En 2020, las exportaciones mendocinas tuvieron una participación de 2,5% en el total de todo el país, en términos de millones de dólares. Pero el año pasado cayeron a 2,1%. Aunque se trata de apenas unas décimas de punto porcentual, para encontrar un valor más bajo se debe ir hasta 2014, cuando Mendoza representó 2%.
Como contraparte, en 2021 se vendieron productos al exterior por 1.613 millones de dólares, lo que implica un crecimiento respecto del año de pandemia, de un 19,5%. De hecho, en los últimos siete años se había exportado por debajo de los 1.500 millones –con excepción de 2018, cuando se llegó a los 1.522- y recién en 2013 se había estado por encima de los 1.600 millones de dólares (1.682); aunque bastante lejos de los 1.800 y 1.807 de 2011 y 2012, respectivamente.
Los datos del Indec muestran que las exportaciones argentinas, medidas en millones de dólares, tuvieron un incremento de 42% interanual en 2021. En este contexto, el 19,5% de aumento en el monto de Mendoza podría explicar esos 0,4 puntos porcentuales de pérdida de participación. Las provincias que sí ganaron espacio dentro del total nacional fueron Santa Fe, que creció 2,5 puntos porcentuales en un año, Buenos Aires (+0,6), Córdoba (+0,1%), Jujuy (+0,1) y San Luis (+0,1%).
En el otro extremo, Entre Ríos tuvo una pérdida en la participación, el año pasado, que alcanzó, al igual que en Mendoza, los 0,4 puntos porcentuales. San Juan y Santa Cruz cayeron 0,5 y Corrientes, 0,7, lo que la convierte en la provincia con mayor pérdida en el total en dólares (también se observa una disminución de 49% en el monto exportado).
Mario Lazzaro, gerente de ProMendoza, explicó que este aumento en el total de exportaciones de la Argentina –se pasó de 54.884 millones de dólares en 2020 a 77.934 en 2021- responde, principalmente, al aumento del precio de commodities como la soja, que explican el 10% del total.
Mendoza, en cambio, no está en el mercado de este tipo de productos, pero resaltó que en 2021 la provincia alcanzó el quinto mejor registro, en términos de valor, desde que el Indec realiza las mediciones (1993) y que hacía 9 años que no se llegaba a los 1.600 millones de dólares.
En cuanto a los sectores, las manufacturas de origen industrial mendocinas tuvieron un crecimiento en dólares de 82% interanual y de 64% en volumen (o peso). Las manufacturas de origen agropecuario también aumentaron su monto 14%, pese a que su volumen cayó 7%. En cambio, las de productos primarios cayeron 12% en dólares y 2% en peso, y las exportaciones de combustible, energía y otros rubros disminuyeron 12% en valor y 3% en volumen.
Por su parte, Mario Bustos Carra, gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, indicó, que se modificaron hacia arriba los valores de muchos productos, en particular de las manufacturas de origen industrial y que el ingreso en dólares el año pasado fue superior al esperado (+19% en total), aunque no se haya ganado tanto en volumen (+4%). Esto significa, resaltó, que el precio mejoró en comparación con 2020 y que la reactivación postpandemia permitió que Mendoza afianzara su posición, sobre todo en exportaciones con valor agregado.
Bustos Carra señaló que los altos valores que han tenido los principales productos argentinos que se exportan han hecho que Mendoza retrocediera, pero que no se trata de una variación significativa ni preocupante. En cambio, sí planteó que puede impactar el hecho de que la provincia tiene numerosos problemas logísticos, que se vieron agravados por las dificultades generadas en el transporte marítimo por la pandemia y que podrían complicarse aún más por la invasión rusa a Ucrania, ya que se perderían rutas marítimas.
En el Informe anual de la economía de Mendoza y sus perspectivas 2021/2022, los economistas Gustavo Reyes y Jorge Day analizan que el año pasado se registró un importante rebote tanto en la economía mundial como en las de los principales socios comerciales de Mendoza. Y que esta reactivación económica permitió una recuperación de los precios de las exportaciones tanto de la provincia como de la Argentina, que fue más fuerte. Pero, a pesar de la recuperación de la demanda externa, el volumen de las ventas de la provincia al exterior no mejoraron respecto de 2020.
Por otra parte, plantean que, como en 2021 el tipo de cambio oficial se atrasó respecto a la evolución de los precios, el poder adquisitivo interno de las exportaciones se redujo y, por lo tanto, este motor terminó siendo levemente negativo para la economía provincial.
El efecto tipo de cambio
Sobre esto, Lazzaro señaló que, al analizar la evolución de las exportaciones, se observa una clara relación con el tipo de cambio ya que, cuando la cotización es favorable se incrementan las ventas al exterior en el mediano plazo. A partir de 2018, con la devaluación y un nuevo ajuste en 2019, se produjo un aumento en los negocios internacionales que se está reflejando ahora.
Es que el comercio exterior tiene lo que el gerente de ProMendoza denomina una “inercia lenta”, debido a que, cuando los empresarios ven que los números son positivos, encaran el proyecto exportador, invierten en marketing y, una vez que consiguen el cliente, producen y exportan. Así, entre ese primer momento y el final suele transcurrir un año o un año y medio.
Perspectivas 2022
Lazzaro expresó que es probable que en 2022 los resultados no sean tan alentadores. Es que el conflicto Rusia-Ucrania puede generar una contracción del mercado europeo, que no impactaría tanto en las exportaciones mendocinas de alimentos, pero sí en las de vino, ya que no es un producto de primera necesidad. Aunque no estima que vaya a producirse un desplome, considera que sí habría una disminución. Y sumó que seguramente se va a agudizar la dificultad para conseguir barcos contenedores, porque hay rutas que los barcos van a dejar de navegar.
Bustos Carra indicó que siempre reclaman que haya una política de Estado para el comercio exterior, porque si no hubiera habido ciertas trabas, como el cepo a la carne, se podría haber crecido mucho más en 2021. Sobre sus previsiones, señaló que se deberá esperar a ver cómo se resuelve en conflicto de Rusia, porque aumentarán el precio de los combustibles y del gas, como también las dificultades logísticas.
En su informe, Reyes y Day advierten que este año el mundo estará bastante más complicado y con fuertes amenazas, como las tasas de interés en alza para frenar la inflación en varios países (que suele reducir el precio en dólares de los commodities), la fuerte desaceleración del crecimiento económico de los socios comerciales de Mendoza –como China y Brasil- y la incertidumbre por la dinámica del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.