Con la eliminación del derecho de exportación para las pymes industriales y agroindustriales que exporten hasta 500 mil dólares al año, el 64% de las bodegas dejarán de pagar retenciones. En tanto, las que vendan al exterior entre ese monto y el millón de dólares tendrán una reducción del 50% en la alícuota, lo que beneficiará a otro 10%. Desde el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) estiman que la medida generará un ahorro de $ 164 millones para la vitivinicultura.
En el texto del decreto 302/2021 se detalla que, según datos de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores (del Ministerio de Desarrollo Productivo de Nación), en 2019 y 2020, las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) alcanzaron apenas entre el 15% y el 17% del total en dólares del valor de las exportaciones. Esto, pese a que, en términos de cantidad de exportadoras, representan cerca del 80%.
Por eso, se decidió eliminar el derecho a las exportaciones que realicen estas MiPyMEs hasta el monto de 500 mil dólares y reducir a un 50% la alícuota cuando exporten hasta un millón de dólares. En este último caso, el porcentaje pasará del 4,5% vigente hasta la semana pasada, al 2,25%. El requisito adicional para acceder a esta desgravación o reducción del monto a pagar, además de estar en el registro MyPyMes, es que el año anterior no hayan exportado más de tres millones de dólares.
Una medida esperada
El titular del INV, Martín Hinojosa, resaltó que dejarán de pagar retenciones tres de cada cuatro empresas vitivinícolas. “Esto es sumamente importante, porque insertarse en el mercado externo es difícil y, en ocasiones, un exportador puede quedarse fuera por dos o tres puntos. En este caso, se está hablando de la eliminación de una alícuota de 4,5%”, indicó.
Hinojosa recordó que hace más de una década que desde el sector vitivinícola se viene pidiendo la eliminación de las retenciones y que es valorable que el Estado Nacional haya entendido que este beneficio permitirá vender más. En este sentido, planteó que siempre se está analizando cómo se puede hacer para incrementar las exportaciones. Por otra parte, resaltó, se trata de un trámite menos que deberán realizar las pymes.
“Una bodega que exporta 500 mil dólares, dejará de pagar 17 mil dólares al año”, ilustró y añadió que esto implica un beneficio directo para una franja que genera 10 mil puestos de trabajo directo y más de 32 mil indirectos. Con el nuevo esquema, más de 270 pymes del sector (74% de las bodegas) tendrán una reducción en las retenciones. El 64% pasarán a tener 0% y el 10% restante verá una disminución del 4,5% al 2,25%.
El INV calculó que el beneficio para la vitivinicultura ascenderá aproximadamente a los $ 164.288.034, lo que, sumado a la mejora en los reintegros que se definió en diciembre del año pasado para vinos y mostos, alcanzará una transferencia de recursos totales de más de $ 2.500.000.000.
La presidente de Bodegas de Argentina, Patricia Freuler de Ortiz, indicó que siempre la reducción de un impuesto es una buena noticia, que tiene un impacto positivo en las bodegas y que están a la espera de ver de qué manera se va a instrumentar para poder asesorar a sus socios. Por otra parte, resaltó que puede servir de prueba piloto para mostrar lo que vienen argumentando desde hace un buen tiempo: que sin las retenciones se pueden incrementar las exportaciones, con lo que ingresan más divisas al país.
Ortiz planteó que, si bien no se logran mejores resultados de un día para el otro, poder llegar con un precio más bajo a los mercados internacionales puede permitirles incrementar la competitividad en un año que no se presenta sencillo, por la combinación de suba de costos -por la inflación y la recuperación del precio de la uva y del vino- y una cotización del dólar que se anticipa se quedará atrás por tratarse de un año eleccionario.
La titular de la entidad subrayó que el sector genera un alto valor agregado en los productos y demanda mucha mano de obra, por lo que los beneficios derraman en las economías regionales en las que se elabora vino. De ahí que esperan que esta medida se amplíe luego para incluir a todas las empresas vitivinícolas, sin importar su tamaño.
José Bartolucci, presidente de la Cámara Argentina de Vinos a Granel, opinó que esta eliminación o reducción, según el caso, es un buen aporte para las pequeñas y medianas empresas, que se traduce en una mejora de 4,5% o 2,25% en el tipo de cambio. Asimismo, indicó que vienen tratando de hacer que los gobiernos entiendan el beneficio que esto puede tener y que se ha empezado por aquellos sectores que mayor competitividad necesitan, porque se trata de exportadores de pequeños volúmenes.
“Seguiremos insistiendo para conseguir la eliminación total de las retenciones, para todos los exportadores del sector”, lanzó, aunque aceptó que se avance por etapas. Es que planteó que la vitivinicultura tiene que ser más competitiva y que para lograrlo necesita reducir los costos logísticos y el componente impositivo.
Daniel Rada, director del Observatorio Vitivinícola Argentino, detalló que la eliminación del impuesto para quienes exportan hasta 500 mil dólares beneficiará a unas 360 firmas, mientras que la reducción del 50% en la alícuota para las que venden hasta 1 millón de dólares impactará en otras 25 empresas.
Así, se estaría hablando de un porcentaje cercano al 80% de las exportadoras del sector vitivinícola. Como contraparte, las primeras representan entre 4 y 5% del total exportado, y las segundas un 3% más; por lo que se estaría hablando de un 7 a 8% de afectación. Por eso, Rada consideró que el impacto en la promoción de las exportaciones no será apreciable en el corto plazo -aunque podría serlo en el mediano si estas pymes van ganando mercados-, pero sí puede tener un efecto favorable en un grupo que necesita una ayuda y que genera muchos puestos de trabajo.