte, como el grupo tiene, en las diversas propiedades, unas mil hectáreas aún disponibles para plantar, no descartan que, en lugar de incorporar unas 300 hectáreas, el número se acerque más a las 400. Juan Pablo Murgia, gerente de Enología de la bodega, indicó que, en todos los casos, avanzarán con la producción orgánica y con viticultura de precisión.
En cuanto a las variedades, sumarán más hectáreas de malbec -el Argento Single Vineyard Finca Altamira Malbec 2019 fue el único vino argentino elegido por la revista británica Decanter, por su relación precio/calidad-, pero también de cabernet franc, cabernet sauvignon y chardonnay, entre otras.
El grupo incursionó en la producción orgánica en 2010, con la convicción de que la mejor expresión del terroir partía de suelos que tuvieran la menor intervención posible. Por eso, apostaron a sostener el equilibrio de los viñedos con el entorno y hoy pueden asegurar que las plantas tienen mayor resistencia natural a partir de esta modalidad de trabajo. Murgia resalta que la certificación orgánica llegó después, pero que no era el principal objetivo, sino lograr que se expresaran mejor los aromas y los sabores de cada varietal.
La bodega realizó estudios propios sobre el consumo de productos orgánicos, que mostraron que más del 60% de los consumidores valora los productos sustentables. En cuanto a los cortes por rango etario, entre las personas más jóvenes (18 a 44 años), más del 65% declaran darle mucha importancia a que el producto sea sustentable, mientras que entre los mayores de 45 años el porcentaje es del 50%. En relación con el envase, el 75% de los consultados respondieron que le parece muy importante que sea sustentable a la hora de decisión de compra.
