Si bien su aparición se ligó a la construcción de barrios privados en zonas alejadas de los núcleos comerciales, la pandemia afianzó el modelo de los “strip center”. Se trata de centros comerciales a cielo abierto, que suelen tener unos pocos locales, aunque en ciertos casos pueden llegar a superar los 20. En algunos espacios, sólo tienen comercios, mientras que en otros están asociados a complejos de departamentos u oficinas.
Sólo en Luján, en lo que va de 2022, se presentaron proyectos para construir 188 espacios comerciales en este tipo de propuestas. El centro comercial a cielo abierto o “strip center” de mayor tamaño es de 35 locales comerciales y 21 oficinas, y el más pequeño, de 3 locales y 64 oficinas. En total, son cinco los que tienen más de 20 espacios para comercios. Los distritos en los que se han proyectado -y en algunos casos ya construido- son: Carrodilla, Chacras de Coria, Ciudad, Drumond, La Puntilla, Perdriel, Vertientes y Vistalba.
Desde la Dirección de Industria y Comercio de Luján entienden que estos centros comerciales se han desarrollado con fuerza en el departamento, ya que no cuentan con grandes superficies como un shopping o mall, y que se concentran en aquellos distritos en los que la población tiene mayor poder adquisitivo.
Asimismo, indicaron que no se observan tanto en el ingreso a los barrios privados, sino en calles principales, como Paso, Boedo o Araoz, o, en el caso del casco urbano, hacia el oeste, donde aún hay superficie construible. Y comentaron que, en muchos casos, se alquilan cuando aún están en construcción.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Mendoza, Roberto Irrera, detalló que, si bien algunos asociados han planteado con cierta preocupación que en el centro se pueden ver varios locales desocupados, se debe tener en cuenta que la pandemia cambió el paradigma y muchos pequeños comerciantes empezaron a vender online y optaron por no volver a tener un local a la calle.
Pero también que, en los barrios privados, dentro de la propuesta de desarrollo, sobre todo en aquellos que están alejados de los núcleos urbanos, se destina un espacio a estos pequeños centros comerciales. Esto, con el objetivo de que el vecino no se vea obligado a salir en su vehículo para hacer las compras cotidianas.
Por otra parte, Irrera resaltó que el mendocino suele querer ir con el auto hasta la puerta de los negocios y, mientas que en los centros de los departamentos o distritos cuesta conseguir estacionamiento, en estos espacios se facilita la tarea de encontrar un lugar para el vehículo, además de lo que se necesita comprar, cerca del lugar donde se vive.
La directora de Fiscalización y Control de Maipú, Ana Sevilla, coincidió en que la mayoría de los barrios que se planifican incluyen algún centro comercial en su ingreso y que también hay pequeños complejos de locales comerciales en distintas zonas del departamento, aún sin estar en la entrada de un emprendimiento inmobiliario. En estos espacios, no sólo están los negocios habituales de abastecimiento diario, como panaderías, carnicerías, verdulerías, fiambrerías o mercaditos, sino también tiendas de ropa y calzado, cafés y hasta lugares para comer.
En lo que va del año, detalló Sevilla, se han habilitado 250 pequeños comercios en Maipú -no necesariamente asociados a “strip center”-, mientras que ha habido 197 cierres, lo que da un saldo favorable de 53 nuevos negocios. Asimismo, comentó que le ha llamado la atención la apertura de varias carnicerías grandes, que tienen una estética diferente a la más tradicional de barrio.
El director de Comercio e Industria de Guaymallén, Javier Massó, comentó que están esperando los resultados del censo de industria y comercio que han realizado en el departamento y que, si bien no tienen una categoría específica para estos pequeños centros comerciales, por lo que no pueden determinar cuántos han abierto este año, se estila que cada barrio privado o semi cerrado tenga uno en su ingreso.
De hecho, indicó que es raro el que inaugura y no cuenta al menos con un pequeño espacio con una panadería, un café, gimnasio, heladería y locales de comidas rápidas. El funcionario acotó que han visto una reactivación a nivel general, asociada a un incremento en la cantidad de altas de comercio en comparación con las bajas; que es inversa a lo que sucedió en 2020 y 2021.
En Godoy Cruz y Capital se da la particularidad de que hay muy pocos espacios disponibles para la llegada de nuevos emprendimientos habitacionales y que no hay -o casi- barrios cerrados. De hecho, la renovación edilicia se asocia, en general, a la demolición de una vivienda antigua y la construcción, en su lugar, de complejos de departamentos.
La directora de Rentas de Godoy Cruz, Victoria Panella, señaló que sólo tienen discriminados como pequeños centros comerciales a aquellos que tienen un administrador; mientras que lo más habitual es que se trate de locales con diferentes propietarios. Aunque este formato no ha tenido el mismo desarrollo que en Luján o Maipú, sí señaló que los edificios en altura suelen tener centros comerciales en su planta baja.
Por su parte, Lorenzo Nieva, secretario de Desarrollo Económico de Capital, planteó que, salvo frente al Dalvian, en Ciudad no se observa este tipo de propuestas. En cambio, sí cuentan con el gran centro comercial a cielo abierto en el microcentro y mencionó que están trabajando, a través de un convenio con CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa), en renovar la infraestructura -luminarias, señalética, etc.- del sector norte de la avenida San Martín.
La idea, en línea con la búsqueda de negocios de cercanía que favoreció la pandemia, es que los vecinos de la Tercera y la Cuarta sección no se vean obligados a trasladarse al centro para comprar. Nievas indicó que apuntan a un desarrollo económico equilibrado y que los comercios no se concentren sólo en el microcentro y ejes como Arístides Villanueva y Juan B. Justo, sino que también se asienten en otras zonas.
De ahí que, a través del programa Ciudad Activa, ofrezcan un año de eximición de las tasas de comercio y el 50% de descuento en el segundo año para los negocios que se abran fuera de estas zonas (versus el 50% y el 25%, respectivamente, para los que se ubiquen en los núcleos actuales). Por otra parte, se deposita en una billetera digital el 60% del salario mínimo vital y móvil, durante seis meses, al comerciante que tome empleados en blanco (con un tope de 5 personas).
El funcionario resaltó que, entre marzo de 2020 y setiembre de 2022, abrieron 900 nuevos comercios netos; es decir, resultantes de la diferencia entre aperturas y cierres. En cuanto a los rubros, señaló que se ha visto una disminución de las tiendas de ropa y calzado, pero nuevos cafés y negocios gastronómicos. Y que está volviendo la dinámica prepandemia, a lo que se suman los visitantes brasileros.