Mientras se acomoda la macroeconomía y se alcanza a dimensionar el impacto en los costos locales de ciertos ajustes que está realizando el Gobierno nacional, la nueva presidenta de Fundación ProMendoza, Patricia Giménez, ha decidido enfocarse en promover las exportaciones de productos del Iscamen. Apuesta a que sea una especie de ensayo de trabajo conjunto con los países limítrofes que permita, en un futuro, pensar en apuntar como equipo al mercado chino.
Destaca que el organismo, público-privado, nació con una mirada de posicionamiento de la provincia en el exterior, pero que ha venido trabajando en la internacionalización de Mendoza y, por eso, cumple una función similar a la que cancillería debería realizar en las embajadas, pero en ocasiones no sucede por falta de conocimiento de los productos regionales. Giménez apuesta a aprovechar su experiencia y los contactos que tiene de cuando fue embajadora de Argentina en Costa Rica, como también su capacidad para trabajar en red.
¿Qué ideas tiene para comenzar su gestión al frente de ProMendoza?
Primero, cumplir con el desafío que planteó Alfredo Cornejo a todos los ministros, “gestión, gestión”, porque sabemos que 2024 va a ser un año difícil y, en la medida en que seamos eficientes en los procesos, las cosas van a avanzar más rápido. En cuanto a las exportaciones, se trata de dar un salto cualitativo, para seguir creciendo.
Hay que entender que no todos los productos pueden ir a todos los mercados. Por ejemplo, a Europa se pueden enviar vinos porque hemos hecho un proceso de más de 30 años con el sector vitivinícola para lograr estándares de calidad y muchas etiquetas ya llevan un sello de carbono neutral. Pero hay otros que no tienen esa posibilidad, aunque sí pueden empezar a hacer el salto para ordenar sus procesos y desarrollar un análisis de costo muy prolijo.
Desde ProMendoza, la idea es lograr la internacionalización todos los productos, ya sean agrícolas o industriales, y de servicios, a partir de ayudarlos y mostrarles cuáles son los mercados más adecuados. China no es para todos, porque se necesitan volúmenes grandes y la logística es muy cara. Una de las tareas que se viene haciendo es el acompañamiento a las empresas, para acondicionar los protocolos y que estén en condiciones de exportar.
¿Cuáles serían los principales desafíos para los productos locales?
Una de las cosas que resulta costosa es enviar muestras de productos al exterior y espero que podamos hacer un proyecto para eso, porque para las pymes es muy complejo. Por eso, esta mirada de hacer misiones invertidas, porque cuando uno trae gente a la provincia se le puede entregar las muestras o ver en la empresa. Si hablamos de productos de la metalmecánica, no se puede enviar algo. Y estas misiones tienen una doble ventaja de abaratar los costos para las empresas y de servir como promoción turística para Mendoza. Esta semana (por la pasada), ha estado un supermercadista muy grande del sur de Brasil.
¿Hay algún primer proyecto en carpeta?
En la campaña (Nota: fue compañera de fórmula de Luis Petri en las PASO provinciales), pasé por el Iscamen y vi esta realidad de la exportación de productos fitosanitarios, que se están enviando a Chile, pero que con el mismo protocolo que cualquier producto, cuando se trata de uno que tiene 48 horas de vida para llegar al mercado. No nos podemos demorar en los trámites. Pero, además, no deberían pagar costos de exportación, porque cuando me aseguro condiciones fitosanitarias en Chile, estoy beneficiando a toda la Argentina.
Lo mismo ocurre en cualquiera de los países vecinos y no solo con productos fitosanitarios, sino de salud pública, porque el Iscamen también trabaja con el mosquito que transmite el dengue. Si podemos abordar esto y darle un tratamiento distinto, no solo estaríamos asegurando condiciones sanitarias y fitosanitarias para los países vecinos y Argentina, sino que además nos permitiría hacer autosustentable al Iscamen, ampliar la planta, mejorar los salarios de los empleados.
Las exportaciones de Mendoza llevan años estancadas y están concentradas en unos pocos productos, ¿qué se puede hacer para cambiar esto?
Para arrancar, estoy tomando el tema del Iscamen, porque hay varios países interesados y sólo se debe gestionar y agilizar los trámites. Cuando nació el Mercosur, si bien Chile no lo integra, la idea era dar una mirada de equipo y eso nos ha faltado. Creo que comenzar con esto puede dar un ejemplo saludable de cómo nos acompañamos. Porque el gran desafío es llegar a China, pero para eso necesitamos estar juntos, porque ninguno, a excepción de algún producto, tiene volumen como para exportar a ese mercado. Además, como conjunto podemos ser más eficientes.
Uno de los productos que más exportamos desde Mendoza es ajo, pero lo enviamos principalmente a Brasil y a granel. Tenemos que dar el salto cualitativo de sumarle valor agregado: exportar en escamas, envasado en aceite de oliva. Son pequeños grandes cambios, pero incrementan el valor y, al estar industrializado, tiene otros tiempos. Se evita que un camión tenga problemas en la frontera con algún papel y lleve un producto en fresco, que se puede perder, como ya ha pasado.
Es un proceso que seguramente vamos a desarrollar con el Ministerio de Producción en la provincia. Nosotros tenemos que acompañar, para que los productores estén preparados para diversificar mercados y aumentar los volúmenes. También vamos a seguir acompañando al sector vitivinícola, que nos ha dejado muy bien en los mercados extranjeros. Por eso es tan importante no sólo que una persona llegue a un destino, sino que entienda que llega como provincia y como país; que, si no cumple con los envíos y ciertos estándares de calidad, perjudica a ese producto y todos los exportadores argentinos.
Los mercados destino de los productos mendocinos han ido cambiando y se han fortalecido los de la región, ¿cómo ve esto?
No nos habíamos animado a los mercados de la región porque eran inestables, no porque no nos interesaran. Argentina está, literalmente, en el fin del mundo y la logística es muy cara. Entonces, los países vecinos son una gran oportunidad, porque hoy que tienen una economía estable. Bolivia, Uruguay, Paraguay, Perú y Chile son casi mercado interno para los productos mendocinos y no requieren de volúmenes tan grandes como otros destinos.
Miraba las exportaciones argentinas y, cuando dejé de ser directora de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la provincia, en 2018, Paraguay no figuraba entre los primeros destinos y hoy sí. Creo que hay que seguir mirando a los países vecinos y ver con qué productos podemos ser competitivos y analizar si son necesarios tratados de libre comercio o fortalecer el aspecto comercial del Mercosur.
¿Qué impacto pueden tener el tipo de cambio actual, las retenciones a las exportaciones, el impuesto PAIS para las importaciones?
En exportaciones vamos a tener que esperar por lo menos un mes para tenerlo claro. Sabemos que se eliminan las SIRAs, que es importante, porque muchos de los productos que producimos nosotros tienen alguna componente importada. Entonces, saber que se va a poder comprar, y tener en tiempo y forma esos insumos, permite armar una estrategia de costos del producto, para analizar si conviene, o no, exportarlo. Lo que hay que ver es qué necesidades tienen los mercados y que necesitan las empresas locales para que los ayudemos a llegar a esos destinos.