Las exportaciones de vino acumulan, entre enero y agosto, una caída de 16% en volumen comparación con el mismo período del año pasado. Sin embargo, otros datos cambian ese panorama que, a simple vista, podría parecer muy negativo. El primero es que, dentro de ese total, los fraccionados muestran un crecimiento del 10,9%; y el segundo es que, en términos de valor, los envíos al exterior repuntaron 14,9%, pasando de U$S 515,4 millones facturados en los primeros ocho mese del año pasado a U$S 592 millones facturados en el período enero-agosto de 2021.
Otro dato favorable es que si bien los graneles tuvieron una caída del 41,4% en volumen, apenas ingresaron 11,9% de dólares menos por esas ventas, lo que evidencia que tuvieron una importante recuperación del precio.
En detalle, el último informe de mercado externo del Instituto Nacional de Vitivinicultura muestra que en los ocho primeros meses de 2021 se exportaron 229,5 millones de litros de vino. Esto implica que se vendieron al exterior 43,8 millones de litros menos que en el mismo período de 2020 (-16%). De ese total, 64% corresponde a vinos fraccionados y 36% son vinos a granel.
En cuanto a los fraccionados, el incremento de 10,9% en hectolitros se ha visto acompañado por un crecimiento del 18,3% en dólares FOB, lo que significa que no sólo hubo una variación positiva en el volumen, sino que también se han exportado vinos de mayor valor. Si bien el mayor aumento en términos porcentuales se da para los espumosos (47,6%) en cantidad, se debe tener en cuenta que, en 2020, por la pandemia, este tipo de vinos vio bastante complicada su comercialización hasta cerca de fin de año.
En tanto, las ventas al exterior de varietales fraccionados crecieron un 11,7% en volumen y un 18,2% en precio, mientras que las de genéricos envasados se incrementaron un 3,7% en hectolitros y un 14,8% en dólares.
En lo que a graneles se refiere, la caída más grande se dio en los sin mención varietal y alcanza el 61,8% entre enero y agosto. Se debe recordar que en este segmento se produjo una importante expansión de exportaciones durante 2020, ya que había excedentes que pudieron comercializarse a bajo precio. En cambio, en los varietales sin envasar el descenso fue mucho menor, de 10,5% en términos de volumen, pero hubo una recuperación de 0,4% en los dólares FOB que entraron al país.
La lectura del mercado
Patricia Freuler de Ortiz, presidente de Bodegas de Argentina, indicó que están viendo que los números de 2021 se están acercando más a los de 2018 o 2019, ya que el año pasado fue excepcional. En cuanto al crecimiento de las exportaciones de vino fraccionado, tanto en volumen como en precio promedio, planteó que genera expectativas, pero que se debe esperar a ver qué sucederá en este segundo semestre, que recién comienza.
Sin embargo, la preocupación del sector se centra en dos factores: la dificultad para conseguir insumos y las complicaciones logísticas. Es que este incremento incipiente podría verse coartado porque no se consiguen botellas. De hecho, algunas bodegas ya han empezado a enviar vino al exterior en flexitank, lo que implica que se despacha sin envasar –con el impacto que esto puede tener en la mano de obra local y en la pérdida de ese valor agregado- para responder a los contratos con importadores.
Ortiz comentó que las dos cristalerías más importantes han asegurado que podrían resolver esta situación, con la puesta en marcha de nuevos hornos, en el corto plazo. Sin embargo, las bodegas también tienen un tiempo acotado para realizar los envíos para las Fiestas de Fin de Año.
Por otra parte, la logística está cada vez más complicada y los despachos sufren demoras y reprogramaciones reiteradas en los puertos. A lo que se suma que, en las últimas semanas, se ha cerrado también el paso a Chile por las nevadas.
Sobre los principales mercados, la titular de Bodegas de Argentina indicó que Inglaterra ha crecido mucho, al igual que Brasil, y que Estados Unidos se está reactivando. En cambio, China, que perfilaba como una buena oportunidad por la guerra comercial que entabló con Australia, fue ganada por Francia y Chile, por tener ventajas arancelarias y menores costos logísticos. Como contraparte, se pudo aumentar la participación en Estados Unidos y, además, introducir los varietales cabernet sauvignon y chardonnay -que ellos producen pero se han visto afectados por los incendios- y demostrar la buena calidad del producto y el buen precio.
El gerente de la Corporación Vitivinícola Argentina, Carlos Fiochetta, señaló que este año y el pasado son complejos para analizar porque se trata de una situación completamente atípica, ya que la pandemia ha traído cambios en los hábitos de consumo y en la logística. Pese a eso, indicó que la caída en la exportación de graneles era esperable, ya que hubo un repunte en el precio del vino, que fue muy positivo. Asimismo, resaltó que se están vendiendo vinos varietales y de segmentos más altos.
Pero compartió la inquietud sobre qué impacto pueden tener la falta de contenedores y las complicaciones en el envío, en los despachos de fraccionados en lo que queda de 2021. Es que ya hay bodegas que tienen stock preparado para el envío, pero no han podido exportarlo. Y no sólo se trata de reprogramaciones, sino también de aumentos importantes en los costos. Lo mismo sucede, acotó, con los faltantes de envases.
Por otra parte, Fiochetta advirtió que se debe prestar atención a las existencias, ya que el mercado interno ha caído y si las exportaciones se vieran afectadas por estas dificultades, podría empezar a incrementarse el stock vínico, que hoy se encuentra “al límite”.